La sorpresa de la tarde en la linea de ordenadores Mac junto al MacBook Pro con pantalla retina de 13 pulgadas y el nuevo Mac mini es un nuevo iMac tan delgado que hace que la anterior generación parezca de la década pasada. No hablamos de una pequeña reducción, hablamos de un equipo que es un 80% más fino con un grosor de tan solo 5mm en los bordes, y todo ello sin renunciar a un ápice de potencia.
Para lograr este logro de ingeniería, Apple ha utilizado mucho de lo aprendido gracias a la familia iOS, y la pantalla, un 45% más delgada que la generación anterior, se fusiona con el cristal logrando hacer que la imagen parezca flotar sobre su superficie al tiempo que reduce en un 75% los reflejos. Definitivamente una noticia excelente.
En el interior, el nuevo iMac de octava generación es más rápido y cuenta con mejores gráficos y más memoria a partir de la configuración más básica, compuesta por procesadores Core i5 de cuatro núcleos a 2,7 GHz y 2,9 GHz y tarjetas gráficas GeForce GT 640M y GeForce GTX 660M para los modelos de 21,5 y 27 pulgadas respectivamente. Ambos modelos cuentan con 8 GB de RAM (ampliables a 32 GB) y 1 TB de disco duro, pero aquí es donde encontramos otra de las grandes novedades de esta generación…
Además del clásico disco duro y la opción de configuración con una segunda unidad de memoria sólida de hasta 768 GB, el nuevo iMac nos ofrece una tercera opción: Fusion Drive, un disco híbrido que fusiona una memoria SSD de 128 GB con un disco duro de 1TB (o 3TB) gestionados de forma automática por el sistema para ofrecernos lo mejor de dos mundos, velocidad sin renunciar a capacidad, moviendo al disco SSD aquellas aplicaciones y documentos que utilicemos más y almacenando en el disco duro el resto de forma totalmente transparente.
Otras mejoras incluyen nuevos micrófonos duales, perfectos para la nueva función de dictado de OS X, cuatro puertos USB 3.0, y conectividad Bluetooth 4.0. Como cabria esperar la unidad óptica ha pasado a mejor vida, aunque Apple ofrecerá una nueva unidad externa para quienes sigan dependiendo de ella, moviendo a la parte trasera también el lector de tarjetas SDXC.
El iMac de 21,5 pulgadas estará disponible el mes que viene a partir de 1379 euros mientras que el modelo de 27 pulgadas llegará algo más tarde, en diciembre, a partir de 1899 euros. Precios bastante razonables dentro de la gama y que sin duda se habrían disparado hasta las nubes de haber incorporado pantallas retina. Esperemos que los MacBooks Pro sigan empujando hacia abajo los precios de este tipo de paneles para hacerlos factibles para la próxima generación del Mac de escritorio más popular.
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