Sin duda fue la noticia más comentada del mundo tecnológico de hace dos días. Según el Wall Street Journal, Apple estaría trabajando en un coche eléctrico. Los que seguimos a la compañía de la manzana de cerca, estamos acostumbrados a escuchar todo tipo de rumores rocambolescos sobre los proyectos secretos de Apple. Pero debo reconocer que el del Apple Car se lleva la palma.
Conforme han pasado las horas y han surgido más noticias sobre el tema, creo que hay argumentos muy interesantes tanto a favor como en contra. Como apasionados de la tecnología, es lógico dejarse llevar por estos rumores. Pero hay que conservar la cabeza fría para analizarlos con más calma. A fin de cuentas, llevamos años de rumores y esperando una televisión completa de Apple que se resiste en llegar.
Teoría #1: El Apple Car es real
Para apoyar esta teoría debemos fijarnos en lo que nos han contado desde el Wall Street Journal. Según este periódico, Apple tendría a centenares de empleados entre ingenieros, diseñadores y supervisores trabajando en un coche eléctrico tipo minivan. Para ello, no habrían reparado en gastos al más puro estilo del millonario John Hammond en la película de Jurassic Park.
En apoyo de esta teoría, Apple habría llevado a cabo una serie de preparativos alrededor del proyecto:
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Apple entró en conversaciones con Tesla, la compañía más sexy del segmento de coches eléctricos de la actualidad. Nada mejor que comprar a alguien que ya está en el mercado diseñando, fabricando y comercializando vehículos. Se ahorra tiempo y esfuerzos. Tesla se hizo con una fábrica de Toyota en los Estados Unidos, lo cual encajaría a la perfección con el esfuerzo de Tim Cook por traer la fabricación de sus productos a su país de origen. Como añadido estaría la avanzada tecnología de baterías que tiene esta compañía.
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Al fracasar las negociaciones, la compañía de Cupertino estaría intentando contratar a personal clave de Tesla. De momento y según el propio CEO de la compañía de coches, Apple no habría tenido demasiado éxito a pesar de las suculentas ofertas que han puesto encima de la mesa. Tampoco hay que olvidar que Mark Newson, recientemente contratado por Apple, diseñó un concepto para Ford muy interesante (ver foto inferior).
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Los sospechosos monovolúmenes registrados a nombre de Apple y cargados con cámaras por todas partes. Podrían estar utilizando tecnología para probar un supuesto coche autónomo como el que Google y otros fabricantes están probando en la actualidad.
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Sobre este punto, los medios no parecen ponerse de acuerdo. Reuters afirma que se trata de un coche autónomo mientras que el WSJ lo niega.
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El asalto al coche inteligente y el transporte de viajeros viene por varios frentes. Tenemos a Tesla, Google con su coche autónomo y las diferentes startups tipo Uber y Lyft. Como dato curioso, sabemos que Google es accionista de Uber. Silicon Valley está echando toda la carne en el asador con este mercado.
Pero lo que no nos dicen todos estos rumores es el porqué. ¿Por qué Apple iba a crear un coche propio, acaso no es suficiente con licenciar CarPlay? Lo cierto es que Apple en realidad no vende productos tecnológicos. Vende una experiencia y un estilo de vida concretos en forma de teléfono, tableta u ordenador. Dentro de unos meses venderá experiencias para nuestras muñecas.
El coche es la máxima expresión del estilo de vida de las personas. Dime qué coche conduces y te diré qué tipo de persona eres. Un coche representa una serie de valores en los que millones de personas se sienten identificados. Conducir un deportivo significa que eres atrevido y aventurero. Libertad. Independencia. Juventud. El sueño americano.
Un coche eléctrico encaja a la perfección con el rumbo que siempre ha tenido Apple: una integración vertical que roza la obsesión. Por fin podría liberarse de las cadenas, restricciones y compromisos de los fabricantes de automóviles que han tenido que asumir con CarPlay.
CarPlay habría servido la misma misión que tuvo el Motorola Rokr (esa entrada es de Xataka y tiene 10 años), el teléfono desarrollado junto con Apple para reproducir contenido de iTunes. Una pista de pruebas para aprender lo máximo posible del negocio automovilístico. El Apple Car reinventaría el concepto del coche de la misma manera que el iPod, el iPhone y el iPad redefinieron sus respectivos mercados.
Teoría #2: No hay Apple Car
Y nunca lo ha habido. El mercado automovilístico se caracteriza por ser muy intensivo en capital. Demasiado. Tanto es así que la cantidad no sólo de recursos sino de experiencia necesaria para crear un coche de la nada no se compra con dinero. Da igual que Apple tenga más de 170.000 millones de dólares en el banco.
Uno no puede sacar la chequera y crear un coche como quien va a un concesionario y se lo lleva a casa. Por no hablar de la cantidad de permisos, pruebas y certificados que se hacen antes de comercializar un vehículo nuevo. En esta línea es muy interesante la opinión del comentarista Carlos Marín.
La adquisición de Tesla no habría pasado de ser una simple charla más o menos formal entre ejecutivos de alto rango. Apple tiene el dinero para hacerse con ella, pero hay que tener en cuenta el choque cultural entre empleados (más de 10.000 en el caso de Tesla) de ambas compañías. Tampoco hay que olvidar que Tesla no aportaría gran cosa a la operación.
¿Tecnología de baterías? Todas las patentes de Tesla fueron puestas a disposición del público de forma gratuita, en un gran movimiento de relaciones públicas de su CEO, Elon Musk. Nada impide que Apple haga uso legal de ellas.
¿Y qué pasa con las contrataciones? También le podemos dar la vuelta a este argumento. Apple habría fichado a unos 50 ingenieros de Tesla, quien a su vez habría contratado a alrededor de 130 empleados de Apple. A nadie se le ha ocurrido decir que "Tesla está preparando un smartphone para competir con Apple".
Todo el esfuerzo por captar a empleados clave de otras compañías automovilísticas se puede explicar con CarPlay. Apple necesita saber cómo piensan las empresas de este mercado, cómo se trabaja, los secretos de diseño, la historia y su comercialización con el fin de mejorar su integración con los coches.
Pero la razón que me lleva a inclinarme por esta segunda teoría es qué pasaría con CarPlay. Imaginemos por un momento que somos un fabricante de automóviles. BMW, Ferrari o Toyota. Tenemos un acuerdo con Apple para incorporar CarPlay a nuestros coches a partir de finales de este año. ¿Qué haríamos en el momento de ver que Apple va a entrar a competir con su propio vehículo?
Pasaría algo muy similar a lo que le sucedió a Microsoft con Surface. La empresa de Redmond se encargaba de proveer el software que sus socios de hardware utilizaban en sus productos. Pero un buen día, Microsoft decidió crear Surface y competir con ellos. Por eso, Surface levantó tantas ampollas entre los supuestos socios de Microsoft.
¿Cómo se puede combinar ambas estrategias al mismo tiempo sin ponerlas en peligro? No lo sabemos, probablemente no sea posible sin hacer demasiados compromisos, un plato que no es del gusto de Apple. Por todas estas razones, soy muy escéptico con el rumoreado Apple Car. Sin tener más información sobre el tema, el Apple Car acabará en el mismo rincón de los productos míticos al lado de un Apple TV completo.
En Applesfera | Apple lanza CarPlay, el sistema de integración definitivo del iPhone en el coche.
Imágenes | That Hartford Guy y Erwin Boogert.
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