Aunque Apple continuará vendiendo el iPod touch, todo indica que la categoría ha dejado de existir para la compañía desde el pasado día 27 de julio. Los dos modelos que dejará de fabricar y comercializar la compañía son el iPod shuffle y iPod nano, ambos presentados en el año 2005. Sucesivas generaciones vinieron después, ampliando el número de usuarios que los disfrutamos.
Para algunos, supuso su primer dispositivo de la manzana. En mi caso, fue una excusa para volver a la compañía tras mucho tiempo. Doce años después de la introducción de ambos modelos, Apple ha retirado un cadáver de su tienda. Sin avisar, pero sin que haya resultado una sorpresa. Porque fuimos nosotros el verdugo que mató al iPod. Apple sólo afiló el hacha.
Los orígenes del arma homicida
Con motivo del décimo aniversario del lanzamiento del iPhone, hemos podido revivir la historia de su creación. El proceso interno que se siguió entre los ejecutivos de Apple liderados por Steve Jobs. Y resulta bastante ilustrativo. Se produjeron dos desencadenantes en paralelo:
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La inquietud de Jobs y su equipo alrededor de 2004-2005 sobre qué dispositivo podría canibalizar al iPod.
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Una cena más o menos en las mismas fechas a la que acudieron el propio Jobs y un empleado de Microsoft que no paraba de decir que su empresa iba a redefinir el mercado de tablets.
En el primer caso, se alcanzó unanimidad al elegir al teléfono móvil como posible integrador de las funciones del iPod. En aquella época, todos "odiaban" sus teléfonos y querían hacer algo al respecto. Además, ya habían aparecido modelos que reproducían música sin necesidad de un dispositivo aparte.
En el segundo caso, el regodeo del ingeniero de Microsoft picó a Jobs que puso su equipo a trabajar en un tablet. Cuando le enseñaron una simulación de la tecnología multitouch, tuvo uno de esos momentos de claridad y reenfocó el desarrollo hacia un teléfono.
Dos años después, Apple desvelaba el iPhone. Un dispositivo introducido como "un iPod, un teléfono y un dispositivo de comunicaciones". Muy relevante que la primera mención fuera al iPod, porque era una manera de que el público entendiera el valor del iPhone partiendo de un elemento familiar. Aplaudieron casi sin saber que diez años después, Apple dejaría de vender los iPod tradicionales.
Vender 400 millones de unidades no le salvó al iPod
El cuarto trimestre fiscal de 2014 fue el último en el que Apple desglosaba el segmento del iPod. A partir de ese momento, el iPod pasó a formar parte de Otros y desapareció sin dejar casi rastro en los informes financieros de Apple. En todo ese tiempo, Apple vendió más de 400 millones de unidades en todo el mundo.
Siempre me ha fascinado ver que las ventas del iPod no cayeron de manera inmediata. El iPhone se lanzó en el mejor momento del iPod, justo cuando su crecimiento parecía imparable. La inercia del reproductor le arrastró casi dos años más hasta tocar techo. La Navidad de 2008 (el Q1 de 2009 fiscal) fue el trimestre en el que más iPod se vendieron en la historia: 22 millones de unidades. Ese mismo trimestre se vendieron 4,4 millones de iPhone, 2,5 millones menos que el trimestre anterior.
Para Apple, estaba claro que el iPod representaba el pasado, uno glorioso, sí, pero al que no podía aferrarse. El iPhone representaba el futuro y el mercado así lo había decidido. Era el momento de echar toda la carne en el asador.
Las actualizaciones de hardware del iPod comenzaron a ser más espaciadas en el tiempo. A no importar tanto. Mientras que el iPhone prosiguió con su rodillo anual de nuevo hardware y nuevo software. Como un reloj, la compañía lanzó iteración tras iteración porque nosotros lo así lo quisimos.
Lo que me encanta del mercado de consumo y que siempre he odiado del corporativo es que ideamos un producto, intentamos decírselo a la gente y cada persona vota por sí misma. Dicen "sí" o "no". Y si suficientes dicen que sí, entonces nosotros podremos ir a trabajar al día siguiente. [...] Ellos votan con sus carteras - Steve Jobs en la Conferencia D8.
Tal vez, decir "mercado" es una idea demasiado nebulosa. Mejor utilizar el símil de Jobs: todos y cada uno de nosotros votamos con nuestras carteras que el iPod no merecía ya la pena frente al iPhone y otros smartphones. Pusimos en el iPhone el dinero que antes tal vez hubiera ido destinado a un iPod. Nosotros matamos al iPod. Apple simplemente sacó los restos de su tienda.
En Applesfera | Análisis del nuevo iPod nano: el concepto iPod, minimizado.
Imágenes | Daniel Cortes, Tam Tam, Yohann Legrand.
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