Apple ha compartido recientemente su punto de vista sobre las implicaciones que la nueva normativa europea sobre interoperabilidad tiene para su ecosistema de productos. La compañía ha expuesto de forma detallada su preocupación por lo que considera una amenaza directa a su enfoque de diseño basado en la privacidad, la integración técnica y la protección del usuario.
Según Apple, las medidas que promueve actualmente la Unión Europea, bajo el paraguas de la Digital Markets Act, no se plantean como mejoras técnicas o avances en ingeniería de software y hardware, sino como exigencias de apertura que podrían comprometer aspectos estructurales clave del ecosistema Apple. Las propuestas de la Unión Europea no las consideran mejoras, sino cambios que afectan directamente a la privacidad que llevan defendiendo durante años.
En su argumentario, la compañía subraya que lleva más de una década construyendo una arquitectura cerrada pero altamente optimizada, donde todos los elementos - desde el chip hasta la interfaz gráfica - están pensados para garantizar que los datos del usuario permanezcan privados y seguros. Abrir ese entorno a plataformas de terceros que no han sido diseñadas bajo los mismos estándares, implicaría modificar los fundamentos técnicos que sostienen esa experiencia de usuario.
Apple defiende su enfoque basado en la privacidad y la integración

Apple considera que la interoperabilidad tal y como está planteada por Bruselas representa un riesgo más que un beneficio para los consumidores. El ejemplo más claro, según la compañía, es el acceso de terceros a funciones como Handoff (transferencia de tareas entre dispositivos), AirDrop o el control remoto del iPhone desde un Mac. Estas funcionalidades están pensadas para funcionar de forma nativa dentro de su ecosistema, y han sido desarrolladas con una comprensión total de los entornos técnicos implicados. La marca alega que les ha costado mucho tiempo desarrollar las funcionalidades entre productos que conocen bien, y ahora se les exige que funcionen también, por ejemplo, en Windows, sin tener la misma comprensión de esa plataforma.
Desde la perspectiva de Apple, permitir que estas funciones operen en sistemas que no controlan supone abrir puertas que podrían comprometer la seguridad general del dispositivo. Además, exponen que este tipo de exigencias ignoran el principio de “seguridad por diseño” que guía sus desarrollos. Los cambios que propone la UE no mejoran el software, el hardware o el ecosistema, y fuerzan modificaciones que los hacen más vulnerables, según la marca.
La compañía insiste en que su ecosistema no está cerrado por conveniencia comercial, sino por convicción técnica y por responsabilidad con sus usuarios. Es positivo que se les planteen dudas sobre su software, pero creen que el enfoque actual es equivocado: no se hace con el ánimo de mejorarlo, sino de forzar su apertura a terceros sobre los que no pueden garantizar la seguridad.
Apple denuncia un trato desigual en el contexto regulador europeo

Otro de los puntos que Apple destaca es lo que consideran una aplicación desequilibrada de las normas. La compañía señala que, aunque no lidera el mercado europeo en muchas categorías (por ejemplo, Samsung domina en cuota de smartphones), es Apple quien está siendo objeto de un escrutinio más exigente. Lo consideran un ataque injusto, dirigido sólo a Apple: mientras ellos son cuestionados constantemente, ni Google ni Samsung ni otras marcas parecen estar obligadas a cumplir con estas mismas regulaciones.
Este argumento se sostiene, según Apple, en la forma en que se están aplicando ciertas disposiciones de la Digital Markets Act, que imponen obligaciones más estrictas a quienes la UE considera “guardianes de acceso” (gatekeepers), entre los que Apple ha sido categorizada. La empresa entiende la necesidad de regular ciertos comportamientos de mercado, pero considera que esa etiqueta les está obligando a tomar decisiones técnicas que podrían afectar negativamente a la integridad de sus productos.
En esta línea, Apple también plantea que muchas de las funciones que ahora se exigen abrir han sido desarrolladas con importantes inversiones en innovación y seguridad. Obligarles a compartir esas tecnologías no sólo antes de su lanzamiento, sino también con plataformas que no están sujetas a las mismas condiciones regulatorias, crea - según la empresa - un entorno de competencia desequilibrado y poco justo.
Compartir innovación antes de anunciarla: otro punto de fricción

Apple también expresó con claridad su preocupación por la exigencia de la UE de anticipar a la competencia los avances técnicos en interoperabilidad. Bajo esta normativa, Apple debería compartir con otras plataformas las nuevas funciones diseñadas para conectar sus dispositivos antes incluso de anunciarlas al público, lo que la compañía considera un perjuicio directo a su estrategia de innovación.
Los de Cupertino argumentan que se les están pidiendo que informen a la competencia sobre nuestras innovaciones en interoperabilidad entre dispositivos antes incluso de hacerlas públicas, para que puedan adaptarse a ellas. Eso significa regalarles sus ventajas competitivas. Esta situación es especialmente sensible en una empresa como Apple, donde la diferenciación tecnológica es clave y donde cada novedad - ya sea en software o hardware - se anuncia tras un largo ciclo de desarrollo y prueba interna.
Además, Apple argumenta que compartir estas tecnologías en un estado temprano puede poner en riesgo la madurez de las funciones y la experiencia del usuario. Las tecnologías que hoy permiten, por ejemplo, usar un iPhone de forma remota desde un Mac - que sigue sin estar disponible en la UE - han sido afinadas para que funcionen sin fricción, sin latencias, con seguridad garantizada. Reproducir esto en entornos donde no existe el mismo control no sólo es extremadamente complejo, sino que podría resultar en fallos que afecten a los usuarios de Apple sin que la compañía tenga capacidad de respuesta directa.
Apple ve falta de claridad en el marco regulatorio y no vislumbra una solución cercana

Un punto crítico adicional que Apple puso sobre la mesa fue la naturaleza cambiante e inestable de la regulación europea. Según la compañía, el marco legal actual carece de una hoja de ruta clara. Cada vez que Apple cumple una exigencia, aparecen nuevos requisitos o interpretaciones que amplían el alcance de las obligaciones, lo que impide cerrar etapas de cumplimiento de forma definitiva.
La marca tiene la sensación que cada vez que cunplen con lo que se les pide, se empujan un poco más los límites. Tampoco ven una fecha próxima en la que estas disputas vayan a cerrarse por completo. Esta sensación de incertidumbre complica enormemente la planificación técnica y legal de sus equipos, que deben adaptar continuamente el software y el diseño de productos a un terreno regulatorio que cambia constantemente.
Apple afirma que, si bien están comprometidos con el cumplimiento de las leyes y regulaciones europeas, también necesitan garantías de que este proceso se dará dentro de un marco técnico coherente, razonable y que respete su modelo de privacidad y seguridad. La compañía pide, en resumen, una regulación proporcional, justa y técnicamente viable.
Apple mantiene su compromiso con Europa, pero defiende sus principios técnicos

A pesar de las tensiones, Apple ha reiterado durante la reunión su voluntad de seguir colaborando con las autoridades europeas. Reconocen que una regulación que promueva la competencia y la protección del consumidor es necesaria, pero insisten en que debe hacerse sin comprometer la seguridad, la privacidad ni la experiencia del usuario.
La marca asegura que no pueden aceptar regulaciones que obligan a comprometer la privacidad y seguridad de sus usuarios. La compañía mantiene así su apuesta por un ecosistema controlado, donde las decisiones técnicas se tomen con base en la protección integral del usuario y no en criterios meramente políticos o económicos.
El futuro inmediato de esta discusión dependerá en buena medida de cómo la Unión Europea articule sus próximos pasos, y de hasta qué punto está dispuesta a aceptar matices técnicos en la aplicación de sus normas. Apple, por su parte, no da señales de ceder en su visión de la tecnología como una herramienta que debe ser segura por diseño y privada por defecto.
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Koji
Yo creo que al margen de lo que opine cada uno sobre las políticas comerciales de Apple, parece bastante claro que la privacidad está empezando a molestar a los gobiernos del mundo, y lo hemos visto abiertamente y a las claras con lo que trascendió en Reino Unido y la solicitud sin tapujos de puertas traseras.
Seguramente hay formas mas acertadas de defender la privacidad, como el uso de estándares abiertos, seguros y verificables, pero por lo menos Apple ha sido de plantear éste debate tan trascendental abiertamente, y me da igual que sea por propio interés comercial.
No podemos esperar a actores puros que cambien las cosas, con sus problemas y contradicciones como en el caso de China, Apple ha sido capaz de plantear un debate acertado y trascendental desde el corazón de la industria tecnológica, con límites que muy a menudo limitan su capacidad de ofrecer determinados productos, en especial en ésta época de recogida masiva de datos por parte de las empresas para entrenar las inteligencias artificiales.
church1987
Va va que lo abran y ya está, lo mismo decían del NFC y todavía no he visto noticias que alguien haya tenido problemas de privacidad por eso
hillvineyard
No cuela pero para nada, Apple
sanj
A ver: tan libre es la Unión Europea de establecer la legislación que considere (y se apruebe en el Parlamento Europeo, con lo cual más democrático, imposible) en SU TERRITORIO... como de Apple de considerar si le merece la pena o no operar/vender en la UE sus productos.
Pero si decide que sí, la leyes las ponen las instituciones.
Por cierto, para Applesfera otros territorios como EE.UU. o China no parecen ser tan malos. No hay ni de lejos tantos artículos criticando las regulaciones digitales de esos países, cuando -por ejemplo- en EE.UU. si no quieres que los polis revisen tu móvil te pueden detener, sin ir más lejos, o en China con sus cámaras en todos lados y las aplicaciones de fuera están prohibidas.
Ambos (y otros) son zonas donde la seguridad/privacidad de los datos es infinitamente menor que en la UE.
Pero nada, Applesfera "raca raca" con que la UE es la mala malísima, cuando es de las zonas del mundo donde la privacidad de los usuarios está mejor protegida, justo lo mismo que Apple.
Uti
Se me echarán encima una vez más, pero que Apple agite el fantasma de la privacidad para recortarle prestaciones a Europa es la excusa que se pone para castigar a los europeos.
Si a los demás países les ponen esas apps, como iPhone Mirroring por ejemplo, digo yo que estarán más expuestos que nosotros que no lo vamos a tener ¿No?
Lo de la seguridad y privacidad, hoy día, ahora mismo, es una falacia, en todos estos años todos nos han robado ya todos los datos que han querido, el daño está hecho desde hace mucho tiempo.
¿Qué me puede pasar, que me bombardeen con más publicidad? Ahora mismo recibo ya cada día como quince emails no deseados, de esos de "Su cuenta iCloud está saturada y va a perder todos sus datos" o cosas así.
¿En qué va a aumentar mi inseguridad por tener iPhone Mirroring? ¡En nada!
Apple se comporta como ese niño rencoroso y vengativo que todos hemos visto en el patio del colegio. Está creando el caldo de cultivo para que, si algún día le sale COMPETENCIA de verdad, la gente se vaya en masa.
adrianac1990
Esto está muy claro y es muy fácil.
En cuanto enciendes un iPhone por primera vez tiene que aparecer un mensaje bien grande con dos únicas opciones.
La pregunta:
¿Cómo deseas empezar a usar tu iPhone?
Las respuestas:
A) Como le sale de las pelotas a la UE a riesgo de tu privacidad y seguridad
B) Como hasta ahora.
Y cada cual que elija lo que quiera. Yo lo tengo claro.
rafa286
Aquí la única seguridad comprometida es la de que pases por caja.