Connect es el nuevo Ping y va a fracasar. Esa es la frase que muchos hemos pensado en algún momento. La asociación está ahí y es algo muy tentador. De hecho, un simple vistazo a la sección de Connect en el iPhone nos muestra un desierto plagado de bolas rodadoras. Las últimas actualizaciones en mi timeline son de hace un par de días. Pero es que si retrocedo un poco, enseguida me encuentro con otras de más de dos semanas.
Connect está pensado para que los grupos puedan compartir actualizaciones, fotos o vídeos. La idea es que los artistas compartan cosas como una canción que aún están componiendo, las sensaciones de su último concierto en Alemania o simplemente una foto que se han hecho juntos fuera del estudio. Nosotros como fans de los artistas, podemos seguir a aquellos que más nos interesen y enterarnos de lo último que hagan.
El problema es que esto ya lo podemos hacer con otras redes sociales. Ping fue clausurado apenas dos años después de su lanzamiento al mismo tiempo que Apple incorporaba la integración con Facebook y Twitter en sus dispositivos. ¿Por qué esta vez iba a ser diferente?
El problema de la invisibilidad
Será mejor que nos echemos un paso atrás, tomemos aire e intentemos ver qué está sucediendo en la industria musical con otros ojos. Dejando atrás el fatal destino que le esperó a Ping y viendo el problema desde un punto de vista nuevo.
Nuestra sociedad se está moviendo a una gran velocidad. Las formas tradicionales de hacer negocio ya no son seguras y son desafiadas por otras nuevas provenientes del mundo digital. No hace tanto tiempo que sólo podíamos comprar software para nuestros Mac en una tienda de electrónica o gran superficie. Hoy la Mac App Store hace la distribución una cuestión absurdamente sencilla.
Fue en 2008 cuando Apple introdujo su tienda de aplicaciones para el iPhone. No fue la primera, pero sí que está siendo la de mayor éxito. Con la App Store, Apple eliminaba el problema de la distribución mundial del software y lo convertía en algo ubicuo e instantáneo. Descargar una app ahora es cuestión de segundos.
La App Store acabó con los problemas del pasado pero ha traído otros nuevos que también hay que resolver
A la App Store le siguió una auténtica fiebre del oro. Todo el mundo quería desarrollar una app para "forrarse". Puede que en los primeros meses o años fuera relativamente sencillo ganar dinero con una app, pero hoy en día es un auténtico quebradero de cabeza. Para el usuario, encontrar una app que merezca la pena es complicado dentro de un mar de apps idénticas.
Ahí es donde los problemas cambian y desaparecen para dejar paso a otros nuevos. Antes, acceder al software era el principal obstáculo; ahora lo es la falta de visibilidad. Este problema no es exclusivo de las apps sino que lo comparten el resto de bienes digitales: películas, series, revistas, ebooks y, por supuesto, la música.
Mirando a través de Connect
La música lleva tiempo pareciéndose a una App Store, donde el principal problema es la falta de visibilidad que tienen los artistas. Quien controlaba el proceso hasta ahora eran las discográficas. Si no firmabas con una de ellas, no grababas un disco, ni tenías promoción de su lanzamiento, ni tampoco podías irte de gira. Lo mismo ocurre con los libros: sin editorial, no eres nadie.
La tecnología ha avanzado lo suficiente como para que cualquier banda (o artista individual) pueda grabar su disco, editarlo y subirlo a decenas de distribuidores de música tipo iTunes, Spotify, Google Music, Rdio, Deezer y compañía. Pero al hacerlo, están ante el mismo muro al que se enfrentan los libros, apps, películas y series: son invisibles.
Esto no va sobre salvar el negocio de la música sino salvar la música como negocio
Ahí es donde entra en juego Connect. A pesar de los rumores que afirmaban que Apple quería presionar para que Spotify anulara su versión gratuita, la realidad es que obtener música por medios oficiales acabará siendo gratis. Y por eso es necesario buscar otras vías de monetización para los creadores.
Las giras y la venta de discos físicos y camisetas seguirán estando ahí, pero Connect abre la puerta otras vías. El contacto de artistas con sus fans más acérrimos hará que surjan modelos de monetización más directos y sin intermediarios. Apple cuenta con varias piezas del rompecabezas que puede permitirle cambiar el mercado:
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Apple Music, a pesar de los problemas, se estima que ha alcanzado un número elevado de usuarios suscritos (veremos cuántos permanecen al finalizar el periodo de prueba). El poder de arrastre de usuarios que tiene ser la app por defecto lo hemos visto con el cambio de los mapas de Google por los propios de Apple.
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Apple también cuenta con sus famosos 800 millones de usuarios con los datos de su tarjeta de crédito en sus cuentas. Más que cualquier otra compañía en el mundo.
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La adquisición de Beats y su integración con Apple Music se centra en descubrir música para el usuario de una manera diferente. La curación humana en vez de un algoritmo de recomendación, algo que se traduce en visibilidad a grupos menores.
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Beats 1 es una radio mundial centrada en "reproducir lo mejor del momento sin importar su género". En el futuro seguramente veamos distintas "cadenas Beats" centrados en diferentes países, géneros e idiomas. Visibilidad otra vez.
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Sin olvidarnos del iTunes Festival y sus conciertos anuales. Un mes entero de música, en el que participan diferentes artistas no tan famosos. Más visibilidad. Ahora está localizado en Londres y en Austin, Texas. ¿Madrid, Barcelona, París, Melbourne, Berlín, Beijing, Tokyo, Nueva York? ¿Por qué no?
Connect es un páramo ahora mismo, pero tiene el potencial de convertirse en la palanca que cambie una industria entera, de nuevo. Sobre el papel, todo esto nos da una perspectiva diferente del problema de la música como negocio.
Creo que el camino que Apple va a escoger es el de convertirse en la plataforma preferida de los músicos, algo que va más allá de ser un "simple" sello discográfico o de competir con Spotify de manera frontal. Pero para ello, va a necesitar muchas cosas más. Entre ellas, que los artistas creen contenido para atraer usuarios o atraer usuarios para que los artistas creen más contenido. ¿Podrá Apple resolver el problema del huevo y la gallina?
En Applesfera | Análisis de Apple Music: la música en streaming para el resto de mortales.
Imágenes | Mike Mantin, Gavin Lynn, PhotoAtelier y Kārlis Dambrāns.
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