Parece que eso de poner un leopardo de las nieves en la caja de un sistema operativo no era tan buena idea después de todo. Unos dicen que las cajas blancas no venden, otros reclaman el retorno de la omnipresente X y hasta los hay que todas estas cosas les dan igual mientras el producto sea una maravilla (unos locos, claro). Pero lo que no esperábamos es que Apple hubiese sometido a una sesión de Photoshop a nuestro felino amigo.
Comparando la fotografía original (incluida entre los nuevos fondos de pantalla de Snow Leopard) con la caja de la nueva versión de Mac OS X podemos comprobar como no solo se han eliminado ciertos rastros de sangre de las fauces del leopardo, sino que se han realizado otros retoques en los ojos (más intensos y “achinados”), la mandíbula (más redondeada y simétrica) y el pelaje (menos pelos de alborotados).
¿No superaba el leopardo los cánones estéticos de Steve Jobs o es cosa simplemente del diseñador de turno? Conociendo a Apple y su poca afición a dejar cosas al azar, lo dudo mucho. En cualquier caso, veo bastante más válidos estos retoques que los que han sufrido algunas de las imágenes del fotógrafo de National Geographic Steve Winter incluidas como fondo de pantalla.
Fotografía original. Como dicen en Gizmodo, a lo mejor la sangre de la boca del leopardo pertenece a Windows 7, todo su equipo de desarrolladores, dos guías del zoo y seis bebes junto a sus madres. ¡GATO MALO!
Winter es un confeso usuario de Aperture desde que allá por la versión 1.5 declaró que la aplicación de procesado RAW de Apple se había convertido para el “en algo tan esencial como la cámara, el objetivo y el trípode.” Desconozco si las versiones para fondo de pantalla de sus fotografías del leopardo de las nieves son un nuevo procesado realizado por él de las fotos originales con las que ganó el prestigioso Wildlife Photographer of the Year 2008 o meros retoques en manos de “cualquiera”, pero salta a la vista que no han salido ganando precisamente en el proceso.
Versión original
Cuando se comparan de tú a tú (en estas versiones reducidas de tamaño algunas de las peores diferencias no son tan evidentes), los fondos están artificialmente saturados, sobreexpuestos y recortados. Winter realizó las fotografías utilizando catorce cámaras trampa construidas con una réflex de 8 megapíxeles dirigida a aficionados, la Canon EOS 350D. Esto hizo viable económicamente el proyecto, pero no se le pueden pedir peras al olmo y hacer un reencuadre tan radical como el de la imagen de arriba tan solo ha logrado convertir la foto ganadora de uno de los premios de fotografía de naturaleza más importantes del mundo en un borrón.
Versión original
Vía | Gizmodo
En Applesfera | Aperture y el Leopardo de las nieves a 3600 metros de altura
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