Cuando pienso en un juego para tener en mi iPhone mi mente se va irremediablemente a cualquier juego de mecánica rápida y sin grandes complicaciones. La mayoría de juegos que tengo instalados en mi iPhone son de esta mecánica, los que me permiten en un momento de aburrimiento o de tiempo muerto sacar el teléfono, echar un par de partidas y volver a guardarlo sin que me vaya la vida en dejar un partida a medias. Uno de mis últimos descubrimientos es The Firm, un título sencillo y directo que me ha dado grandes momentos de diversión.
The Firm es un juego fácil y complicado a la vez, simple pero con algo de trasfondo y atractivo y odioso al mismo tiempo. ¿Cómo puede ser eso? Pues por su mecánica simple pero adictiva. The Firm nos pone en el papel de un corredor de bolsa principiante que tiene que decidir si comprar o vender acciones de compañías en el menor tiempo posible. Una decisión tan sencilla y fácil se complica ya que jugamos contra el tiempo y nuestra propia mente.
El juego nos planta en una mesa en la que irán apareciendo análisis del comportamiento de las acciones de diferentes empresas con dos colores, verde y rojo. Según el color y cómo vayan las acciones tenemos que comprar o pasar de ellas, mandándolas con un gesto a la derecha o izquierda según queramos hacer una cosa u otra. Lo complejo viene en que debemos decidir en segundos y según las normas de la empresa, teniendo que comprar si el análisis es verde y las acciones están subiendo, pasar de ellas si están bajando pero teniendo que abandonar si el papel es rojo y las acciones están subiendo pero comprarlas si el papel es rojo y están bajando. Vamos, un lío importante.
Debido a la confusión que nos pueden dar los colores (el verde no siempre es bueno) y que la velocidad de aparición de análisis en nuestra mesa aumenta tanto cuando fallamos como a medida que subimos de nivel, nuestro estrés y capacidad de elección irán aumentando y disminuyendo progresiva y respectivamente. Si nuestra mesa se llena de análisis seremos despedidos por ser demasiado lentos teniendo, como era de esperar en un corredor de bolsa con gran presión, que saltar por la ventana debido al estrés generado (figuradamente, por supuesto).
A la dificultad generada a lo largo del tiempo se le une una tienda de complementos, en donde podemos comprar con el dinero ganado a lo largo de las diferentes partidas objetos que nos pueden hacer más sencillo el trabajo, así como subir de categoría y optar a nuevos objetos. Tanto los objetos como el tema de las categorías dan algo más de color al juego, pero lo cierto es que son un añadido que sólo aportará algo a los que acaben realmente enganchados al juego y quieran conseguir el máximo de puntuación.
En definitiva, The Firm es un juego simple pero divertido el cual vale la pena instalar si somos el tipo de jugador casual que sólo busca entretenerse unos minutos. Si somos "jugador hardcore" encontraremos diversión también, pero no la diversidad y entretenimiento que podemos estar buscando en un juego.
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