En las últimas semanas, estoy considerando seriamente mi próximo equipo. Mi MacBook Pro del 2011 hace tiempo que cumplió con su cometido y ahora simplemente está dando vueltas de victoria. Porque aún puede, aunque la batería está a punto de decir basta. Tras seis años y medio de servicio accidentado, es el momento de renovarlo. Y mientras considero las diferentes opciones, hay una frase de la película RocknRolla que no para de venirme a la cabeza. Es esta:
El whisky es el nuevo vodka - Uri Omovich.
La frase es bastante graciosa por el contexto. Lenny Cole, un mafioso británico se reúne con el magnate ruso para hacer un trato inmobiliario. Cuando lo cierran, celebran su nueva empresa con una copa. El británico se extraña de que el ruso sirva whisky en vez de vodka, dada la fama de esta última bebida en el país eslavo. Tras vaciar la copa y montarse en su coche, Cole exclama:
¡Ha intentado envenenarme, ese sucio cosaco!
Esta escena la podríamos trasladar al caso tecnológico que nos ocupa. Por varias razones, creo que el tablet de Apple está sustituyendo paulatinamente a su portátil más popular mientras hablamos. El iPad Pro es el nuevo MacBook Air.
El escurridizo MacBook Air retina
Para muchos, el MacBook Air es el mejor portátil que ha existido jamás. Por precio, especificaciones, diseño, peso, potencia y muchas otras cosas más. Pero tuvo un comienzo duro cuando Apple presentó el concepto original de ultraportátil en enero de 2008. Su fama se disparó a partir del rediseño que sufrió a finales de 2010, cuando debutó su formato actual así como un hermano menor de 11,6 pulgadas.
Recordemos que su acogida inicial no fue nada agradable (no hay más que ver los comentarios a la entrada del año 2008). Sin embargo, con la siguiente iteración el sentimiento general cambió y se convirtió en el portátil favorito de millones de personas. Hay analistas que afirman que se trata del Mac más vendido de todos los tiempos, por las razones que hemos detallado antes.
Sin embargo, a partir de 2014 esperábamos la evolución lógica del MacBook Air hacia un modelo con pantalla retina. Pero conociendo a Apple, rara vez se contenta con añadir una tecnología y dar por suficiente una nueva generación. No. La compañía californiana acumula novedades para hacer más espectacular un lanzamiento. Y eso es lo que hizo en 2015 con el nuevo MacBook.
El apellido Air hace tiempo que ha perdido su esencia y razón de ser. Porque antes implicaba una decisión, un tradeoff o compromiso que dicen en inglés: si quieres ligereza y portabilidad, elige MacBook Air; si deseas potencia a cambio de menor movilidad, tienes la gama MacBook Pro. Pero en las últimas iteraciones del portátil ligero, esa decisión ya no tenía sentido.
El MacBook Pro de 13 pulgadas se acercaba peligrosamente al terreno del MacBook Air, reduciendo peso, añadiendo más potencia y una pantalla retina en 2012-2013. Apple necesitaba un portátil mucho más ligero, compacto y capaz de albergar las últimas tecnologías, apto para quienes necesitan un sistema operativo de escritorio mientras trabajan en movilidad. Así fue como (re)nació el MacBook.
Apple mantiene el MacBook Air en su línea de portátiles por una sencilla razón: se sigue vendiendo extraordinariamente bien. Conozco a varias personas que han dado el salto desde Windows al modelo de 13 pulgadas básico (sí, el de 128GB). El mismo que Apple renovó ligeramente el año pasado. A pesar de esto, queda claro que el final de la línea del MacBook Air está cerca y nunca le veremos heredar una pantalla retina.
El iPad Pro es el nuevo MacBook Air
Volvamos al comienzo del artículo. Mientras investigaba la máquina que debe servirme durante los próximos 6 años, me di cuenta de una cosa muy curiosa: que el iPad Pro es el nuevo MacBook Air. Sí, sí, ya me conozco la historia de que son sistemas operativos diferentes y tal y cual. Pero lo cierto es que en mi caso, el 95% del tiempo lo dedico a escribir y editar artículos, recabar información para clientes, tomar notas en reuniones y organizar proyectos.
El 5% restante es hacer presentaciones, crear hojas de cálculo (sin fórmulas sofisticadas), administrar una web en Wordpress y hacer ligeros retoques de fotografía.
Creo que es imprescindible entender una cosa: es el trabajo lo que determina la herramienta a utilizar, no al revés. En consecuencia, los flujos de trabajo pueden ser diferentes para conseguir un mismo fin. El problema aquí es cómo de rápido puede uno adaptarse a los nuevos flujos (y si está dispuesto a ello, resistencia al cambio lo llaman). Por lo que un iPad Pro bien podría cubrir la mayoría de tareas además de hacer otras que un Mac no es capaz.
Teniendo esto en cuenta, hice una prueba: comparar las diferentes configuraciones de iPad Pro actuales y a falta de conocer la nueva generación de este año. Y esto es lo que me encontré:
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iPad Pro de 10,5 pulgadas, 64GB: 729 euros.
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iPad Pro de 12,9 pulgadas, 64GB: 899 euros.
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Smart Keyboard: 179 y 189 euros respectivamente.
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Total: 908 y 1.088 euros respectivamente (IVA incluido).
Evidentemente, 64GB son pocos para un dispositivo que pretende ser el principal. De modo que podemos subir el almacenamiento hasta los 256GB por sólo 100 euros más en cada modelo (una subida que merece mucho la pena por ese precio). Un rango de precios que resulta tremendamente familiar a los que tienen los MacBook Air:
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MacBook Air de 11,6 pulgadas y 64GB: 899 euros aproximadamente (es difícil encontrar este precio ya que el modelo está descatalogado).
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MacBook Air de 13,3 pulgadas y 128GB: 1.099 euros.
En la comparativa de iPad Pro hemos excluido el Apple Pencil que añadiría 109 euros a cada modelo. Pero realmente no es tan necesario como el teclado para este iPad (estrictamente hablando, el teclado tampoco es 100% necesario en un iPad, pero sí cuando necesitas escribir mucho al día).
A pantallas de tamaños similares, autonomía equiparable, almacenamiento idéntico o parecido y teclados también del estilo, el iPad Pro ofrece un equipo muy potente, con una pantalla retina y tecnología ProMotion de refresco a 120 hercios. Además de un peso global inferior y de toda la potencia de iOS 11 y la App Store sobre sus hombros.
No tengo dudas de que Apple espera arañar algunos usuarios que antes hubieran optado por un Air. Porque a veces, para esos mismos usuarios un sistema operativo "de verdad" (signifique eso lo que signifique) es como matar moscas a cañonazos.
Apple ha plantado una idea que puede hacer dudar a más personas de las que nos pensamos. Una que mejorará con cada iteración de iOS. Ahora, todo lo que tiene que hacer la compañía es seguir este camino que por fin ha comenzado a andar para que quienes apuesten por él no acaben quejándose de dolor de cabeza como Lenny Cole.
En Applesfera | El iPhone X ha ganado, con iOS 12 lleva sus gestos al iPad e incluso los mejora.
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