Adiós a Spotify. Así de claro. Lo que más me ataba a este servicio era su comunidad, sus cientos de playlists con una carátula personalizada. En cuanto vi que eso mismo podía hacerlo desde mi iPhone en Apple Music, creando carpetas dentro de carpetas y pudiendo tenerlo todo ordenado, no miré atrás: se acabó. La mentalidad de que Spotify es el "único" servicio de streaming disponible es algo arcaico que además daña la reputación de la música: ya que pago, prefiero audio sin pérdida de calidad.
La relación de Apple con la música es de sobra conocida, desde los días del iPod hasta las últimas iteraciones. Pero cuando escribí mi réquiem por iTunes entendí hasta qué punto algunas decisiones de la empresa mutaban en torno a esa única idea, con tal de satisfacer el amor que algunos de los líderes de Cupertino tienen por esta manifestación artística. Solo hace falta echar un ojo a los "Imprescindibles" o las recomendaciones personalizadas de Apple Music.
Apple Music Classical, una razón de peso
Apple Music Classical ha sido todo un descubrimiento. Es cierto que todavía tiene un amplio margen de mejora, sin app nativa en iPad ni macOS. Pero la experiencia en iOS es gloriosa y hablamos de un servicio con más de cinco millones de canciones en la más alta calidad, a 24 bits/192 kHz y un amplio archivo que aporta contexto a la grabación y la información de la pieza y los intérpretes.
Y el audio Lossless, es decir, sin pérdidas, es algo que podemos percibir en todo momento, incluso a través de los altavoces de los nuevos Macbook —también compatibles con el audio espacial—. La escena estéreo, los matices y la resolución de cada canción es inmensamente superior. Acompañado de unos auriculares a la altura, la experiencia de escucha no tiene nada que ver.
Y todo ello sin coste extra, ya que se incluye con la suscripción oficial de Apple Music. Una suscripción que solo cuesta 1 euro más al mes y que además puede resultar más barato que Spotify aprovechando ofertas de suscripción o promociones de varios servicios agrupados, como Apple One.
Más especialización, mejor organización
Spotify va camino de convertirse en una especie de TikTok donde primar siempre la novedad, el descubrimiento. Pero la realidad es que mi relación con la música es algo más pausada, más íntima. Me gusta descubrir, pero más redescubrir, volver a ciertos discos de mi infancia, revalorar obras en su contexto, prestando atención al orden de las canciones tal y como fueron concebidas.
Eso es parte del relato de un álbum, al menos en sentido tradicional. Es mi forma de respetar a los autores y de establecer un vínculo emocional, yendo más allá del simple "me gusta este tema, me lo llevo a una playlist y me olvido de todo lo demás".
Apple Music paga más y mejor a los creadores
Pese a que Apple Music gana menos dinero que Spotify en términos brutos, Apple paga mejor a los artistas. Varios cientos de veces mejor. Hace varios años Apple reveló por primera vez cuánto pagaba a los artistas: 0.01 céntimos de dólar por cada reproducción, mientras que Spotify 0.0033 céntimos por cada reproducción.
Una diferencia inmensa ya estemos hablando de un autor que debuta o una gran banda con millones de reproducciones mensuales. Esta debería ser razón suficiente para replanteárselo: si te gusta un compositor, hay mejores formas de apoyarlo que escuchándolo desde Spotify.
En cuanto a precios, Spotify Premium Familiar pasó hace unos días de 14,99 euros a 17,99 euros y la alternativa para estudiantes subió un euro. Ahora se rumorea que vuelvan a hacerlo. Hablamos de 9,99 euros frente a 10,99 euros y a cambio obtengo 120 millones de canciones en calidad HD y un pago decenas de veces más gentil. No hay color.
En Applesfera | Apple Music: qué es, cuánto cuesta y en qué se diferencia de Spotify
En Applesfera | Apple Music Classical, qué es, qué música tiene, cuánto cuesta y cómo usar este servicio con banda sonoras y clásico a la más alta calidad
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