Sí, puede que esta historia nos suene ya de algo, pero es totalmente nueva. Y es que el Apple Watch ha vuelto a hacerlo. La tecnología alrededor de la salud en el reloj de Apple está en constante evolución y cada vez se van incorporando más capacidades. Algo fundamental a lo que quizá no se le da importancia hasta que se ve su potencial.
El Apple Watch también se ha convertido en una herramienta de monitoreo de la salud muy útil y completa. Los sensores que incorpora nos permiten llevar un seguimiento de nuestros signos vitales, lo que puede resultar de gran importancia para la detección temprana de situaciones anómalas.
Estar sobre aviso puede marcar una gran diferencia
En esta tesitura se encontró recientemente April Underwood, que compartió su experiencia personal en la que el Apple Watch le notificó un ritmo cardíaco alto tras un vuelo en avión. Veinticuatro horas después, comenzó a sentir dolor abdominal y, 48 horas después, fue sometida a una apendicectomía. La clave está en que la capacidad del Apple Watch para detectar cambios en la frecuencia cardíaca permitió a Underwood buscar atención médica antes de que la situación se agravara aún más.
Two days ago, after landing in Cabo, I got an Apple Watch high heart rate notification for the first time ever. 24 hours later, I started having abdominal pain. 48 hours later, I am now appendix-free.
— April Underwood (@aunder) February 20, 2023
Como mencionó Underwood en un tuit posterior, no puede afirmar con certeza que su alerta de ritmo cardíaco alto estuviera relacionada directamente con el dolor abdominal que experimentó. Sin embargo, la notificación del reloj hizo que se tomara sus síntomas más en serio y que buscara atención médica antes de que pudiera haber complicaciones. Justo lo que subraya la importancia del Apple Watch en la prevención y detección temprana de anomalías.
Los dispositivos wereables, como el Apple Watch, nos brindan una herramienta para supervisar nuestras salud en tiempo real. Un seguimiento que puede incluso fomentar un mayor compromiso con el autocuidado y llevar a una atención médica más temprana y efectiva. Generación a generación el Apple Watch ha ido añadiendo capacidades a la hora de recopilar y registrar una gran cantidad de métricas relacionadas con la salud, desde el ritmo cardíaco hasta la actividad física diaria, el consumo de calorías y la calidad del sueño.
El hecho de que estos datos estén fácilmente disponibles en la muñeca y en nuestro iPhone, facilita que tomemos consciencia y nos familiaricemos con ciertas métricas. Si a eso le sumamos que el Apple Watch aprende a conocer nuestros valores habituales para lanzar avisos ante irregularidades, estamos ante una información muy valiosa. El caso expuesto por Underwood, es uno más de muchos en los que, una información en el momento preciso, marca la diferencia.
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