Apple es una empresa muy polarizante. Mientras muchos celebramos casi cada decisión otros no pierden la oportunidad de criticar cada movimiento. Igual pasa con las personas. Hay mucha psicología involucrada en cómo valoramos a alguien y en la percepción que tenemos de él.
En relación con esto encontramos un curioso estudio que, como nos cuentan en Magnet, arroja un poco más de luz sobre por qué está prohibido odiar a Steve Jobs —por decirlo de alguna manera—, y es el efecto Streaking Star. Un fenómeno ligado directamente a la percepción que tenemos del potencial humano y a cómo celebramos los logros ajenos.
Los hitos de uno destacan por encima de los hitos de muchos
Quizá por cierta envidia, a veces, las personas de éxito, los millonarios y otras personalidades similares generan cierto rechazo. Paralelamente, hay el efecto Streaking Star que contrarresta esa sensación. Este efecto nace de un estudio publicado por el Journal of Personality and Social Psychology, que utiliza 2625 personas para demostrar que "el éxito de los individuos inspira asombro en las personas de una manera que el éxito de un grupo no lo hace".
Resulta que, en general, cuando vemos como alguien logra ciertos hitos sentimos que se expande el potencial humano, mientras que cuando es un equipo el que logra los mismos éxitos, la sensación es distinta. Si nos llevamos esta situación al mundo empresarial explicaría por qué Apple puede conectar mejor con sus usuarios que Samsung.
Amar a Steve Jobs, una tarea polarizante
Steve Jobs salió de la nada, prácticamente, y se convirtió en uno de los hombres más poderosos del planeta. Lo hizo decisión a decisión, presentación a presentación y también contratación a contratación. Una persona que ha de generar admiración, aunque alguien no esté de acuerdo con su forma de conseguirlo. Mientras Samsung, al cargo de una familia y como un conglomerado mucho más difuso, cuenta una historia totalmente distinta.
El mismo estudio contó a los participantes algunos datos sobre AVnet, una de las 350 empresas más grandes de Estados Unidos. A la mitad se les dijo que un CEO ficticio había guiado la empresa durante más de 20 años y que sus decisiones habían conducido al éxito de la corporación. A la otra mitad se les dijo la verdad, que fue un consejo de dirección el que había tomado las mismas decisiones. La conclusión fue que el primer grupo se sintió más atraído por la marca en varios aspectos.
Como hemos empezado diciendo, Apple es una empresa muy polarizante. Steve Jobs también es una persona polarizante, pero lo que nadie puede poner en tela de juicio son sus logros. El efecto Streaking Star pone palabras y base científica a algo claro, cuando alguien está lo suficientemente loco como para creer que puede cambiar el mundo, lo logra. Y eso llama la atención.
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