Apple tuvo una época oscura. Una época en la que la compañía estaba rozando la bancarrota, arriesgando desaparecer o ser malvendida a alguna otra gran tecnológica. Fueron los años posteriores al despido de Steve Jobs por parte del consejo directivo, en los que los nuevos CEO iban acumulando estrategias fracasadas.
Fue en esa época convulsa cuando a Gil Amelio, el CEO de Apple en 1996, se le ocurrió contratar a una antigua compañera suya de National Semiconductor: Ellen Hancock. Poco sabía Amelio en ese entonces que ese fichaje iba a contribuir a la recuperación milagrosa de Apple.
Una decisión sonada nada más llegar a Apple
Amelio le dio a Hancock el puesto de CTO (Chief Technology Officer), y le encargó la misión de finalizar el desarrollo de un sistema operativo llamado internamente 'Copland'. En un principio ese iba a ser el sistema operativo que iba a suceder al entonces anticuado Mac OS 7, pero Hancock hizo justo lo contrario: canceló el proyecto Copland por sorpresa.
Las razones de Hancock eran claras: había que basarse en el núcleo de Solaris de Sun Microsystems para sacar un buen sistema operativo. Buscaba crear algo nuevo, "fresco" para la época que sorprendiera a un mundo que de momento no conocía mucho más allá de ese Mac OS 7 o su rival Windows.
En la biografía oficial de Steve Jobs pueden leerse detalles de este episodio. Amelio incluso mantuvo llamadas con Bill Gates, ya que cabía la posibilidad de transformar Mac OS en un sistema parecido y compatible con el Windows NT de la época. Pero el hachazo de Hancock fue fulminante: 'Copland' fue aparcado ya que su trayectoria se veía incorregible.
La alternativa era comprar algún sistema operativo para que se convirtiese en el próximo Mac OS, o usar algo de código abierto para basarse en él. Como hemos mencionado antes la alternativa favorita de Hancock era Solaris, pero también existía la posibilidad de adquirir el sistema operativo de NexT que había creado Steve Jobs. A lo que Hancock se negó rotundamente.
La insistencia de Hancock, su propia "tumba" en Apple
Fue una discusión corta entre dos bandos que se formaron: unos defendían abrazar Solaris y otros querían NeXTSTEP con la carambola de recuperar a Steve Jobs tras despedirle. Al final la junta directiva se decantó por lo segundo y la insistencia de Hancock fue lo que precisamente hizo que Jobs volviera a una Apple al borde de la quiebra financiera.
La estrategia de Jobs estaba cantada nada más llegar a Apple como el nuevo CEO. El ejecutivo degradó a todos los expertos que defendían Solaris, entre ellos a Ellen Hancock, para acabar despedidos poco después. Ahora mandaba él, y su prioridad obvia era aprovechar todo lo aprendido desde NeXT. El resto ya es historia.
Ellen Hancock tras Apple: hosting y fondos de inversión con Wozniak
La carrera de Hancock no terminó con Apple: la ejecutiva aterrizó en la compañía de hospedaje web Exodus Communications como CEO y logró con ella un crecimiento espectacular, hasta que el crack de las "puntocom" afectó tanto a las finanzas de la empresa que Hancock acabó abandonando su puesto en septiembre de 2001.
Tras eso, Hancock casualmente se rencontró con Steve Wozniak y el ex-CEO de Apple Gil Amelio para crear un fondo de inversión llamado Acquicor Management. Sirvió en ese fondo como máxima responsable de operaciones hasta su dimisión en 2007, momento en el que decidió retirarse y pasar a formar parte de algunos consejos administrativos. Entre otras causas, Hancock llegó a donar 500.000 dólares para el desarrollo de las comunidades estadounidenses más desfavorecidas.
Finalmente, a principios de mayo de 2022, Ellen Hancock fallecía a sus 79 años de edad. Algunas instituciones conservan sus "in memoriam" en honor a las aportaciones que hizo en vida con su experiencia y su toma de decisiones.
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