La llegada del Studio Display supone una nueva entrada de Apple en el mercado de monitores de consumo, si dejamos a un lado la XDR Pro Display y su objetivo de mercado profesional. Por primera vez desde la lejana Thunderbolt Display, Apple vuelve a tener su propio monitor de escritorio para un mercado "mayoritario".
Y pongo "mayoritario" entre comillas porque, una vez más, el debate del precio de ese monitor está presente. El Studio Display tiene un precio base de 1.779 euros, y puede subir a los 2.489 euros si quieres tenerlo con el vidrio nanotexturizado y con el soporte regulable de altura. Sí, es mucho más caro que otros monitores de la competencia, pero si sacamos la lupa no hay nada parecido a la Studio Display en las ofertas de otras marcas.
La unión de varias ventajas que crea algo sin rival ahora mismo
El quid de la cuestión es que el Studio Display no es sólo un monitor. Engloba una pantalla, un conjunto de seis altavoces con audio espacial, una cámara de 12 MP capaz de usar Center Stage, un hub de puertos USB-C y un chip A13 Bionic para gestionar todos estos añadidos sin que eso suponga una carga extra para el Mac.
Así que aquí habría que buscar no sólo monitores de la competencia si no también cámaras, altavoces capaces de reproducir audio espacial, hubs de puertos USB-C... y una exploración en varias tiendas hace que haya muy pocas alternativas que te den exactamente todas estas funciones. Altavoces y cámaras web tenemos, pero ninguna que te de audio espacial o Center Stage.
Como monitor que más se acerca a lo que ofrece el Studio Display (en términos de pantalla) tenemos la LG UltraFine 5K que pronto volverá a la Apple Store según informan desde MacRumors. Por 1.255,15 euros en Amazon tenemos la misma resolución 5K, un hub de puertos USB-C, altavoces y una cámara, pero los dos últimos componentes son de menor calidad. En estas mismas resoluciones, lamentablemente, hay muy poco más.
Otra alternativa más estándar y no tan adaptada a Apple es este otro monitor ultrapanorámico de LG de 34 pulgadas, que también tiene resolución 5K pero perdiendo la escala retina que tan bien integra macOS. Además de USB-C ganamos más alternativas de conexión, pero perdemos el resto de ventajas del monitor y seguimos pagando un precio bastante elevado: 1.399 euros en Amazon. Hay monitores más baratos, desde luego: tenemos uno 4K por 422,90 euros de LG en Amazon, pero entonces reducimos considerablemente la resolución y posibilidades de conectividad.
En estos últimos casos también habría que tener en cuenta otros componentes por separado. Una webcam de calidad (aunque sin Center Stage) puede ser la Logitech Streamcam, por 102,42 euros en Amazon. Tampoco tendremos audio espacial en ningún altavoz de la competencia pero podríamos considerar los Creative Gigaworks por 107,89 euros en Amazon.
Si sumamos, obtenemos precios más bajos pero muy parecidos a los de Studio Display. Al final la diferencia no es tanta y en nuestra mesa acabamos con muchos más cables de lo que nos ofrece Apple.
Y cuando a todo esto añadimos que el Studio Display engloba todas estas funciones en un sólo producto y que no hay que configurar absolutamente nada más allá de conectar su cable Thunderbolt al Mac, tenemos un producto que es caro pero que ofrece una experiencia única a los propietarios de un Mac Pro, un Mac mini o un Mac Studio. Y además reduce la cantidad de cables y periféricos en nuestra mesa. Para algunos esto es clave.
La respuesta al debate del precio la dirá la demanda del monitor: si se vende, es un éxito. Si no, Apple tendrá que replantear sus estrategias. Y aunque insisto en que el Studio Display podría ser más barato, lo cierto es que tiene sus ventajas en los Mac que ningún rival puede cubrir.
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