En el borde de todos los iPhone hay unas franjas o rayas laterales que dicen más sobre el diseño y construcción de estos teléfonos de lo que parece. Muchos usuarios creen que estas líneas están aquí porque quedan bien, porque es un elemento estético elegante.
Nada más lejos: todos los iPhone incluyen unas rayas en sus bordes y son esenciales. Son vitales para que el terminal pueda funcionar correctamente. De hecho, esta no es una marca distintiva de Apple, un capricho, ya que algunos Samsung y teléfonos de otros fabricantes también recurren a esta solución. Te contamos para qué sirven.
Para qué sirven las rayas laterales de los iPhone
En la imagen superior puede verse un iPhone 14 Pro y un iPhone 15 Pro. El primer tiene tres rayas y el segundo tiene cuatro. Algunos modelos del pasado han llegado a tener hasta seis de estas rayas laterales; en otros modelos, solo dos. ¿A qué responde esto?
El iPhone 4 fue el primer modelo de la compañía en hacer uso de esta estrategia de diseño, recurriendo a varias de ellas en los marcos inferiores. Desde entonces, cada modelo ha ido cambiando según la necesidades de su construcción. Pero estas rayas no son "juntas de unión", como han llegado a decir algunos usuarios, ni tampoco son una función meramente visual. Estas líneas son, en realidad, transmisores.
El iPhone 4 fue, curiosamente, el primer smartphone de la marca en sufrir un gran problema de conexión —la doble antena del iPhone 4S solucionó este fallo—. El famoso 'Antennagate' desveló que estos móviles sufrían problemas de conexión de red y ciertos bloqueos en las telecomunicaciones. Apple comenzó a regalar un bumper y a indemnizar a muchos usuarios estadounidenses. Pero, ¿por qué se producía este problema y antes no? Por una cuestión básica de miniaturización: los smartphones cada vez contienen electrónica más avanzada y procesadores más potentes. Sin embargo, no han engordado, más bien al contrario.
Los móviles del pasado recurrían a una antena externa, extensible o plegable, para garantizar así que el radio de recepción de la antena fuera más amplio y no hubiera problemas de cobertura. Prescindir de ello a favor de un diseño más monolítico propuso un reto de diseño, y más si los materiales de construcción producían interferencias. Los receptores de onda necesitaban ayuda para comunicarse mejor.
Cuando tapas el iPhone con una funda o lo bloqueas cogiéndolo con la mano de determinada manera puedes notar como la conexión se ve resentida —por cierto, puedes usar un iPhone antiguo para mejorar tu cobertura—. Así bien, el equipo de Steve Jobs llegó a la conclusión de que utilizar un material menos denso que lo comunicara "con el exterior" ayudaría a que las comunicaciones fueran más fluidas.
Y tanto: el iPhone 15 Pro Max cuenta con la conexión WiFi más rápida que ha sido probada entre todos los gama alta, según los rankings de Ookla, superando al Samsung Galaxy S23 Ultra en más de un 50% de velocidad.
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