El Lisa, el Macintosh, el iPod, el iPhone original... Steve Jobs se considera el padre de casi todos los dispositivos que Apple ha ido lanzando a lo largo de los años. Pero aunque eso no deje de ser cierto, hay otras personas sin las que esos productos de Apple habrían sido imposibles.
Jef Raskin fue una de esas personas. Estuvo en Apple casi desde sus inicios, tanto que su número de empleado fue el 31. La idea de chocar la tecnología y las artes en forma de un producto, el Macintosh, vino en buena parte de su mente. Puede que no hayas oído hablar de él, pero su legado en Apple sigue latente.
El hombre que no pudo trabajar con Steve Jobs
Jef, matemático y filósofo, apareció en el garaje en el que Steve Jobs y Steve Wozniak cuando el Apple II acababa de lanzarse al mercado. En aquella época Jef regentaba una empresa llamada Bannister and Crun, que terminó siendo la encargada de escribir el manual de instrucciones del Apple II. Fue el primer trato que tuvo con los Steves.
De ahí saltó a ser el responsable de publicaciones de Apple, pero Raskin ya tenía claro que no quería quedarse ahí para siempre. Empezó a trabajar en la idea de un ordenador para todo el mundo, una máquina que democratizara la informática para que dejara de ser algo reservado a unos pocos profesionales. De hecho mandó un mensaje a Steve Jobs para convencerle de que le ayudara con esa idea:
"No cuesta imaginarse cómo una computadora portátil puede abrir nuevas áreas enteras de uso, y otorgar a Apple de nuevo un acceso a un mercado completamente disponible"
Jobs no fue convencido por esa carta, pero sí que acabó entrando en el proyecto que terminaría convirtiéndose en el Macintosh original después de que le expulsaran del proyecto Lisa en otoño de 1980. Fue el propio Raskin quien eligió el nombre, basándose en el de su tipo favorito de manzana.
El padre de Macintosh
Todos recordamos ese ordenador, pero su gestación no fue precisamente un camino de rosas. Steve Jobs y Jeff Raskin tuvieron encontronazos discutiendo sobre las especificaciones del Macintosh: Raskin quería un ordenador asequible que costara menos de 500 dólares y Jobs quería el mejor ordenador sin mirar lo que iba a costar. Raskin odiaba el ratón porque obligaba al usuario a mover la mano constantemente entre éste y el teclado y Jobs venía de crear el Lisa con la primera interfaz gráfica y un cursor.
Con el tiempo, Jobs fue criticando más y más el proyecto de Raskin, llegando a hablar con el entonces CEO Mike Scott para reiterarle que la visión de Raskin no era la adecuada y que él tenía que ser el responsable del proyecto. Por su parte, Raskin envió un memorando al CEO quejándose de la actitud de Jobs y enumerando sus "defectos":
Se salta citas regularmente. Actúa sin pensar y con mal juicio. No da el crédito adecuado cuando es necesario. Reacciona 'ad hominem' a menudo. Toma decisiones absurdas e innecesarias intentando ser paternal. No escuche e interrumpe. No mantiene sus promesas ni cumple compromisos. Toma decisiones 'ex cathedra'. Es demasiado optimista con sus estimaciones. Es a menudo irresponsable e inconsiderado, y es un mal gestor de proyectos de software.
Raskin pudo tener razón con la actitud de Jobs ya que siempre ha sido objeto de crítica por muchas personas, pero lamentablemente no le sirvió para seguir en el proyecto del Macintosh. El CEO de Apple de aquella época puso a Jobs al frente del proyecto y el resto ya es historia, con Raskin abandonando Apple frustrado.
Tras este periplo, Raskin creó su enfoque original de ordenador bautizándolo como Canon Cat. Puedes incluso emularlo en esta web de Internet Archive. No tenía ratón ni interfaz gráfica, pero usaba ciertas teclas como actuadores que permitían adaptar el texto que escribiéramos a las necesidades del usuario. Puedes verlo e acción aquí:
El Canon Cat, desgraciadamente, tuvo una vida corta tras vender sólo 20.000 unidades. A los seis meses dejó de venderse. La memoria en la historia de la informática se fue para el Macintosh, que sigue siendo la base de la informática doméstica moderna. Al menos, la que tuvimos antes de la llegada de móviles y tabletas.
Raskin escribió un libro publicado en el año 2000, 'The Humane Interface', que narra su visión sobre cómo debe de ser una interfaz de ordenador según su visión propia. Un cáncer de páncreas se lo llevó en febrero de 2005, cuando tenía 61 años. Puede que Raskin tuviera una presencia turbulenta en Apple, pero aún así dejó una huella indudable en la historia de la compañía.
Imágenes | Alexander Shatov, Wikipedia
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