Apple, como todas las otras compañías que ofrecen software y servicios, tiene un montón de condiciones y términos de uso que el usuario "se lee" y "acepta". No, nunca lo hacemos. Pero un artista llamado Florence Meunier lo ha hecho varias veces para poder encontrar un relato corto apropiado entre todos los párrafos de la normativa.
Y nos lo enseña tapando algunas palabras, del mismo modo con las que se clasifican documentos judiciales o secretos, en un cuaderno donde si superponemos las páginas adecuadamente sólo leeremos unas pocas palabras. Si las unimos, tendremos un pequeño cuento que nos sirve como lección.
This is the story of a man,
who one day was too busy
or maybe too lazy
that he, too quickly,
clicked on I agree.
What the latter did not foresee,
is that he could never again disagree.
The lesson of this story is
that one shall not concede,
to something one does not read.
Su traducción al castellano sería más o menos así:
Esta es la historia de un hombre,
que un día estaba demasiado ocupado
o tenía demasiada pereza
y, demasiado rápidamente,
hizo click en Aceptar.
Lo que no se dio cuenta luego,
es que jamás podría dejar de aceptarlo.
La lección de esta historia es
que uno no aceptará
lo que uno no vaya a leer.
Poco más queda que añadir, ¿verdad? Deberíamos echar una ojeada a lo que aceptamos antes de darle a aceptar ciegamente.
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