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iMac M1 (2021), análisis: la visión del futuro

La primera vez que vi el iMac G3 original no podía creer que aquello fuera un ordenador. Me costó entender, en pleno 1998, por qué tenía ese aspecto translúcido, por qué no llevaba disquetera, cómo íbamos a usar aquello de los “USB” para almacenar archivos y sobre todo, por qué no existía ningún ordenador así hasta ese momento. Y los colores. Aquel “Bondi Blue” original, que recordaba los tonos de una de las playas más bonitas de Sydney, en Australia.

“Cuando le preguntas a alguien cuál es su color favorito, nadie te dice: ‘el beige’” - decía el actor Jeff Goldblum en un anuncio para Apple de la época - “El beige ni siquiera me parece un color, es como la nada, como el aburrimiento. ¿Por qué nadie de los que hacen ordenadores ha pensado en otro color para construirlos?”. Todo esto se convirtió en - para mi - uno de los anuncios más bonitos de Apple, y que tantas intenciones escondía: “Lo siento, no lo fabricamos en beige.”

Aquel iMac lo puso todo del revés, lo envió todo al traste pero sirvió para repensarlo todo, pensarlo diferente. Muchos dicen que la idea del “Think Different” vino de este momento. Steve Jobs apostaba el todo o nada con él. Volvió a la compañía cuando estaba en bancarrota, enterró cualquier otro proyecto y despertó el espíritu pirata y demoledor del Macintosh original. Un equipo, pizarra en blanco y a pensar locuras. Necesitaban un sentimiento de pertenencia para crear de nuevo algo suyo y único, para el resto de nosotros. “Si pensamos en el futuro y en algo diferente y original… ¿Que ordenador tendrían ‘Los Jetsons’, por ejemplo?” - pensó un jovencísimo Jonathan Ive, fascinado por la extravagancia de aquel proyecto pero sorprendentemente seguro de si mismo.

“Dibújalo. Y necesitamos un nombre.” - contestó Jobs.

Consumer 1, también conocido como MacMan

Imaginad a un Steve Jobs sin nada que perder entrando a una sala de reuniones con el equipo de marketing, para hablar del producto que debía salvar Apple o enterrarla definitivamente. “Ya tenemos un nombre que nos encanta“ - era mentira, el nombre era horrible - “Pero quiero ver si lo podéis superar.”

El nombre del iMac iba a ser "MacMan", si los creativos no encontraban nada mejor en dos semanas

Ken Segall, director creativo de Apple en la época, dice que cuando oyó aquella propuesta de nombre se le heló literalmente la sangre. Jobs quería llamarlo “MacMan”, y encima había sido idea del mismísimo Phill Schiller, nada más y nada menos que el responsable de marketing mundial de la compañía, y mano derecha de Steve. Schiller tuiteó hace unos años que en realidad todo fue una broma entre ellos, ya que querían construir algo que llegara a ser tan reconocido como el WalkMan de Sony. "Pues llámalo MacMan", le dijo inocentemente Schiller. Jobs tenía claro que era un nombre terrible, pero quería presionar de esta forma a los creativos a encontrar algo realmente bueno: "Si en dos semanas no encontráis un nombre mejor, se acabará llamando MacMan y será vuestra culpa".

Internamente el nombre técnico real era "Consumer 1", designado así por el espacio del famoso cuadrante de consumidor / profesional donde este nuevo ordenador iba a ocupar uno de los huecos más importantes. Segall llenó su despacho de notas adhesivas con diversos nombres, entre los que se encontraban "iMac" y "MiniMac". Curiosamente este último sería recuperado en 2005 para el lanzamiento del ya conocidísimo Mac mini. Aunque todo comenzó como una broma, aquello del MacMan dejó clara una cosa: el uso abreviado de la palabra "Macintosh" en la designación de todos los nuevos productos de la compañía.

La historia del iMac es puro ADN Apple

El iMac: desde la versión original G3 hasta el último diseño lanzado en 2020

Es importante entender por qué el iMac es tan importante para Apple. Sucesor natural del Macintosh - que se dice pronto - y el producto que salvó a Apple e hizo posible todo lo que vino después. Fue además una de las apuestas más arriesgadas que se han dado en el mundo de la tecnología, creando una máquina radicalmente alejada de lo habitual (en la publicidad de la época se referían a él como el "anti-PC"), con decisiones valientes como la eliminación de la disquetera para la época o el diseño.

Steve Jobs volcó en el iMac todo lo que deseaba que Apple fuera en el futuro: si aquel ordenador tenía éxito, sabía que Apple también lo tendría

Internamente, puso encima de la mesa mucho de lo que hoy consideramos el ADN de la compañía, como la "i" del nombre que más tarde encontraremos en el resto de productos. Es también el único producto que la compañía vendía en 1998 y se sigue vendiendo. Y aunque haya estado cerca de 10 años sin actualizarse en cuanto a diseño, se considera el epicentro de la gama Mac desde donde parten el resto de familias.

Hoy hablaremos sobre lo que Apple ha estado preparando - o esperando - todos estos años: una nueva generación interior y exterior, la puesta al día de uno de los Mac más recordados de su historia, y también un cambio de rumbo que mira al futuro. Y por primera vez, todo se ha construido alrededor de Apple Silicon y de sus posibilidades.

Un unboxing diferente

El primer cambio ya lo advertimos desde la caja: se aleja de la apariencia en forma de trapecio de las generaciones anteriores y ahora es completamente rectangular y más cómoda de transportar. Ojo a los detalles: el asa de sujeción de la misma es del color que hagamos elegido para el Mac, fabricada en nylon trenzado. Cuando la ponemos encima de la mesa y la abrimos, empiezan las sorpresas.

La nueva caja nos da la bienvenida: si separamos los laterales, el resto de lados se separarán solos dejándonos sacar el iMac

El nuevo diseño de la caja está pensado para separar los lados, momento en el que se abrirá también por la parte inferior sin necesidad de tocarla (podéis verlo al detalle en el vídeo de este análisis). En el centro, el frontal del iMac cubierto con una protección pero que deja entrever la palabra "hello", dibujada en el adhesivo que protege la pantalla. Separar el iMac de aquí es tan sencillo como cogerlo por los lados. Justo en ese momento la primera impresión que nos llevamos es lo ligero y lo extremadamente delgado que es: 4,46 kg de peso y tan fino como lo son 1,15 cm de profundidad.

Una vez sacado el iMac, vemos la caja con los accesorios, cuya iconografía por supuesto también está impresa con el color que hayamos escogido del Mac. Se incluye el Magic Keyboard y el Magic Mouse, junto con un cable USB-C a Lightning para cargarlos - pero fabricado también en nylon trenzado que parece ser de calidad para evitar roturas.

Otra novedad, el cable magnético que alimenta el ordenador, anclado a un cargador (no se puede separar de él), además se puede utilizar también para conectar un cable ethernet RJ45. Al parecer, el grosor del nuevo iMac es tan delgado que se ha optado por incluirlo aquí, también para que desparezca un cable más de la mesa. Por último, el conector de corriente adaptado al país que se conecta a este cargador, y por supuesto el tradicional juego de documentación con los trípticos de bienvenida y puesta en marcha, información legal y de nuevo, unas pegatinas de Apple del color que hayamos escogido para el iMac.

En serio, ¿dónde está el ordenador?

Apple ha ganado muchísima experiencia en la miniaturización: el propio desarrollo de los Apple Silicon a lo largo de los últimos diez años ha sido clave en el iPhone y en el iPad y durante la década que empezamos lo será en los Mac. El mejor ejemplo es el nuevo diseño de este nuevo iMac: un ordenador extremadamente fino, incluso si lo consideráramos sólo un monitor. Tiene 1,15 cm de profundidad, es tan delgado, que Apple ha tenido que añadir el jack de audio de 3,5" en el lateral izquierdo en lugar de la parte trasera porque sino, atravesaría la pantalla.

El conector jack de 3,5 mm es más largo que ancha la pantalla, por eso Apple ha tenido que ponerlo en el lateral

Hace 23 años, el iMac G3 continuaba la senda del Macintosh de 1984: ordenador y monitor, todo en uno. "Nunca confíes en un ordenador que no puedes levantar" - dijo Jobs en aquella presentación inaugural. Con el iMac de 1998, el monitor CRT translúcido comenzó las preguntas cuando alguien lo veía encima de la mesa: "¿Dónde está la torre del ordenador?". Con las siguientes versiones con pantalla plana, el efecto era más espectacular, redondeándose en el modelo G5 que ya contaba con toda la circuitería detrás de ella.

El iMac de 2020 vs el iMac de 2021

Con la versión de 2021, aún estando familiarizados con iPhones, iPads y demás tecnología extremadamente pequeña y diseñada para la movilidad, el nuevo diseño sorprende más que nunca encima de la mesa. Si lo miramos de lado, empieza a tornarse casi imperceptible: la reducción de volumen de este iMac comparado con el modelo anterior de 21,5" es del 50%. Es decir, su envergadura es la mitad de aquel modelo con pantalla más pequeña, contando ahora con más pulgadas y una potencia mucho mayor.

Este nuevo iMac se ha diseñado con muchas más posibilidades de diseño del que ofrecían los procesadores Intel, así que Apple tuvo en cuenta la integración y la eficiencia energética y térmica de los procesadores M1: la CPU, GPU y el resto de componentes ya no están separados por la placa base con en las generaciones anteriores, sino que están dentro del SoC (sistema en chip) del M1, lo que hace que no sea necesario más espacio y permite utilizar unos ventiladores radicalmente más pequeños.

iMac 2021 vs iPad Pro 2020

El resultado en envergadura es un Mac de aproximadamente 4,48 kg, extremadamente delgado y cómodo, fácilmente transportable que podemos cambiar de habitación sin apenas esfuerzo. Y aún con todo lo que sabemos hoy en día de tecnología, es increíble pensar que hay un ordenador ahí dentro. Puesto de lado frente al iPad Pro de 2020 incluso parecen primos lejanos - ambos metáforas de que la tecnología debe desaparecer delante de nuestros ojos para centrarnos en el contenido.

El objetivo del iMac original era conseguir un producto atractivo, pero minimizando la tecnología cuando empezamos a usarlo

Estoy plenamente convencido de que este objetivo era el que Jobs tenía en mente no sólo con el iMac G3 original, y también con el Macintosh: una pieza de tecnología reducida al mínimo, extremadamente bien diseñada pero pensaba para "desaparecer" al comenzar utilizarse. Sin montículo trasero, o filos trampa, un rectángulo perfecto de lado a lado: hoy podemos decir que el iMac que quizás llevábamos años imaginando es por fin una realidad.

El punto de apoyo y un conector magnético para el escritorio

La peana tiene un nuevo diseño también y es más pequeña que el de cualquier generación anterior, y tiene el centro de gravedad más desplazado hacia su base que lo hacen muy estable en la mesa. Líneas muy rectas, nos alejamos del diseño más curvado de la peana del anterior iMac, y ahora cuenta con una familiar bisagra exterior. Digo familiar porque nos recordará a otros modelos, como la original del iMac G4 y su espectacular brazo articulado que prácticamente hacía que la pantalla "flotara" delante de nuestros ojos, o la que incluía el iMac G5 original, muy similar a ésta pero más grande.

Esta peana es muy similar a la que trae la pantalla Pro Display XDR, sólo que con una bisagra en lugar de las dos que tiene el monitor profesional de Apple. Esta bisagra es muy robusta y cómoda para manejar el ángulo de inclinación del monitor (podremos voltearlo unos 45º aproximadamente), que podemos mover perfectamente con una sola mano (incluso con un sólo dedo, como veis en el vídeo). El diseño de la misma es completamente minimalista, ocultando el mecanismo de anclaje y rotación con la pantalla.

La peana del nuevo iMac es increíblemente minimalista, ocultando incluso el anclaje y la rotación a la vista

Si no necesitamos tener el iMac encima de la mesa, podemos comprarlo mediante una opción especial que nos lo prepara con un montaje VESA interno: esto quiere decir que podemos utilizar cualquier anclaje VESA del mercado, pero tenemos que decidirlo en el momento de la compra, ya que la peana no puede extraerse a posteriori (además habría que montar los refuerzos para VESA en el interior del iMac). El precio, en ambas opciones, es el mismo.

Este es el conector magnético del nuevo iMac 2021

Una de las novedades de esta generación es que cuenta con un conector magnético para la alimentación que inexplicablemente no han llamado "MagSafe" (aunque creo que todos acabaremos llamándoselo así) pero que hace exactamente lo mismo: se ancla de forma muy robusta a la pantalla simplemente acercando el extremo del conector al puerto de forma magnética. El cable está fabricado en nylon reforzado y parece de muy buena calidad, del grosor habitual al conector de corriente del resto de Macs y del color que hayamos escogido, contando como he comentado antes con un puerto Gigabit Ethernet incorporado en el cargador que - ojo - no está incluido en el modelo de entrada, sino en los dos posteriores.

Este conector se adhiere de forma bastante segura, evitando que aunque pendulemos la pantalla variando el ángulo de visión mediante la bisagra, se suelte. Además cuenta con el habitual orificio de los iMac para pasar el cable a través de él, con la suficiente holgura como para que estos movimientos no tropiecen. En mis pruebas, incluso tirando sólo del cable, la pantalla pivota sin desprenderse del anclaje magnético, por lo que parece muy bien pensado para este propósito.

El iMac, convertido en icono

El lenguaje visual del iMac se define por si mismo: su silueta es ya un icono en el mundo de la tecnología

El diseño frontal del iMac está pensado para que sepamos qué es un iMac. Es prácticamente la silueta que representa al icono, incluso ha perdido el logotipo frontal de la manzana, en un nuevo ejercicio de minimalismo por parte de la compañía. Y es que, este ordenador es perfectamente reconocible sin ella. ¿Habéis visto un iMac en una película, con una nota adhesiva tapando la marca para evitar hacer publicidad? Ese diseño es inconfundible. Y precisamente por ello, Apple parece que ha quedado darle relevancia.

Partiendo de la idea del iPad Pro en cuanto a formas, con el característico toque de la "barbilla" del iMac, esta vez convertido en una zona de color sin más. Muchos esperaban un iMac M1 más parecido a un iPad Pro con peana, pero el sistema de ventilación activa que debe incorporar este ordenador esta situado precisamente en esta zona, junto al resto de componentes que - realmente - están en esta zona. También se ha utilizado para acomodar el nuevo sistema de sonido, ganando en algo más de espacio que si estuviera solapado con la pantalla y con la proximidad de la salida inferior del sonido, que rebota en la mesa para que lo oigamos de forma frontal.

Esta parte inferior de la pantalla es del color que hayamos escogido el Mac, con tonos más pastel. El modelo de análisis desde el que os estoy escribiendo es de color azul, siendo una tonalidad muy ligera en esta zona. El marco que envuelve la pantalla es, en todos los modelos, de color blanco, yendo en contra de prácticamente todos los marcos de pantalla del mercado. El negro siempre ha sido un color muy elegido para esta zona (la propia Apple los usa en sus MacBook y MacBook Pro actuales) debido a su particularidad de absorción de luz del color negro que los esconde cuando estamos concentrados en el contenido.

Los marcos blancos, lejos de distraer, ayudan a concentrarnos en el contenido

En el día a día, los marcos blancos realmente no importan tanto aquí. Apple también tuvo iPhones con marcos blancos (antes de la generación del iPhone X). En este iMac, la calidad y luminosidad de la pantalla, así como el poco grosor de los mismos no los hace destacar por encima del contenido, ni causan un contraste que nos impida apreciar todos los matices de la imagen - incluso en ambientes muy iluminados. Sí que sirven para ensalzar el diseño actual y de nuevo, darle importancia a la forma que traza el diseño del iMac - que no es ni más ni menos que perfilar la esencia de este modelo, manteniendo la experiencia inmersiva de visualización.

"La parte de atrás de nuestro iMac es más bonita que la delantera de la competencia" - Steve Jobs, sobre el iMac G3 original

La parte trasera es dónde la compañía ha buscado enfatizar su imagen de marca, con un logo más grande y con el color que hayamos escogido subido en saturación para que destaque más. Contrasta mucho con la peana, construido con el aluminio reforzado del resto de productos de la compañía, pero que es sorprendentemente discreto. De hecho, cuando vi la keynote pensaba que los colores de estos nuevos iMac eran demasiado estridentes o llamativos, y que quizás mi favorito sería el de color Plata (más clásico). Sin embargo, después de estar probando este modelo en azul, debo decir que el color es bastante discreto y que la suma de todos sus componentes queda muy elegante encima de la mesa.

Cuando hace diez años analicé el modelo cuyo diseño ha estado vigente hasta el iMac que hoy estamos revisando, lo califiqué como "diseñado hacia lo imposible", viendo la tendencia a hacer desaparecer el ordenador y darle importancia a la pantalla. El año pasado, la última generación me pareció más iMac que nunca, porque aún con todos estos años manteniendo la forma seguía siendo un diseño elegante. Esa prestancia y concepto de producto premium proyectado hacia el futuro destaca aún más que nunca en esta generación.

Este nuevo iMac es comodísimo para transportar por casa, o por la oficina. El cable magnético ayuda a no tener que mirar ni siquiera para conectarlo detrás.

La comodidad para moverlo por la casa, la oficina o la tienda se puede considerar también una característica del producto: es el sobremesa más pensado para moverse que conozco. Pienso que la inclusión de un cable de conexión magnética de carga fue incluso pensado para que fuera fácil enchufar y desenchufar incluso sin mirar la parte trasera del iMac. Esté donde esté queda espectacular pero a su vez es discreto, sobre todo si lo combinamos con alguno de los siete colores disponibles: azul, verde, rosa y plata para todos los modelos, y además amarillo, naranja y púrpura si adquirimos el modelo medio o superior.

Magic Keyboard con Touch ID y Magic Mouse, también a juego

El Magic Keyboard que incluye este nuevo modelo es, en cuanto a mecanismo de pulsación de teclas, idéntico al Magic Keyboard del resto de iMac. Misma presión, amortiguación de teclas, amplitud o recorrido de perfil bajo. En un primer contacto me pareció que este nuevo teclado acompañaba algo más a los dedos, pero probándolo varios días (y haciendo una prueba "ciega" de ambos teclados para ver si los diferenciaba por las pulsaciones) me di cuenta que técnicamente son idénticos (también en tamaño, y grosor).

El primer Magic Keyboard con Touch ID, compatible con cualquier Mac M1, no sólo el iMac

Estéticamente hay diferencias: los bordes son más redondeados y las teclas de cada esquina acompañan al arco del aluminio con teclas también redondeadas. El botón "Eject" (obsoleto en los tiempos que corren, donde ya prácticamente nadie lo utilizaba para extraer DVDs) se ha sustituido por un botón Touch ID, que mimetiza el que vimos los iPhone antes de la generación del Face ID (excepto en el modelo de entrada, que trae el teclado Magic Keyboard normal sin Touch ID). La configuración de la huella digital funciona exactamente igual que en cualquier Mac, iPhone o iPad con Touch ID, misma velocidad a la hora de capturar el dedo o de muestrearlo para acceder al ordenador o cambiar de usuario (especialmente útil para esto último).

Es la primera vez que vemos un teclado inalámbrico con Touch ID, por lo que la marca se ha asegurado de que la comunicación entre él y el ordenador sea completamente segura. Por ello, este teclado sólo es compatible utilizándolo con Touch ID con Mac con procesadores M1: la información se codifica y se descodifica empleando el Secure Element en el teclado y comunicándose con el Secure Enclave del M1 en el ordenador. La comunicación entre ambos puntos está codificada de extremo a extremo.

Esto es lo que ocurre cuando conectamos el Magic Keyboard con Touch ID a un Mac M1

¿Es posible utilizar el Magic Keyboard con Touch ID en otro Mac M1? Sí, sin problemas. Incluso la última versión de Big Sur 11.3.1 ya está preparada para ello: para probarlo, conecté este nuevo teclado con el Mac mini M1 que tengo en casa. El Mac lo detectó como un Magic Keyboard con Touch ID y me pidió que pulsara rápidamente dos veces la tecla de encendido del Mac mini para verificar que estaba delante de este ordenador y que estaba desbloqueado. Una vez hecho, apareció en Preferencias del Sistema una nueva opción para almacenar las huellas digitales.

Big Sur ya está preparado para detectar cualquier Mac M1 y configurar el teclado con Touch ID de forma inalámbrica

Algo muy interesante que he descubierto con este teclado, es que se puede utilizar con varios Mac M1, y que depende de donde lo tengamos conectado, se utilizarán las huellas digitales que tengamos registradas en él. Esto es porque el Secure Element del teclado no almacena información personal, sino que se identifica de forma codificada con el Secure Enclave de cada M1 donde se haya enlazado, donde se almacena la información de las huellas. Es decir, cada Secure Enclave tiene un registro de los Secure Element de cada teclado, junto con las huellas que tiene registradas: y esa información jamás sale de ahí.

Así, podéis utilizar el teclado del iMac de forma normal y si lo conectáis a un Mac mini M1 o a un MacBook Air / MacBook Pro M1, configurar huellas distintas: cuando volváis al iMac, podréis identificaros con vuestras huellas originales, pero no con las que habéis utilizado en los otros ordenadores (porque se almacenan en el Secure Enclave de cada uno de ellos). Es muy cómodo si queremos utilizar este teclado en un portátil además de nuestro iMac, sin tener que volver a empezar el proceso de configuración desde el inicio cuando volvemos a casa.

Eso sí, le sigue faltando una cosa: la retroiluminación. Apple debería aprender de lo que han hecho en el fantástico teclado Magic Keyboard del iPad Pro / iPad Air, ya que esa iluminación para quienes utilizamos el Mac por la noche con poca luz puede sernos muy útil. El tono azul del modelo de análisis en el teclado es muy discreto, con la luz directa es prácticamente del color aluminio de un teclado normal: sólo en algunos reflejos y en ciertas condiciones veremos destacar el color, así que sed valientes si queréis elegir un color atrevido para vuestro nuevo iMac porque no es muy llamativo como veis en las imágenes y en el vídeo.

En cuanto al ratón, tenemos el Magic Mouse idéntico al que conocéis. Ninguna funcionalidad añadida al modelo que Apple ya tiene en el mercado y que al menos deberían haber aprovechado para cambiar el modo de carga por algo menos escandaloso, como la carga inalámbrica o algún sistema que permita utilizarlo mientras lo tenemos conectado al cable. En cuanto al color, también muy discreto en el aluminio con tonos azules, quizás aquí aún más imperceptible ya que la zona de color es la parte lateral que tapamos con la mano. La superficie táctil superior sigue siendo blanca en todos los modelos.

Más todo en uno que nunca

La pantalla de este nuevo iMac es de 24", y está contenida en un tamaño similar al que teníamos en el iMac de 21,5" de la generación anterior, debido al adelgazamiento de los bordes que permite tener una diagonal más larga. Es una Pantalla Retina 4.5K a una resolución de 4480x2520 píxeles con un brillo de 500 nits y espacio de color P3. A diferencia del modelo de 21,5" anterior, este nuevo iMac incorpora la tecnología True Tone para mimetizar el balance de color ambiental mediante sensores y llevarlo a la pantalla.

La retroiluminación por LED es idéntica a lo que conocemos de generaciones anteriores, y sigue siendo una pantalla sobresaliente que además mejora de resolución en esta generación: llega prácticamente a los 11.3 millones de píxeles en esta versión 4.5K, y es una delicia trabajar en el día a día, jugar a videojuegos o disfrutar de alguna película en él.

Todos los modelos incluyen dos puertos Thunderbolt 3/USB-4 con capacidad de hasta 40Gb/s, lo que permite conectar periféricos con esta conexión de alta velocidad o incluso un monitor como el Pro Display XDR de Apple de 6K manteniendo la resolución nativa original. Si compramos el modelo intermedio o el superior, el iMac vendrá con dos puertos adicionales USB-3 (de hasta 10 Gb/s) para periféricos extra que no necesiten del máximo de capacidad de la norma Thunderbolt.

Este iMac tienes los mejores altavoces, micrófonos y sistema de sonido que jamás ha incluído cualquier Mac: un auténtico todo en uno

Donde se nota la mejora - sobre todo teniendo en cuenta la necesidad de teletrabajo y la mejora de los equipos domésticos para comunicarnos a distancia - es la espectacular mejora de altavoces, micrófonos y cámara FaceTime HD de este modelo. Los altavoces ahora son de alta fidelidad, y cuentan con cancelación de fuerza en los woofers. Este nuevo iMac cuenta ni más ni menos que con seis de ellos, y permite posicionar el sonido en 360º a quien esté sentado enfrente.

Por ello, es compatible con el audio espacial del sonido Dolby Atmos que por ejemplo mucho del contenido de Apple TV+ ya incorpora. Es literalmente una experiencia ver una película de este tipo delante del iMac, sin necesidad de auriculares ni extra de ningún tipo, y escuchar los detalles de la procedencia del sonido. Incluso se nota en películas sin Dolby Atmos, gracias a la mayor amplitud del sonido estereo entre sus altavoces.

Micrófono trasero, para la cancelación de sonido exterior (sí, es ese punto negro diminuto)

Los micrófonos no se quedan atrás. Este iMac cuenta con tres de ellos con calidad de estudio, una alta relación señal/ruido y muy importante: la tecnología beamforming direccional. Esto permite que los micrófonos aprendan la procedencia de la voz de quien tiene delante, y sepa cancelar el sonido externo a ella. Uno de los micros está incluso estratégicamente situado en la parte trasera del Mac, preparado para la cancelación incluso del eco de la pared con nuestra voz.

La mejora en la cámara FaceTime HD hará que no necesitemos de ningún accesorio externo para nuestras videoconferencias o streamings

Este aislamiento es espectacular en videoconferencias, donde el sonido que se envía desde nuestro iMac es únicamente el de nuestra voz, aislando sonidos de la calle, niños o mascotas - sin que tengamos que hacer absolutamente nada para configurarlo. Para todo esto se utilizan los nada más y nada menos que 16 cores del procesador M1, que aprende a diferenciar qué es nuestro sonido y qué es ruido. Se pueden utilizar perfectamente para grabar audio para podcasts, por ejemplo, sin necesidad de utilizar micro externo. En este sentido, se nota el feedback de Apple en la construcción de la tecnología de los HomePod (este iMac hereda mucho de ella en este sentido y es de agradecer) o incluso de los AirPods: son buenas lecciones aprendidas que le vienen muy bien a este equipo de escritorio para esta mejora en el subsistema sonoro.

Captura de pantalla de la nueva cámara FaceTime HD. En el vídeo, podéis ver una prueba grabada con el micro y la cámara del nuevo iMac

La cámara FaceTime que le llevábamos años pidiendo a Apple también está aquí: mantiene la resolución de 1080p pero ha sido muy mejorada por el procesador de imagen digital del chip M1. Gana en nitidez, en adaptación de la imagen a las condiciones ambiente de luminosidad (incluso cuando empezamos una charla por la tarde y se oscurece - se adapta de forma dinámica y automática) y combinando los altavoces y los nuevos micros dan como resultado un todo-en-uno perfecto para trabajar, divertirnos o comunicarnos desde casa. Podéis ver un ejemplo capturado directamente desde el iMac en el vídeo que se incluye en este análisis, sin procesar y usando sólo el ordenador sin accesorios externos. Son literalmente, la mejor cámara, los mejores altavoces y los mejores micros que jamás ha tenido cualquier Mac hasta la fecha (incluido el MacBook Pro de 16", que ya había sido mejorado sobre todo el audio).

Corazón M1

La razón por la que este iMac puede existir, es el chip M1 de Apple. Integra dentro de él gran parte del sistema completo del ordenador, como la memoria, el disco duro y el subsitema gráfico. Es exactamente el mismo procesador que integra el resto de Macs M1 que ya hemos analizado, y en rendimiento es idéntico al MacBook Pro M1 y al Mac mini M1. Esto es debido a que el iMac también utiliza la ventilación activa a través de ventiladores para refrigerar el chip, por lo que puede llegar a correr más rápido que el MacBook Air - el único Mac con M1 que no posee ventiladores.

El chip M1 de Apple funciona espectacular en el iMac para prácticamente cualquier tarea

Como opciones de compra tenemos tres modelos: el de entrada, con una GPU de 7 núcleos, 256 GB de disco duro SSD y 8 GB de memoria RAM unificada, con teclado sin Touch ID, por 1449€. Si pasamos al siguiente escalón, tendremos el M1 completo con 8 núcleos de CPU y 8 núcleos de GPU y además contaremos con dos puertos USB-C extra, adaptador de corriente con clavija RJ45 (es justo el modelo que estamos analizando) y teclado Touch ID por 1669€. El último escalón en la familia es idéntico a éste, pero con 512 GB de disco duro, por 1899€.

El M1 en este iMac se comporta excelente, como en el resto de la gama: todas las aplicaciones se abren con soltura, el arranque es rápido, y la transición del software a arquitectura Apple Silicon se está dando más ágil que nunca por lo que encontraremos que gran parte del software ya funciona de forma nativa en él (incluidos virtualizadores de Windows como VMWare o Parallels, que en mi experiencia funcionan aún mejor a cómo lo hacían en los Mac Intel).

Algo que sigue sorprendiendo en gráficos es el tremendo desempeño de los 8 núcleos dedicados a ello: en mis pruebas, lo conecté a uno de los últimos lanzamientos de BenQ en monitores UHD 4K Thunderbolt 3 de 27" (modelo PD2725U), como monitor externo.

Trabajando ambas pantallas a su máxima resolución permitida, y el monitor externo trabajando con alto rango dinámico, todo el sistema de comporta con la fluidez y rapidez habitual, incluso usando Lightroom o Photoshop - que en estos Macs M1 exportan casi el doble de rápido que en su generación Intel, y se nota especialmente cuando trabajamos con filtros que aprovechan la inteligencia artificial y el motor de aprendizaje de los 16 núcleos del M1 para aplicar filtros o detección de figuras y capas. Como referencia, he pasado el conocido benchmark Geekbench 5 para que podamos compararlo con el resto de familia M1 de otros análisis:

Comparémoslo con el MacBook Air M1 (que no tiene ventilador) y el MacBook Pro M1 (que tiene un sistema de ventilación activa parecido al de este iMac). Curiosamente, este modelo arroja valores algo más altos que cualquiera de los otros Mac, ayudado con seguridad por la mejora en la disipación:


Puntuación por núcleo

Puntuación multinucleo

imac m1

1750

7699

mac mini m1

1736

7475

macbook pro 13" m1

1725

7418

Macbook air 13" m1

1629

7404

Para pulsar cómo se comporta en subsitema gráfico de este M1 con respecto al resto de la familia, utilicé el conocido Cinebench R23, que prácticamente ha arrojado el mismo resultado que teníamos con los tres modelos anteriores: 1500 puntos exactos contra los 1499 de las pruebas anteriores:

Sólo he escuchado los ventiladores del iMac funcionando con este benchmark funcionando a tope: aún así, es tremendamente silencioso (casi imperceptible, de hecho) y se alejan por completo de los que montaban en generaciones anteriores. Aproveché este momento para medir el calor con un termómetro infrarrojo industrial específico para superficies, capaz de medir con precisión dentro del rango de -50ºC a 680ºC. El calor máximo detectado en las pruebas más exigentes fue de 38º:

Como ya comentamos con estos primeros Mac M1, los benchmark sintéticos como esto sólo deberían servirnos para darnos una aproximación cuantitativa para situar un modelo concreto dentro de un rango. Sin embargo, procesadores como el M1 que utilizan hasta 16 núcleos para el aprendizaje automático en ciertas tareas, son más difíciles de enmarcar y es en el día a día donde realmente descubrimos como es el rendimiento adecuado a nuestro trabajo. Prueba de ello también es el gran rendimiento del disco duro, que se acerca a los 3000MB/s en lectura y escritura:

El trabajo con este iMac es espectacular: me cuesta pensar alguna tarea que no sea capa de hacer, desde trabajar con Office y hojas de cálculo terroríficamente grandes, a editar fotografías gigantes con Photoshop - que por cierto, repito, es una absoluta delicia la mejora que el Machine Learning del M1 aporta a algunos de sus filtros. Con Logic Pro (que ya es completamente nativa en M1, aunque algunos plugins no lo sean) alcanzamos los 70 instrumentos simultáneos en tiempo real. Final Cut Pro funciona espectacular con varios streams simultáneos 4K, previsualizándolos en tiempo real, aplicando filtros, etc... sin ralentizar el resto del sistema o aplicaciones abiertas. Recordad también que el modelo de análisis (de hecho, todos los modelos de análisis que nos ha prestado Apple para los M1) llevan 8GB de RAM,y aún así no hay ningún cuello de botella.

Aquí también probé Rosetta 2 con Steam, probando Shadow of the Tomb Raider que se desenvuelve a unos buenos 46fps, teniendo en cuenta que no es un juego nativo como pueden ser los de Apple Arcade o los lanzados específicamente para M1. Además, ahora ya podemos conectar los mandos de las consolas de última generación que tengamos por casa al Mac y disfrutar de una experiencia más cómoda si queremos jugar a algún título en Big Sur.

El iMac, como se había imaginado

El rediseño de este nuevo modelo de iMac es el más importante desde la generación original: se ha repensado qué puede hacer con un nuevo corazón que permite a Apple diseñar con menos limitaciones la visión de "todo-en-uno" que hoy en día sigue siendo marca de la casa. También juega con el ADN de conseguir ser un buen lienzo creativo para todos aquellos que vayan más allá de las tareas diarias: es el ordenador más preparado para streamings o teletrabajo, silencioso, ligero y bonito de lo que hay ahora mismo en el mercado - con potencia para prácticamente todo.

Su diseño está pensado para llamar la atención, pero también para hacernos su uso más cómodo: usarlo es sencillo, con un sistema operativo muy maduro como Big Sur y un ecosistema que se alimenta de las posibilidades de los iPhone o iPad que podamos tener por casa. La apariencia y los nuevos colores le dan un toque de elegancia al conjunto y permiten que personalicemos incluso el modelo que queremos llevarnos a casa o a la oficina: sed atrevidos, los colores lejos de ser excesivos quedan muy bien encima de cualquier mesa. En Applesfera os podemos adelantar que Apple marcaba la disponibilidad de este nuevo iMac para la segunda quincena de mayo, pero el próximo viernes 21 de Mayo ya estará disponible.

El Mac todo en uno es más todo en uno que nunca: un modelo pensado para que sea útil seas el tipo de usuario que seas, y con un futuro prometedor incluyendo el chip M1 - quizás, el avance más significativo en el mundo Mac de los últimos 20 años: la transición está haciendo más fuerte la gama de productos y prueba de ello es que esta primera hornada de la nueva generación ha vuelto a poner el Mac delante de los ojos de los consumidores. Este iMac y sus posibilidades, conseguirán que no los aparten de él.

iMac M1 8GB/256GB SSD/24" 4.5K Retina Azul

Escucha el último episodio de Las Charlas de Applesfera: "Análisis del iMac M1 y del iPad Pro M1"

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