Por norma general las actualizaciones de software de Mac OS X suelen ir como la seda, pero de tanto en cuando, siempre existe la posibilidad de que Apple meta la pata hasta el fondo como con la última actualización de seguridad de Snow Leopard o la actualización a Mac OS X Lion 10.7.3. Para evitarnos disgustos, os ofrecemos esta lista de cinco sencillos consejos para realizar actualizaciones sin problemas:
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Se paciente. Yo tengo la obligación moral de instalar las actualizaciones en el mismo instante en el que se publican para poder escribir sobre ellas con conocimiento de causa pero vosotros no. Esperar 24 horas para comprobar si existen o no problemas leyendo Applesfera o siguiendo los comentarios de la gente es una poderosa defensa preventiva.
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Time Machine. Antes de instalar nada, haced siempre una copia de seguridad con Time Machine para que en caso de que detectéis cualquier problema, podáis volver al punto anterior. Para ello, pulsad sobre la opción “Realizar copia de seguridad ahora” en el menú del programa o pulsando con el botón derecho del ratón sobre su icono en el Dock.
- Instalar la versión Combo. Cuando utilizas la función “Actualización de software…” el asistente tan solo se descarga los archivos específicos de tu modelo de Mac y tu versión del sistema. Descargando la versión Combo, disponible en la página de soporte de Apple, actualizáis utilizando un instalador que contiene todos los archivos, no solo de la última actualización, sino también de las anteriores, reduciendo las posibilidades de que entre tantas versiones se haya perdido algo.
- Reparar permisos. Siempre, después de cada actualización (algunos recomiendan hacerlo también antes, pero no es estrictamente necesario) abrir la Utilidad de Discos y reparar los permisos del disco. Nueve de cada diez veces encontrará alguna discrepancia y una vez resuelta podrás ir más tranquilo sabiendo que todo está en sitio.
- Pasar la escoba. Finalmente, descarga alguna aplicación de mantenimiento como Onyx (esta tiene la ventaja de ser gratuita) y ejecuta los scripts de mantenimiento. Opcionalmente, también puedes acceder al panel de Limpieza y eliminar las caches del sistema y usuario, logs, informes de error y otros archivos temporales.
Siguiendo estos consejos no solo conseguiréis ahorraos más de un dolor de cabeza sino que disfrutaréis de un Mac OS X en plena forma, más ligero, rápido y libre de errores.
En Applesfera | Aprende a reparar errores de caché en Mac OS X
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