El otro día varios lectores nos recordásteis algo que es un secreto a voces: cuando el iPhone está a una temperatura muy alta, si lo pones a cargar en vez de cargarse se descarga. Y no podrás hacer nada. El terminal, como medida de seguridad, no conducirá la electricidad, a la espera de que la temperatura pico descienda y, entonces sí, comience el proceso de carga.
No tardé en comprobarlo. Así que, desesperado por no saber cómo enfriar el iPhone, probé algo que me parecía una idiotez al principio pero resultó ser una solución definitiva.
Una peana que cada noche dejo en el frigorífico
Tengo un iPhone 14 Pro que habitualmente cargo cada ciclo de 24 horas, normalmente a primera hora de la mañana. Nunca espero a que baje del 10% ni que supere el ulbral del 90%, mediante un Atajo.
Así bien, en torno a las 9 am lo pongo a cargar y a la media hora lo retiro. Pero como ya sabéis muchos de los que nos habéis escrito, ahora en verano durante ese lapso el smartphone se pone a una temperatura peligrosa. No quema en las manos, pero mejor no tocarlo. La solución que he encontrado la tenía delante de mis narices: una peana enfriada.
Para ello solo necesitas una peana de aluminio. Casi cualquier metal es un magnífico conductor de la temperatura, pero el aluminio en particular es mejor que el magnesio y otras aleaciones más densas. Lo sé, parece una tontería. Pero concededme el beneficio de la duda. Funciona: cada noche dejo la peana en el cajón superior del congelador de mi frigorífico y cada mañana lo saco y lo pongo a cargar ahí encima.
Eso sí, si quieres probarlo, retira cualquier tipo de funda o protección que tenga tu iPhone. De lo contrario, el frío irá a disiparse sobre la protección, no sobre la trasera del iPhone. Vivo en Toledo y sé lo que es pasar calor, pero al menos de esta forma no estaré desconectado.
Si se moja un poco no pasa nada. Muchos modelos de iPhone cuentan con grados de protección lo suficientemente elevados. El iPhone 14 Pro cuenta con certificación IP67, lo que lo hace resistente al agua y al polvo —hasta 1 metro durante 30 minutos—. El XR, por ejemplo, es aún más resistente, ya que posee un certificado IP68.
Lo que os puedo certificar es que a mí me ha resuelto la papeleta. El iPhone se calienta mucho menos y nunca ha vuelto a quedarse congelado o sin cargar. Cada mañana, la peana sale escarchada y mantiene a raya ese exceso de temperatura. En cualquier caso, puedes usar superficies lisas o con un grosor mayor que conserve el frío durante más tiempo, quizá incluso con mejores resultados. Pero conviene tener en cuenta que debes evitar el agua o mojar demasiado la superficie del iPhone. Seguridad ante todo.
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