Si el nuevo iPhone 12 Pro Max vive es la materialización en gran tamaño de esta generación, en sus antípodas vive un nuevo jugador: el iPhone 12 mini. Hablemos de él. Porque el lanzamiento de una versión "mini" en la gama Apple siempre sucede cuando se consolida el producto, casi convertido en icono. El ejemplo más lejano - casi diría que el original - fue el mismísimo iPod mini (¿os acordáis?). El propio Steve Jobs nos lo presentaba como un éxito del dispositivo original: el iPod había por fin superado sus expectativas - e incluso la de la competencia, que pensaban que era algo caro que nunca llegaría a nada - y al poco tiempo la propia palabra ya se convertía en sinónimo de "reproductor mp3".
El apellido "mini" aparece cuando la marca llega a cierto nivel de excelencia con un producto: el iPhone ya está en ese punto
El iPod mini fue el doble salto mortal, un truco de magia que se materializó en un producto que conservaba la definición del producto original (1000 canciones en tu bolsillo) pero más pequeño. Adaptó también el material de fabricación y se pasó al conocido aluminio que años después llegaría a los iPhone, herederos directos de aquel primer producto que rompió la maldición de otros tiempos (y otra Apple) donde los dispositivos móviles no tuvieron el éxito ni encontraron el momento (como el Newton).
Aquello fue la tesis doctoral que más tarde tendrían el resto de dispositivos en la misma situación: la compañía dominaba la técnica, el lenguaje de diseño y se podía permitir ciertas licencias que llamarían aún más la atención: era la suma de la experiencia del minimizada, síntoma sin duda del grado de especialización que se había conseguido. Hoy quiero hablaros del iPhone 12 mini, del que puedo asegurar con rotundidad que es el iPhone que más me ha impresionado de los cuatro que componen esta generación.
iPhone 12 mini, menos es más
No puedo evitar recordar cómo se hablaba de un modelo de iPhone "mini", a las puertas del año 2010. El iPhone estaba ya situado como uno de los teléfonos inteligentes más populares, e incluso la competencia le daba la razón. Apple llevaba ya algunos años preparando el lanzamiento del iPad original, y estoy convencido de que en alguna reunión se habló de lanzar un iPhone más pequeño.
Ojo, más pequeño en aquella época donde las 3,5" eran el tamaño estándar significaba prácticamente volver a las pantallas mínimas: 2" o sus alrededores que no tenían ningún sentido en una industria que apostaba por los dispositivos inteligentes. Eso significa interacción, y una pulgada de esas características por debajo de la línea de corte marcada por el iPhone original no tenía sentido. Este es el motivo por el que las pantallas han seguido creciendo hasta hoy.
Luego se siguió buscando el concepto "mini" pero no en la plena acepción del término. Se buscaba a un copiloto de la generación que apoyara al iPhone que lideraba el proyecto anual y se hicieron algunos experimentos: llegó el iPhone 5c, SE o los Xr, que cumplieron bien los objetivos de cubrir las necesidades de quienes no querían el tope de gama, pero buscaban la última novedad.
En esta generación, Apple presenta por primera vez un auténtico mini que sólo me pareció curioso cuando lo vimos en la keynote - mi preferencia personal siempre serán los teléfonos grandes. Hasta que lo pude ver en persona y lo he probado durante varios días: este teléfono de mini sólo tiene el tamaño.
La primera gran característica de este iPhone 12 mini es la suma de todas ellas: a nivel técnico, es exactamente idéntico al iPhone 12 que ya analizamos hace dos semanas. La única diferencia es debido a su tamaño: la pantalla Super Retina XDR aquí es de 5,4" en lugar de las 6,1" del modelo que da nombre a la gama. Este cambio en el tamaño de la pantalla hace que el iPhone 12 mini tenga incluso más puntos por pulgada, pasando de las 460ppp a las 476ppp. Esto es debido porque ganamos algo más en altura que en anchura (2340x1080 del 12 respecto al 2534x1170 del mini).
La pantalla en este nuevo tamaño sigue siendo fantástica: uno de los previsibles inconvenientes de la miniaturización del tamaño del dispositivo podría ser si la información que muestra es fácilmente legible. En el iPhone 12 mini desde luego que lo es: mantiene el detalle y la calidad que tenemos en el resto de la gama, incluso en las letras más pequeñas. No es quizás el modelo que recomendaría si soléis leer libros electrónicos, pero es perfecto para el día a día donde si no necesitáis consultar mucho detalle en la pantalla.
La miniaturización con la potencia de todo un iPhone 12 mini casi parece de ciencia ficción en el día a día
El resto de funcionalidades es idéntica: mismo procesador A14, mismo recubrimiento Ceramic Shield, resistencia al agua hasta 6 metros de profundidad durante 30 minutos, mismas cámaras. Incluso la grabación en Dolby Vision se mantiene, a una velocidad de hasta 30fps (como en el 12). Es, literalmente, un iPhone 12 en miniatura, pero que no compromete ninguna de sus características. El logro de Apple en esta generación (que recordemos, incluye por primera vez las nuevas antenas 5G) es digno de mención: es nuestra elección elegir el tamaño más adecuado según nuestras necesidades.
Este tamaño también implica una reducción de la batería, uno de los aspectos a considerar en el momento de la compra de este dispositivo. En mis pruebas, utilizando la doble SIM (una eSIM con Movistar y la SIM física con Vodafone) y diversas aplicaciones para el día a día como Teams, Outlook, Safari, streaming en Apple TV+, algún juego de Apple Arcade, fotos, llamadas a lo largo de todo el día, todas las notificaciones activadas y brillo al 50%... he conseguido llegar a las 22:00 de la noche (desde las 9:00 de la mañana) con un 46% de la batería. Si bien es cierto que no lo he utilizado por ejemplo para revisar documentación o algo que requiera una pantalla más grande ya que en mi opinión, si vais a necesitar hacer esto a menudo es posible que querráis comprar un iPhone 12 con pantalla más grande.
El día a día con un iPhone 12 mini
En términos de potencia, el A14 se comporta exactamente igual que su hermano mayor (de tamaño): misma potencia en juegos, aplicaciones, toma de vídeo o cualquier aplicación que necesite ese extra de potencia que aporta el procesador de Apple en esta generación. Por si sois curiosos de cómo rinde en términos sintéticos, he pasado el mismo test Geekbench con el que solemos comparar el resto de modelos obteniendo unos resultados prácticamente idénticos:
¿Y cómo funciona este nuevo tamaño en el día a día? Personalmente, me sorprendió: el diseño compacto funciona fantástico con el aluminio de los bordes y crea un dispositivo cómodísimo de agarrar en la palma de la mano e incluso de manejar en el día a día. Uno de mis grandes miedos con esta minuaturización es que fuera más complicado por ejemplo, escribir con un teclado en pantalla más pequeño. Sin embargo, no he tenido en mis días de prueba ningún problema al hacerlo y es fácil acostumbrarse.
El tamaño es muy parecido al usar un iPhone SE de segunda generación, sólo que es incluso menos voluminoso pero con una pantalla mucho mayor. Esa sensación de "pantalla grande en menos tamaño" es algo que nos sorprende en la gama iPhone pero que Apple ha resuelto muy bien, incluso para enamorados como yo de los Pro Max, que son los que uso en el día a día.
¿Para quién este nuevo teléfono de Apple entonces? Sin duda, para quienes quieran disponer de toda la potencia de última generación, incluyendo el diseño, pero no necesiten una gran pantalla en el día a día. La diferencia de precio de los modelos base entre el mini y el 12 es de 100€ justos (809€ vs 909€), y los podremos encontrar exactamente en los mismos colores. Con el grado de miniaturización que ha conseguido Apple y sin sacrificar nada de la generación, este mini puede ser una opción perfecta si sois exigentes que todo y buscáis comodidad en el tamaño. Tecnología extrema miniaturizada, sin duda un iPhone más grande de lo que parece.
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