El Final Cut Express siempre ha sido como una especie de hermano menor del Final Cut Pro (al menos, el hermano que aún no es profesional) o como el hermano mayor del iMovie. Digamos que es una especie de adolescente de los sistemas no lineales de edición de audio y sonido.
Más allá de lo económico, pues cuesta unos mil euros menos que el Final Cut Pro, nunca le vi mucho sentido a la existencia de esta aplicación, habida cuenta de la existencia de sus otros dos hermanos. Claro, editar en iMovie algo más complejo que el vídeo de las vacaciones, puede ser un un karma (cuando pienso que Jonathan Caouette editó con iMovie su largometraje Tarnation, se me hiela la sangre), pero para eso existía el FCP.
¿O no?
Pues no.
Al menos no después de la nueva versión 3.5, que viene acompañada del LiveType 2 y Soundtrack 1.5. Con el añadido de estas dos aplicaciones, el nuevo Final Cut Express se convierte así en una buena opción para una estación de trabajo, dedicada exclusivamente a la edición o para configurar una estación de edición portátil.
La única desventaja es que, al igual que el Final Cut Pro y el Aperture, el FCE acaso no se la lleve bien con las nuevas "BlackBooks" y "WhiteBooks" debido a incompatibilidades con las tarjetas gráficas. Habrá que probar, en todo caso.
El Final Cut Express 3.5 es binario universal.