Si un Mac es utilizado por más de una persona, lo ideal para Apple es que cada una de esas personas tenga su propia cuenta de usuario en el ordenador y por lo tanto cada uno podrá tener su cuenta de iCloud adecuadamente sincronizada y sus archivos personales en carpetas de usuario diferentes.
Pero hay algo que puede llegar a confundir, sobretodo cuando el administrador de ese Mac quiere consultar los archivos de otro usuario por la razón que sea: los permisos de cada usuario obligan a ese administrador a introducir su contraseña repetidas veces, lo que hace que rescatar ficheros de cuentas de usuario antiguas se pueda convertir en un infierno. Tranquilos: hay un modo de hacerlo más sencillo.
Este es el aspecto que tiene la carpeta de un usuario estándar vista desde la cuenta de administrador: a excepción de la carpeta pública, el resto de directorios tienen una señal de prohibido indicando que no tenemos los permisos adecuados para acceder a ella. Es precisamente el mensaje que nos aparecerá si hacemos doble click en una de ellas para intentar entrar:
Ningún problema. Lo que haremos será seleccionar la carpeta que queramos compartir y pulsar CMD + I para que el diálogo con la información de la carpeta aparezca. Nos interesa la zona inferior, concretamente la sección Compartir y permisos. Ahí deberíamos ver cómo los permisos de lectura y escritura sólo los tiene el usuario estándar propietario de esa carpeta:
Pulsaremos en el candado del rincón inferior derecho para poder modificar las preferencias de esa sección (nos pedirá nuestra contraseña de administrador), y luego pulsaremos sobre el botón "+" con el que podremos agregarnos a nosotros mismos (el administrador) como otro usuario con acceso.
Veremos que el icono de prohibido de la carpeta ha desaparecido, pero aún no hemos terminado. En la lista de usuarios, modificaremos nuestros privilegios y los dejaremos en "Lectura y escritura":
Finalmente, pulsaremos en el botón del engranaje y seleccionaremos "Aplicar a los ítems incluidos" para que ese cambio de permisos y privilegios se refleje no sólo en la carpeta seleccionada si no en todo el árbol de carpetas y ficheros que contenga, de forma recursiva:
Listo, ya tenemos acceso a esa carpeta de ficheros, aunque sea de otro usuario diferente y sin que el ordenador nos pida la contraseña de administrador o directamente nos deniegue el acceso una y otra vez.
Imagen | kleuske
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