Un buen número de usuarios de iTunes y Apple TV están informando acerca de unos tiempos de descarga anormalmente altos cuando intentan descargar películas y otros contenidos de la tienda de Apple. El origen del problema no parece encontrarse en los servidores de la compañía (el servicio de distribución de contenidos Akamai), el funcionamiento de iTunes o el hardware del Apple TV sino en los sistemas de nombres de dominio centralizado como Google DNS, OpenDNS o UltraDNS.
Google lanzó este servicio gratuito el pasado año ofreciéndonos una alternativa más a los servidores de DNS tradicionales que mejora en algunos casos la velocidad de la red al resolver las direcciones IP más rápidamente. Sin embargo, estos servicios centralizados son contrarios a la naturaleza distribuida de los DNS e impiden que las CDN (Redes de distribución de contenidos) como Akamai funcionen eficientemente.
Cuando alquilamos una película o descargamos un podcast desde iTunes, Akamai trata de localizar la posición geográfica del usuario para asignarle el servidor más cercano y eficiente, pero no lo hace a través de su dirección IP, sino de la ubicación del servidor DNS. Por eso, al utilizar el servidor de Google (o similares), la asignación no se realiza correctamente y todas las descargas terminan pasando por el mismo cuello de botella repercutiendo drásticamente en la velocidad.
La solución al problema pasa por desactivar las DNS de Google y el resto de servicios similares, como mínimo cuando vayamos a iniciar la descarga de contenidos; algo que podéis hacer desde las preferencias de red eliminándolas directamente desde el apartado Servidor DNS de la conexión que utilicéis o sustituyéndolas por las de vuestro proveedor de Internet mediante las siguientes instrucciones:
1. Abre el apartado de Red en las Preferencias del Sistema.
2. Si el icono del candado en la esquina inferior izquierda está cerrado, pulsa sobre él y autentifícate para poder realizar cambios.
3. Selecciona la conexión de red que quieres revertir a su estado original y pulsa sobre el botón Avanzado.
4. Ve a la pestaña DNS y elimina las que introdujiste anteriormente (en el caso de Google, 8.8.8.8 y 8.8.4.4) seleccionándolas y pulsando en el icono con el signo menos. De ser necesario, añade las DNS de tu proveedor pulsando sobre el icono con el signo más.
5. Pulsa Aceptar y luego Aplicar.
Si quieres seguir utilizando las DNS de Google pero no quieres que te afecte negativamente, puedes duplicar tu conexión de red (Duplicar servicio en el icono del engranaje de la esquina inferior izquierda) configurando cada uno con una DNS diferente y habilitando el que te interese según lo que estés haciendo.
Vía | AppleInsider
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