Como norma general tratamos de ser lo más imparciales que nos es humanamente posible, pero aún así, muchas veces nos dejamos llevar por nuestro fervor casi religioso por todo lo que tiene un "Designed by Apple in California" grabado en sus entrañas. Es por este motivo que me he decidido a añadir algo de crítica a nuestra balanza antes de que Leopard esté oficialmente con nosotros y se nos haga la boca agua.
Con ustedes, las 5 cosas que odio de Mac OS X Tiger (aunque muchas le sobrevivirán y seguirán con nosotros en Leopard):
1. Finder
Sin duda, el pero más gordo y molesto de todo Mac OS X. Su lentitud a la hora de actualizar el contenido de las ventanas o el escritorio puede alcanzar extremos verdaderamente incomprensibles en los que lo que vemos no se ajusta en absoluto al contenido real de nuestro disco duro. Cuando hablamos de carpetas de una red local la cosa se vuelve totalmente absurda, siendo para colmo, un auténtico coñazo conectar con esas unidades en red cada maldita vez que queremos acceder a algo.
Además, es la única aplicación que tengo reiniciar a la fuerza cada dos por tres para que me permita hacer algo tan simple como vaciar la papelera (malditos archivos bloqueados) y si todo esto no fuese suficiente, todavía quedaría otro asunto más: Finder es incapaz de realizar varias operaciones como mover archivos de forma simultánea (como mínimo a unidades externas). ¿Hace falta que siga? ¡Por dios! ¡¿Por qué no puedo cortar y pegar archivos utilizando el teclado?!
2. Botón de ampliación aleatorio
Una vez leí por ahí que el comportamiento del botón verde con el signo + situado en la parte superior izquierda de cada ventana es la prueba de que los Mac son los primeros ordenadores cuánticos comercializados al gran público. Aunque tanto el signo como el nombre bajo en que Apple lo denomina (botón de ampliación) nos invitan a pensar que sirve para maximizar la ventana tal y como lo hace un usuario de Windows, lo cierto es que no es así. El botón de ampliación es el huevo de pascua de Mac OS X cuyo funcionamiento siempre resulta difícil de predecir.
En Finder tiende a reducir la ventana del tamaño que tuviese y si volvemos a pulsar lo intercambiará por otro tamaño alternativo que probablemente tampoco se ajuste a lo que esperábamos. En Safari se ajusta (casi siempre) al ancho y alto de la página web pero como cada vez más páginas están diseñadas para tener un tamaño dinámico el resultado es que con cada pulsación del + ampliaremos la ventana unos pocos píxeles hasta que cubramos la pantalla o se nos canse el dedo (lo que primero ocurra). En iTunes sirve para alternar las dos vistas del programa (normal y reducida). Y finalmente, iPhoto ajusta la ventana al espacio total de la pantalla (al fin). Como cada aplicación tiene un comportamiento diferente podríamos seguir hasta el infinito.
3. Cerrar ventana aleatorio
Pero sigamos dándole un repaso al clásico semáforo de nuestras ventanas. El botón rojo de cerrar hace exactamente eso, cerrar la ventana. Hasta aquí bien, pero el problema es que dependiendo de la aplicación eso cobrará múltiples significados: cerrar esa ventana en concreto, cerrar todas las ventanas de la aplicación o cerrar la aplicación en sí (el comportamiento que especialmente solemos esperar aquellos que venimos del infierno Windows).
4. Cuadros de diálogo no accesibles desde teclado
Esto también es odioso... Todos los cuadros de diálogo de Mac OS X en general y los de Finder en particular se niegan a ser accesibles desde el teclado. Mientras que la mayoría al menos reconocen la pulsación de la teclas Intro o Esc para acepta o cancelar (pero no los cursores para movernos por ellas), los avisos de sobreescritura de Finder no lo hacen en absoluto, funcionando únicamente mediante el ratón. Lo divertido de esto es que hasta Mac OS X 10.2 ni tan siquiera existía la opción “reemplazar todos" por lo que no importaba los miles de archivos a sustituir... nuestro ratón tenía los días contados.
Actualización: En este comentario vemos como solucionar en gran medida el problema. Quedan 4 de 5.
5. Inconsistencias de la interfaz
Además de las clásicas inconsistencias que podemos ver a lo largo y ancho de un sistema con los estilos Aqua, Brushed metal, Apple Pro, etc... existen pequeños detalles más que cuestionables desde el punto de vista de la usabilidad. ¿Nunca os habéis encontrado con un cuadro de diálogo en el que cada botón tiene un estilo diferente? Pues aquí lo tenéis (remarcado en azul, normal y con sombreado interior):
Pero yo ya he hablado suficiente. ¿Qué cosas no os gustan a vosotros?