Es imposible no mencionar una época de Apple muy importante con esta entrada del especial de Mac OS X: la transición de los ordenadores de la compañía de procesadores PowerPC a Intel. Ésta llegó cuando Tiger estaba en pleno apogeo, y fue cuando Steve Jobs desveló al mundo que sólo “por si acaso”, Mac OS X era capaz de funcionar en los procesadores de Intel desde su primera versión, la 10.0. Nadie quedó indiferente.
Fue un poco más tarde cuando Apple anunció el desarrollo de Mac OS X 10.5, con el nombre “Leopard”. Aunque todavía compatible con los sistemas PowerPC, Leopard iba a ser el primer Mac OS X lanzado de la era Intel y prometía un salto en rendimiento con los nuevos ordenadores. Y por fin, tras un retraso de medio año provocado por el vuelco de la compañía en preparar el iPhone para su lanzamiento, el día 26 de Octubre del 2007 Leopard fue lanzado por todo lo alto y en todos los países simultáneamente a unos tradicionales 129 dólares, un precio mucho más bajo que el de una licencia de el Windows Vista de entonces.
Las novedades de Leopard fueron muchas, sobretodo estéticamente. Apple abandonaba su tradición de colocar fondos de pantalla azules por defecto en el sistema, pasando a poner una nebulosa espacial que marcaba más el sistema como algo que cambiaba mucho respecto a sus predecesores, por el cambio de procesadores de sus máquinas. El dock, además, adquiría una tercera dimensión con reflejos de las ventanas que se le acercaban y la novedad de las pilas de ficheros como solución para acceder más rápidamente al contenido de las carpetas colocadas en esta barra del sistema.
Fue con Leopard también cuando Apple dejó de dar soporte oficial a Classic, su solución para ejecutar aplicaciones de Mac OS 9 en las versiones de Mac OS X. Pasó bastante desapercibido, ya que la cantidad de aplicaciones que había en ese momento para Mac OS X cubría prácticamente todas las necesidades.
Mejor diseño y novedades importantes, pero no muy buena recepción
Mac OS X Leopard trajo consigo un esperado rediseño del Finder.
Otra novedad importante y muy solicitada para muchos era una remodelación del Finder, que simplificaba y agilizaba su barra lateral, mejoraba su aspecto global e introducía la vista en coverflow, heredada del iTunes de entonces. También se renovaba el diseño de las carpetas del sistema, pasando de estar en perspectiva a colocarse de frente y con un color azulado más pastel. Y por cierto, fue a partir de Leopard que todos los iconos pasaron a tener un impresionante tamaño de 512×512 píxeles.
Algo que hizo que muchos maqueros veteranos se tirasen de los pelos: la llegada de Boot Camp y el soporte oficial para instalar un sistema Windows en un ordenador de Apple. Muchos incluso fueron presos del pánico al pensar que estando Windows en el Mac la gente se iba a olvidar de Mac OS X de un modo similar a como pasó con el sistema OS/2, pero la calidad del sistema operativo de Apple impidió que eso sucediera.
Además, Boot Camp ofreció algo que muchos esperaban: seguridad. Muchos usuarios de Windows que se estaban pensando el paso a Mac hicieron el cambio cuando vieron que en el peor de los casos, podían seguir usando Windows en sus Macs. Un servidor se compró su primer iMac en esa época, todo hay que decirlo.
Tampoco podemos olvidarnos de la llegada de Time Machine, que permitió que todos los usuarios de Mac OS X pudieran empezar a realizar copias de seguridad periódicas y muy efectivas sin esfuerzo (aparte del esfuerzo económico de adquirir un disco duro externo).
¿Y cómo recibieron los usuarios a Leopard? Pues inicialmente bien, pero un seguido de errores y de inestabilidad del sistema no le dieron buena fama al sistema en sus inicios, aunque Apple intentó solucionarlo rápidamente con las actualizaciones del sistema. Aún así, muchos maqueros empezaron a notar que Leopard era un sistema con un mejor diseño y con novedades interesantes, pero que había perdido esa confianza y estabilidad que daba Mac OS X Tiger.
Paremos de evolucionar y reorganicémonos: Snow Leopard
El escritorio de Snow Leopard, no muy diferente al de Leopard pero con el nuevo QuickTime X presidiendo las novedades.
Poco tiempo pasó hasta que Steve Jobs anunció en la WWDC la próxima llegada de Snow Leopard, con la sorpresa de que no incluiría ninguna novedad importante para centrarse en una reescritura y optimización completa del sistema. Apple aprovecharía la ventaja que tenía sobre Windows Vista (sistema de Microsoft que provocó un aumento significativo de las ventas de Macs) para dejar de introducir novedades y enfocarse en mejorar a Snow Leopard con el sacrificio de dejar de ofrecer compatibilidad para los procesadores PowerPC.
El resultado de este movimiento ha sido, mientras que Microsoft presentaba Windows 7 con cierto éxito, un Leopard con un rendimiento optimizado, que ocupa mucho menos espacio en el disco y que cuesta mucho menos de instalar. A pesar de estar enfocado en los detalles, eso sí, tenemos un QuickTime completamente nuevo con una interfaz que se centra sólo en el vídeo y se integra con algunas redes sociales como YouTube, y cientos de pequeños detalles que los usuarios han ido descubriendo y agradeciendo.
Una gran ventaja y que provocó los aplausos de todo el mundo fue que Snow Leopard, al ser una versión optimizada de Leopard, costó sólo 29 euros. Esto se tradujo en unas ventas impresionantes del sistema, ya que con un precio tan bajo los usuarios incluso dejaron a un lado el piratear el sistema para hacerse con una licencia legal. Fue un buen movimiento de la compañía, y no me extrañaría ver alguna rebaja similar en próximas versiones después de los beneficios que demuestra producir esta medida.
¿Y a partir de aquí, qué pasa?
Podemos descubrirlo muy pronto en la WWDC 2010, pero el próximo Mac OS X debería volver a introducir una buena cantidad de novedades ahora que ya contamos con una buena base que es Snow leopard. Pero esto ya es el futuro, que trataremos en la próxima entrada de este especial con lo que podría pasar con Mac OS X 10.7, que seguro que se verá fuertemente afectado por el iOS.
Esta entrada pertenece al especial Mac OS X que durante las siguientes semanas os ofreceremos en Applesfera. Con ello, pretendemos ofrecer una panorámica de las distintas versiones e historia de Mac OS X para celebrar el décimo aniversario del lanzamiento del sistema operativo. En la entrada de hoy analizamos Mac OS X 10.5 “Leopard” y Mac OS X 10.6 “Show Leopard”, los primeros sistemas operativos de la era Intel de Apple que provocaron todo tipo de reacciones. |
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