Aunque no todo el mundo sepa qué es el product placement, seguro que lo ha visto en algún momento sin tener claro lo que era. Estás viendo una película o serie de televisión y de repente el protagonista se sube a un superdeportivo plateado para escapar de los malos. Le sigue una secuencia llena de tiros, helicópteros, coches destruidos y explosiones. Pero el de nuestro héroe sigue intacto. Cuando sales del cine o termina el programa, puede que tengas en la cabeza la escena de huida en un coche súper potente y quieras saber más.
El caso concreto que me viene a la cabeza es el de James Bond y el biplaza Z3 de BMW. Cuando se estrenó Golden Eye en el cine, miles de personas salieron corriendo y se compraron el nuevo descapotable de la compañía alemana. Miles de coches en apenas unos días. Un coche que no era precisamente barato. Así que, si funcionó con un deportivo de, digamos 40.000 euros, ¿por qué no iba a funcionar con tecnología?
El product placement no es una estrategia nueva ni exclusiva de Apple. Probablemente se utilice en más series y en más películas de las que te imaginas con otras marcas y productos. Es una manera no sólo de ganar dinero sino de que las producciones tengan acceso a productos que de otra forma no habría sido posible.
Beneficios del product placement para Apple
Lo cierto es que como consumidor no me gusta demasiado la publicidad, pero reconozco que sin ella no tendría acceso al contenido que hay actualmente sin "pagar" su peaje. Algunas veces es buena y entretiene además de informar. Otras veces es una interrupción a lo que uno está haciendo. Por eso, el product placement es una mejor forma de llegar al público porque implica una menor intrusión en la actividad de tu público objetivo.
En el caso de una marca de consumo tecnológico como Apple, este tipo de publicidad tiene la ventaja de que utiliza la asociación de valores entre la propia Apple y los protagonistas o situaciones en las que se encuentran. Imagínate al protagonista de tu serie favorita haciendo una llamada muy importante desde su iPhone. Que el equipo del FBI esté siguiendo una pista en un iMac de última generación. Que el "malo" robe los datos de acceso bancarios de millones de personas desde la comodidad de su sofá con un iPad.
El product placement supone un intercambio de valores entre Apple y la película o serie
Cada una de esas escenas nos dice algo sobre la propia Apple, un valor al que quiere que se le asocie. Lo importante en nuestras vidas lo hacemos desde el iPhone. Ver que el iMac lo utilizan los mejores hackers contratados por el FBI mola mucho. Poner de relieve lo cómodo que es utilizar tu iPad desde el sofá, aunque sea con fines malvados.
Pero lo que creo que es más importante para Apple es que mata dos pájaros de un tiro. Por un lado, refuerza la marca en los clientes existentes y el sentimiento de pertenencia a un grupo. A todo el mundo le gusta ver que el carismático pero cascarrabias House tiene su mismo modelo de Mac. Puede parecer absurdo, pero así es. Por otro lado, enseña qué se puede hacer con los productos de Apple a los que todavía no son clientes. Colocados en situaciones cotidianas o extremas, es una oportunidad de verlos sueltos por la calle en un entorno más real que un anuncio aunque siga siendo ficticio. Provoca interés en conocer más, igual que el Z3 de James Bond.
¿Por qué aumentar su presencia ahora?
Hace unos días, Miguel López nos hablaba de una oferta de trabajo sobre product placement ofrecida por Apple. Por lo visto, además de querer aumentar su presencia en el medio audiovisual, estaría interesada en el marketing de famosos. Esta fórmula emplea las mismas premisas del product placement haciendo que un deportista de élite o una actriz famosa utilicen productos de Apple en público. Así se consigue que los fans vean que utilizan estos productos y "quieran parecerse" más a ellos comprando lo mismo que tienen sus ídolos. Otra vez, vender más mediante asociación de valores.
¿Por qué ese súbito interés de Apple por el product placement? Puede que el inmenso presupuesto de Samsung en marketing que con frecuencia se destina a mofarse de los usuarios de Apple hayan hecho más daño del que pensamos en Cupertino. Luego diremos que el enfrentamiento en los tribunales entre ambos gigantes no sirven para nada, pero uno de los documentos revelados desvela que Phil Schiller estaba muy enfadado con la ofensiva publicitaria de los coreanos.
Si antes los productos de la manzana ya estaban en una buena parte de las películas y series actuales, preparaos para tenerlos hasta en la sopa.
Imágenes | Sin título de Nathan Makan, Us old geezers haz de iPad, and you young kids don't... de Ed Yourdon y MacBook Air Station de Matthew Pearce.
En Applesfera | Los productos de Apple aparecieron en un tercio de las películas más taquilleras de 2010.
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