Como usuarios del iPhone, hemos estado acostumbrados a ver cómo Apple presenta un nuevo modelo cada año, con mejoras en la cámara, el rendimiento y el diseño. Sin embargo, en los últimos años, hemos estado notando un cambio en esta estrategia de actualización anual. Y la razón de este cambio es clara: los modelos Pro.
En los últimos años, Apple ha presentado dos líneas de iPhone: los modelos de entrada y los modelos con apellido Pro. Los modelos normales suelen incluir mejoras en el rendimiento y la cámara, pero no suelen incluir las últimas tecnologías. Es en los modelos Pro donde Apple da rienda suelta a las especificaciones y prueba nuevas tecnologías. Y este cambio tan aparentemente simple está haciendo tambalear lo de tener un iPhone nuevo cada año.
Simplificando y diversificando al mismo tiempo
La doble línea del iPhone se ha vuelto cada vez más evidente. Por ejemplo, el iPhone 11 Pro incluyó una cámara triple y una pantalla OLED, mientras que el iPhone 11 no incluyó estas características. Si saltamos al iPhone 14, la diferencia es, de nuevo, más que clara. Es en los iPhone 14 Pro donde encontramos el nuevo diseño con la Dynamic Island y un nuevo chip, mientras que en los modelos de entrada los cambios son menores.
Ahora, con el iPhone 15 Pro, se espera que este incluya una lente periscópica, una tecnología que permite un zoom óptico de gran alcance. Según los rumores, esta tecnología no llegaría a los iPhone 15 de entrada, pero sí podría estar presente en todos los modelos del iPhone 16. De nuevo una diferenciación clave.
Sumemos un elemento más a la ecuación antes de pasar a algunas conclusiones: el iPhone SE. Según los rumores Apple podía haber cancelado el iPhone SE 4 y, hasta donde sabemos, este modelo podría desaparecer del catálogo. Lo mismo ha ocurrido ya con la variante mini de los iPhone.
Hace años la diferencia entre los tamaños del iPhone era básicamente esta, la de los tamaños. Pero llevamos ya tiempo viendo un cambio. Habiendo desaparecido el iPhone mini y puede que el iPhone SE los lanzamientos anuales ocurren a dos velocidades. Mientras los iPhone con apellido Pro reciben las novedades más significativas, los modelos de entrada tardan un año más.
Decimos que cada año Apple lanza un iPhone, pero la verdad es que son cuatro, cinco o incluso siete modelos si contamos la elección del almacenamiento. El iPhone es un producto con muchísimos usuarios y que debe abarcar la mayor la gama y espectro de necesidades posible. Mantener una doble velocidad en cuanto a novedades puede ser clave para mantener ciertos rangos de precio a la vez que presentar novedades regularmente.
Si bien los más entusiastas, seguramente muchos de nosotros leyendo este artículo, tenemos propensión a lo mejor de lo mejor cuando hablamos del iPhone, hay muchos usuarios que valoran al iPhone por su sistema operativo y poco más, por ejemplo. Sí, van a hacer fotos, pero tampoco para ningún concurso. Para este espectro de usuarios, un iPhone que se actualiza con más tranquilidad mientras mantiene un precio notablemente más bajo puede ser realmente atractivo.
Tendremos que seguir de cerca cómo evoluciona esta estrategia en el futuro y qué efectos tiene en los usuarios y el ecosistema del iPhone en general. Pero si la tendencia a la simplificación en cuanto a modelos y la diferenciación de especificaciones continúa, podría significar que el concepto de tener un nuevo iPhone cada año podría cambiar, y que los usuarios de los modelos de entrada tardarían algo más en recibir las últimas tecnologías. ¿Bueno? ¿Malo? Más opciones entre las que elegir.
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