Ya no lo ves en la web como sección principal, ya no los ves en las mesas de las Apple Store... sólo aparecen como accesorio, o tímidamente en las estanterías escondidas de algunos Premium Reseller. Son los iPod, los reproductores musicales de Apple que han sucumbido completamente ante la revolución de iOS.
Llevamos ya años en esta situación, y en cada uno de ellos nos preguntamos: ¿será este el final de los iPod? Y hasta ahora la respuesta ha sido nula, Apple simplemente sigue vendiendo los iPod sin renovarlos. La última tanda de novedades fue hace 565 días, un 15 de julio de 2015, y fue más de hardware interno que externo.
Pero hemos llegado a un punto en el que hay que volver a hacerse la pregunta de si realmente vale la pena seguir vendiendo los iPod. Apple ni siquiera celebró su décimoquinto aniversario, hace tiempo ya que no detalla sus ventas metiéndolas en la categoría de accesorios y programas de recambio cuasi-absurdos que llevaban años activos se están cerrando.
El iPod touch, que podríamos considerar el iPod más avanzado, lleva una pantalla cuyo tamaño ya no existe en los iPhone. Su procesador, el A8, es una versión "relajada" a 1,1 GHz del procesador A8 que equipan los iPhone 6 (1,4 GHz) y los iPad mini 4 junto con el Apple TV de cuarta generación (1,5 GHz).
Ahora mismo soporta la versión más reciente de iOS, la 10.2.1, pero es cuestión de tiempo que se le retire la compatibilidad por pura cuestión de limitaciones de hardware. Teniendo todo esto en cuenta... ¿vale la pena que siga ahí a un precio que va de los 229 a los 449 euros?
Incluso los mercados en desarrollo, como India o hasta Irán, van directamente a por los iPhone. Y ahí el iPod touch tiene un problema, porque el reproductor se hacía valer como alternativa barata al iPhone como dispositivo de comunicaciones o videoconsola. Pero los videojuegos ya son demasiado avanzados, y si hasta en los mercados en desarrollo prefieren el iPhone entonces el iPod deja de tener razón de ser.
¿Un Apple Watch independiente como verdugo de los iPod?
No nos olvidemos del iPod nano y el iPod shuffle, dos reproductores que también están perdiendo su raison d'être. Son pequeños, son ligeros, y su software es ya muy limitado. Se siguen vendiendo, pero casi nadie les hace caso ya. Y lo que puede sustituirles puede estar más cerca de lo que creemos.
Un Apple Watch que deje de depender del iPhone, por ejemplo, podría valer. En sus próximas generaciones podría tener su propio receptor Wi-Fi y algo más de almacenamiento para canciones, y la capacidad para poder instalarle aplicaciones sin que eso exija gestionarlo desde un iPhone.
El Apple Watch se convertiría en un iPod de pulsera, en eso que la gente intentó hacer con el iPod nano de sexta generación y que terminó convirtiéndose en una moda pasajera y un avance de lo que veríamos con el Watch. Y entonces sí, la compra de un Apple Watch ya cubriría completamente las necesidades que le pedimos a los iPod Nano y Shuffle. Entonces sí, estos reproductores tendrían todas las papeletas de desaparecer.
Lo único que tienen ahora mismo los iPod Nano y Shuffle a su favor es que su compra implica que el usuario tiene que utilizar iTunes, con lo que se le familiariza con el ecosistema de Apple y se le atrae a la plataforma. Pero a día de hoy, Apple está más interesada en que uses iOS y su App Store que no animarte a sincronizar algo con cable mediante un Mac con iTunes. Y no digamos ya que iTunes puede usarse en Windows. También, a más largo plazo, no me extrañaría ver cómo unos AirPods más avanzados sustituirían el iPod Shuffle.
Por lo tanto no me extrañaría ver cómo un Apple Watch independiente de tercera o cuarta generación provoca la desaparición, como mínimo, del iPod shuffle y el iPod nano. El iPod touch, como mucho, quedaría como último bastión de los reproductores que hace 15 años supusieron la revolución del mercado para siempre.
En Applesfera | Vida y evolución de los iPod
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