Nuevo Mac Pro, la espera está llegando a su fin

Desde el primer Macintosh que vió la luz en 1984, año que todos recordamos por aquel legendario anuncio, los equipos de Apple han ido evolucionando hasta conseguir ordenadores con una potencia increíble. Una capacidad de cálculo que nos permite afrontar tareas cada vez más exigentes. Y en la punta de ese iceberg denominado rendimiento siempre ha estado el Mac Pro.

En pocos días, tal vez semanas, asistiremos al lanzamiento de un nuevo modelo. Un equipo que la propia compañía lo define como el futuro del ordenador profesional y para el que han tenido que cambiar dirección si querían dar un salto hacia adelante. Por tanto, creo que no hay mejor forma de conocer el nuevo Mac Pro que repasando sus orígenes, el paso del Power Mac G5 al Mac Pro con procesadores Intel.

Power Mac G5, el nacimiento del Mac Pro

Antes del nacimiento del Mac Pro Apple usaba procesadores PowerPC, era la época de los Power Mac G3, apodados por muchos como pitufo, y el Power Mac G4. Un periodo de tiempo donde el rendimiento de dichos equipos era muy superior a los PC de la misma época. Y en el máximo apogeo de la arquitectura RISC llegó el G5, la última generación de procesadores PowerPC usada en un Mac.

En junio de 2003 Apple presentaba el Power Mac G5, toda una bestia, un equipo destinado a profesionales que necesitaban lo máximo en potencia. Un equipo con un diseño que transmitía robustez gracias a su caja de aluminio anodizado y capacidades de ampliación, algo siempre demandado por los profesionales.

Pero a pesar de ser un gran equipo IBM no conseguía evolucionar sus procesadores para ofrece un mejor rendimiento por vatio. Algo en lo que intel sí que tenía mucha ventaja. Esto junto al trabajo por parte de un equipo de ingenieros que portaban OS X a la plataforma X86 hizo que Apple comenzase su tercera transición, la segunda si nos referimos sólo a temas de procesador.

Y así fue como en Agosto de 2006 nacía el Mac Pro, un equipo con procesador Intel Xeon de 64 bit que completaba la transición a Intel que la compañía había comenzado un año atrás. Su caja, muy semejante al del Power Mac G5, era lo único que quedaba del G5 aunque su interior, completamente rediseñado, y una segunda bandeja para la unidad óptica nos hacían ver que ya nada sería igual

Del Mac Pro al nuevo Mac Pro

Desde agosto de 2006 hasta junio de 2012 el Mac Pro ha ido sufriendo cada vez más retrasos en sus actualizaciones. Algunos de estos retrasos se deben al calendario de lanzamientos de Intel para su familia de procesadores Xeon. También, como se comentó en algún momento, la demanda de dicho producto no era comparable a la de otros equipos y Apple parecía estar más enfocada a la gama consumers y los dispositivos iOS que al Mac Pro.

Tantas dudas sobre la importancia que Apple realmente otorgaba al Mac Pro hicieron que saltasen rumores sobre un posible abandono, algo a lo que Tim Cook respondió a través de mail y donde dejó claro que estaban trabajando en un producto realmente increíble para el próximo año, 2013.

Principales características del nuevo Mac Pro:

• Nueva generación de procesadores Intel XEON con configuraciones de hasta 12 núcleos
• 256 bit wide floating point
• PCI Express gen 3
• Memoria RAM EEC DDR3 a 1866Mhz y un ancho de banda de 60Gbps
• Unidad de almacenamiento Flash PCIe con velocidades de escritura de hasta 1GBs y 1.25GBs en lectura
• Thunderbolt 2
• Doble gráfica FirePro de AMD

Así llegamos a la WWDC de 2013, Phil Schiller nos mostraba un adelanto de lo que será el nuevo Mac Pro y a partir de aquí todos conocéis el nuevo y oscuro objeto de deseo. En poco tiempo podremos comprobar qué tan ciertos son los números que promete. Yo no dudo de que será toda una bestia y se que lo único que no me gustará será el precio. Pero seamos coherentes, el nuevo Mac Pro es un equipo para profesionales exigentes, que cuenta con lo último en tecnología por lo que es lógico que su precio no sea el de un iMac. Según algunas apuestas la configuración base estará entre los 3500 y 4000 dólares. En definitiva, falta poco para saber todos los detalles de un ordenador diseñado para los próximos diez años.