Steve Jobs odiaba las presentaciones formales por una razón muy específica: "Prohibido esconderse tras el PowerPoint"

El odio a las presentaciones es algo común de Steve Jobs a otros grandes CEOs de la historia como Jeff Bezos, Jack Dorsey o Steve Ballmer

Steve Jobs Powerpoint
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A Steve Jobs no le gustaba en absoluto ver presentaciones de PowerPoint. Y no era porque odiase la herramienta de Microsoft, que puede que lo hiciese, sino que detestaba cualquier tipo de presentación. Por algunas de sus intervenciones se entiende que incluye también a la propia app de presentaciones de Apple, Keynote. Tenía razones para ello y lo cierto es que otros grandes ejecutivos han mostrado idénticas sensaciones respecto a estas representaciones.

Algunas de esas personalidades son, como Jobs, de otras épocas. Crecieron en el mundo laboral cuando ni siquiera existían métodos tan rápidos y sencillos para crear presentaciones digitales, aunque el motivo no viene tanto por eso de ser un carca. Realmente tenía una explicación llena de sentido de común, aunque no aplicable a todos los casos.

"La gente que sabe de lo que está hablando no necesita PowerPoint"

Esta frase ha sido extraída de la mismísima biografía autorizada de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson. Es a grandes rasgos el motivo que sostiene el hate de Jobs hacía PowerPoint y hacia cualquier tipo de presentación en general. En el contexto completo de la frase, Jobs también afirma que "odia la manera en que la gente usa las presentaciones en lugar de pensar".

Para el que fuese uno de los fundadores de Apple, el uso de una presentación digital no era tanto el de apoyar una idea a explicar, sino una manera de esconderse cuando no se tenía del todo claro el tema que se estaba tratando. A Jobs le gustaba que las personas "se comprometan y que se aviven en la mesa en lugar de mostrar un montón de diapositivas".

En cierto modo, razón no le faltaba. Somos muchos los que hemos vivido presentaciones infernales en nuestros trabajos, universidades o institutos. Incluso puede que nosotros mismos, ya que al final es un buen método de apoyo y más cuando uno tiene ciertas inseguridades de cara a expresarse en público. Sin embargo, en un contexto empresarial del más alto nivel como el de las reuniones de Apple, encontrar a gente con esas inseguridades no era tan idóneo. Al menos para quienes tenían que ser convencidos, como Jobs.

Jobs Un ejemplo de lo que, para Steve Jobs, era un buen uso de las presentaciones: mostrar poco texto o imágenes, pero lo suficientes como para hacer énfasis en un dato o una idea

Conviene también diferenciar ciertas presentaciones. Añadir ciertas imágenes de productos, gráficos o entregar documentos adjuntos a los asistentes es conveniente en muchos casos cuando es estrictamente necesario ese apoyo. La idea de Jobs y otros CEOs no era la de acabar por completo con esas presentaciones, sino evitar que esas reuniones se convirtiesen en auténticos muermos con una persona que lleva la voz cantante y se pasa el rato leyendo un texto que ha escrito en una diapositiva.

"Es más complicado hacer una presentación de cuatro diapositivas que de veinte"

Y hablamos de que es algo común a otros grandes directivos porque el que fuese CEO de Apple no es el único en mostrarse contrariado ante ese tipo de exposiciones. Uno de los que mejor se explican es Jeff Bezos. Como recogen en INC, el ex CEO de Amazon muestra como la clave está en saber resumir las ideas, para lo cual afirma que "es más complicado hacer un PowerPoint de cuatro diapositivas que uno de veinte". Condensar la información y hacerla clara y amena es algo que se debe perseguir siempre.

“Empezar a construir y mostrárselo a la gente"

Lo mismo opina el que fuese CEO de Twitter antes de la llegada de Elon Musk, Jack Dorsey. Él aboga por el ingenio y la creatividad cuando se tiene una idea realmente nueva, recomendando "salir de Keynote y de PowerPoint" para “empezar a construir y mostrárselo a la gente".

En el lado precisamente de PowerPoint, el de Microsoft, estuvo Steve Ballmer, ex CEO de la multinacional. Ballmer afirmó en una ocasión que prefiere que le envíen los materiales con antelación para así acudir informado a la reunión y que luego quien debe presentarle la idea lo haga a viva voz sin necesidad de estar apoyándose de forma continua en un pase de diapositivas.

Así las cosas, aunque estemos hablando de altas instancias ejecutivas, lo cierto es que estos pensamientos se pueden aplicar perfectamente a otros ámbitos. La idea que transmitían Jobs y compañía de aligerar el proceso es de lo mejor que se puede hacer, dado que resulta positivo para todas las partes. Por un lado, sirve para que el presentador pueda transmitir mejor sus ideas, dejando la sensación de que realmente sabe de lo que está hablando. Por otro, y quizás hasta más importante, haces llegar bien tus ideas a los oyentes y evitas que se aburran como ostras.

Imagen de portada | Freepik, Wired y Wikipedia

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