La rueda de los rumores suelta pistas sobre futuros productos de Apple constantemente. A veces son características que se añaden a un dispositivo. Otras veces, se quitan. Ayer vimos cómo un analista de Barclays especializado en la industria de semiconductores aseguraba que los proveedores de Apple en Asia daban por hecho que los modelos OLED de iPhone planeados para 2019 carecerían de 3D Touch.
En un principio, descarté esta posibilidad por absurda. Pero conforme han pasado las horas ya no estoy tan convencido como antes. Veamos cuáles son los argumentos acerca de la permanencia o desaparición de 3D Touch.
La tecnología detrás de 3D Touch y su enorme utilidad
3D Touch llegó al iPhone 6s hace tres años, directamente heredado del Apple Watch y su Force Touch aunque pasó antes también por el MacBook y MacBook Pro de 2015. A excepción del iPad, la posibilidad de presionar una superficie táctil con fuerza para realizar funciones secundarias se extendió con enorme rapidez por los productos de Apple.
En menos de un año, ya teníamos modelos de Mac, iPhone y Apple Watch con esta tecnología (otras como Touch ID han tardado bastante más). Esta velocidad a la hora de adoptar una característica sólo podía responder a la seguridad de Apple con su apuesta.
No debemos olvidar que 3D Touch y Force Touch vinieron acompañados de otra tecnología: el Taptic Engine. Un motor háptico que proporciona una sensación diferente del motor de vibración, más parecida a presionar un botón que a un simple giro de un rotor descompensado. Entre ambas se consigue una experiencia de usuario única que funciona como un todo.
Tanto 3D Touch como el Taptic Engine recibieron un tratamiento especial por parte de Apple en la presentación del iPhone 6s. Video con la voz de Jony Ive incluido explicando ambas tecnologías. Más apoyo no se puede conseguir.
La utilidad de 3D Touch en el iPhone es especialmente importante. Con el paso de las iteraciones ha ido añadiendo funciones de las que hablamos hace no tanto tiempo en Applesfera:
- Presionar con fuerza en el Control Center para mostrar más opciones en la linterna, antenas de comunicación o el modo No molestar.
- Activar las Live Photos.
- Acceder al widget de una app y mostrar acciones rápidas sin entrar en ella.
- Activar la multitarea y cambiar de app con rapidez.
- Mover el cursor por el texto que hemos escrito así como seleccionar texto.
Con seguridad, estas dos últimas funciones son las más populares entre quienes utilizamos 3D Touch con frecuencia en el iPhone. En mi caso, se trata de una característica tan sencilla como útil que sería impensable prescindir de esta función en un iPhone. Por eso, mi reacción inicial a la posible desaparición de 3D Touch ha sido descartarla como el típico rumor de un analista que luego no llega a materializarse ni en un millón de años.
A no ser que...
Disuélvanse, aquí no ha pasado nada
Apple es una compañía que se caracteriza por hacer pocas apuestas, ya sea en forma de productos o características nuevas (o que desaparecen). En general, sus apuestas salen bien incluso cuando la percepción pública es negativa. Como por ejemplo, el Apple Watch o la eliminación del jack de audio. Pero otras fracasan y quedan ocultas bajo la alfombra.
Por mucho que algunos usuarios encontremos muy útil 3D Touch, es posible que sea una funcionalidad poco utilizada por los cientos de millones de usuarios de un iPhone compatible con esta tecnología. Los datos sólo los tiene Apple y es poco probable que divulgue sus estadísticas de uso.
Lo cierto es que si su uso no fuera el esperado por Apple y estuviera planeando eliminar la funcionalidad (una en la que hay invertidos enormes esfuerzos tanto de la compañía como de desarrolladores), sería razonable sustituirla de alguna manera. A fin de cuentas, cuando Apple elimina algo ofrece una alternativa más o menos adecuada. Para eliminar Touch ID recibimos Face ID y a cambio del jack de audio, Apple preparó varias soluciones: adaptador, AirPods y empuje del audio inalámbrico.
De confirmarse que Apple pretende deshacerse de 3D Touch, necesitaríamos un sustituto para sus funciones más relevantes. Da la casualidad (o no) de que ya hay algunos en marcha:
- iOS 12 permite mantener apretada la barra espaciadora para mover el cursor y seleccionar el texto.
- El iPhone X y su interfaz de gestos permite cambiar de app con rapidez gracias a la barra de desplazamiento inferior que tiene el dispositivo.
- El resto de acciones de 3D Touch podrían cambiarse a una simple presión prolongada o eliminadas por completo.
Si recordáis, la activación de la multitarea desapareció momentáneamente con el desembarco de iOS 11 en nuestros dispositivos. Poco después volvió con iOS 11.1, pero el mensaje estaba claro: Apple no lo veía como imprescindible y estaba planteándose su eliminación. La empresa reculó, tal vez porque espera que a que haya más dispositivos que sigan la filosofía del iPhone X en el futuro.
Hasta aquí hemos visto el cómo. Pero no el porqué. 3D Touch exige tener un espacio vacío en la pantalla para poder medir los cambios en la presión. Es mínimo, pero en un dispositivo en el que el espacio está muy cotizado sobra lo superfluo. Otra opción es que 3D Touch no permita la compatibilidad de alguna tecnología de pantalla aún por venir (¿alguien dijo soporte de Apple Pencil?).
En conclusión: la permanencia de 3D Touch no deberíamos darla por hecho. Porque lo que Apple te da, Apple te quita.
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