Como todas las grandes historias, el nacimiento de Mac OS X tiene muchas otras detrás. Materializa el esfuerzo de una Apple renovada y con muchos problemas por salir adelante como compañía, y hoy hablaremos de la conjunción de energias y sucesos que fueron necesarios para crear el sistema operativo que conocemos hoy en día.
La historia del nacimiento de nuestro actual sistema operativo comienza con una traición. Steve Jobs es apartado de Apple, la compañía de la que él fue fundador, por el consejo directivo ya que lo consideraban “destructivo” y “perjudicial” para el resto de la empresa. Jobs centraba los mejores recursos de la empresa en el equipo Macintosh y aquello estaba erosionando gravemente la imagen de Apple. Por ello, Jobs es expulsado de su propia compañía por la gente que él mismo puso a sus mandos.
Con 30 años de edad, y el ímpetu necesario para empezar de nuevo, decide avanzar y pensar en crear algo nuevo, una compañía que también fabrique hardware y software simultáneamente, pero que sean la evolución de una empresa caduca como le parecía Apple tras su expulsión. Así nació NeXT Computer, creando ordenadores basados en la arquitectura Motorola 68030… y un sistema operativo nuevo llamdo NeXTSTEP: El Big Bang de lo que hoy conocemos como Mac OS X.
Y es que la Apple de mediados de los 90 pasaba una de las mayores crisis de su corta historia: Sus productos sin carisma y quizás demasiado caros y adelantados a su época no calaban en un mercado al que le faltaba madurar. Y todo era culpa de su software. Los sistemas previos a Mac OS X adolecian problemas graves de diseño, y algunas versiones preliminares de System 8 entregadas a los desarrolladores fueron calificadas de completo desastre: Cuelgues espontáneos, problemas en la interfaz, errores graves en el sistema de archivos…
Gil Amelio, el presidente de Apple de la época, quería acabar con negocio de los sistemas operativos en Apple. Dio órdenes de paralizar cualquier proceso de desarrollo de un nuevo sistema, aunque en la segunda mitad de los 90 apareció System 9, que no era más que una versión corregida de la anterior. Necesitaban un nuevo sistema operativo para sus máquinas.
Apple mostró interés por la arquitectura x86 con un proyecto curioso, localizado entre 1992 y 1993, llamado “Star Trek”. Exactamente, como la serie de televisión, utilizando la broma y parafraseando la frase de la franquicia de ciencia ficción: “Para llegar donde ningún Mac ha llegado antes”. Se consiguió un System 7 funcionando en un Intel 486 de la época. El problema era que el System 7 tenía varios problemas que tenían que solucionarse independientemente en la nueva arquitectura, y el proyecto Star Trek fue cancelado por inviable.
¿Un “I’m a PC” vendiendo Macs en 1996? No es John Hodgman, sino un claro ejemplo de la dirección equivocada que estaba tomando Apple, y una demostración de como NO vender productos.
Apple no estaba como para perder el tiempo en búsquedas, y la compañía rozaba la bancarrota. Mientras tanto, a NeXT se mantenía a flote: Había conseguido colocar sus máquinas en el sector educativo y eso significaba contratos importantes y más dinero con el que seguir desarrollando su software. Fíjaos en la importancia que tuvo NeXT en el mundo académico que Tim Barners Lee, el inventor de la World Wide Web, creó el primer servidor de Internet del mundo en un ordenador NeXT.
Apple no tenía opción: Era el momento de devolver las acciones a los inversores y cerrar para siempre. Sin embargo, una decisión in extremis hizo que alguien de Apple visitara a un tal Steve Jobs de NeXT, y le planteara un reto: “Vuelve a tu compañía, sálvala de la quiebra, y será tuya de nuevo.” Las malas lenguas de la época decían que esto era una excusa de la directiva caduca de Apple pare demostrar que la compañía estaba muerta y minar la confianza del público en Jobs. Pero ocurrió algo: Jobs dijo “Volveré”. Y tenía sus propias condiciones y un plan agresivo para salvar a Apple.
En el campo de los sistemas operativos, que es el que tocamos hoy, el objetivo era crear algo nuevo… Pero él ya tenía algo nuevo, se llamaba NeXTSTEP y su solidez venía avalada por su uso en el campo de la investigación. Con ésta base, Jobs comenzaría a edificar el edificio en el que todos vivimos hoy en día.
Un vídeo clásico de Steve Jobs mostrando una demo de… NeXTSTEP. Más de 35 minutos que no tienen desperdicio: ¿Cuántas cosas reconocéis de ese sistema operativo en Mac OS X?
Pero se guardó un secreto. En ese momento, Steve Jobs sabía muy bien como estaba el mercado de los sistemas operativos, y sin darle mucha importancia se guardó un as en la manga con NeXTSTEP, quizás la característica más importante de todas: Era un sistema operativo multiarquitectura. ¿Que significa? Ni más ni menos que el mismo sistema operativo puede ser compilado para PowerPC… o para Intel.
Era un momento de guerra fría. Jobs sabía que IBM tenía unos muy buenos procesadores pero quería resguardarse de lo que pudiera venir. En ese momento nació un proyecto ultrasecreto, que muy pocos en la compañía conocían, bajo el nombre en clave de “Marklar”. Marklar era ni más ni menos que la compilación alternativa de cada una de las versiones de Mac OS X, comenzando desde 10.0… sólo “por si acaso”. Con el paso de los años, Apple se mostró desconforme con el rendimiento de los PowerPC y en 2005 comunicó al público la decisión del cambio de procesadores a Intel. Ellos ya habían estado probando estas versiones anteriores en prototipos de Macs secretos con tecnología Intel x86. En Enero de 2006, la semilla del proyecto Marklar se materializa en el primer Mac con procesadores Intel: El iMac con sistema operativo Mac OS X 10.4 “Tiger”, del que hablaremos en las próximas semanas.
El nacimiento de Mac OS X se basó pues en NeXT para comenzar, pero más que en su tecnología, se absorbió su esencia: Su interfaz de usuario fácil de utilizar y que permitía a un usuario sin experiencia en ordenadores un control mucho mayor de su máquina. Además, tenía muy en cuenta el uso de redes para su utilización (sin duda uno de los factores del éxito en el ámbito académico), lo que fomentaría que el futuro Mac OS X estuviera construido integrando Internet y facilitando la conectividad a redes desde el núcleo de su sistema operativo.
Steve Jobs, sin embargo, comenzó primero el saneamiento de Apple por el apartado de hardware: Consideró que las máquinas de Apple estaban muy diversificadas (cámaras digitales, PDAs, impresoras, ordenadores) y que tenían que concentrar las energías para crear un nuevo Mac, una pieza que dejara atrás cualquier cosa vista y que, verdaderamente, la gente pudiera percibir como “revolución”. Señoras y señores, en ese momento nació el iMac G3, uno de los ordenadores que más premios de diseño se ha llevado en la historia de la informática, y el estandarte de una nueva generación de máquinas.
Pero todavía incluía el System 8 (rebautizado como el primer Mac OS 8). El nuevo y supersecreto sistema operativo todavía no estaba listo. Había mucho que hacer, y Apple estaba en un punto en el que no podían cometer errores. Jobs reunió al equipo de diseño original de NeXTSTEP, y trabajaron junto con los diseñadores de los nuevos Macs para volver a ofrecer una experiencia de uso equivalente a la que el mundo de la informática vivió en 1984 con el nacimiento del Macintosh original y su interfaz gráfica.
Se pusieron manos a la obra. Ahora un núcleo UNIX dominaría por primera vez un ordenador Apple. El ultrasecreto Mac OS 10 cambió el “10” por una X jugando con la X de los productos UNIX. El mejor sistema operativo del mundo comenzaba a tomar forma. Las sorpresas estaban por llegar.
Y así, de esta forma, es como comienza nuestra historia. Una gran historia.
Esta entrada pertenece al especial Mac OS X que durante las siguientes semanas os ofreceremos en Applesfera. Con ello, pretendemos ofrecer una panorámica de las distintas versiones e historia de Mac OS X para celebrar el décimo aniversario del lanzamiento del sistema operativo. Hoy, hemos conocido la historia que precede al lanzamiento original y cómo los entresijos comerciales de dos compañías convergieron para dar forma a Mac OS X y vida a Apple, al borde de la desaparición. |
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