Una de las cosas que más nos gustan de Apple es la simplicidad con la que se realizan las mismas tareas que en otros sistemas llevan mucho más tiempo. Gran parte del mérito la tiene no sólo el software, diseñado teniendo muy en cuenta esa característica, sino también el propio diseño industrial de los productos.
Cuando el iMac original (con procesador PowerPC G3) salió al mercado, su diseño rompió con la visión que la gente tenía de la informática en aquella época. De hecho, es lógico pensar que los iMac fueron el producto que comenzó a resucitar a una Apple que, en aquella época, se encontraba al borde de la quiebra.
En el vídeo, veréis una secuencia de apertura de dos ordenadores: Un HP Pavillion y el iMac. El lema, lo suele repetir mucho Apple: "Listo para todo, con sólo sacarlo de la caja".
Vídeo | iMac Simplicity Shootout (YouTube)
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