Cómo pasa el tiempo. Ya hace diez años que el primer iPhone salió a la venta, y en esa época todos queríamos probar uno con nuestras propias manos. Pero si ya en los Estados Unidos era difícil, imaginaos en España donde no íbamos a ver el terminal oficialmente hasta un año más tarde.
Pero en Applesfera tuvimos un golpe de suerte: Xavier Sitjà, el gerente de un Apple Premium Reseller catalán que ya no existe, nos ofreció probar un iPhone desde su tienda. Nuestra experiencia fue magnífica y nos hizo cambiar la perspectiva de todo, pero ahora que lo vemos desde diez años atrás ese cambio es mucho más grande de lo que nos imaginábamos.
El iPhone en una época de iPods y desconexión al salir de casa
Era julio de 2007, principios de mes. Y sólo hace falta recordar cómo usábamos los productos y servicios de Apple durante esa época para ver cuánto hemos evolucionado. Todos queríamos tener o teníamos un Mac y un iPod, sincronizábamos nuestra música (y poco más) mediante un cable de 30 pines y andábamos desconectados de la red en cuanto salíamos de casa. La mensajería móvil por SMS era eso, SMS. Primitiva y con coste por mensaje.
Si queríamos mover datos de un lado a otro o tenerlos a mano, lo más práctico era una memoria USB que en esa época seguro que era de menos de un GB de datos. El concepto de la nube ya estaba entre nosotros con servicios como el correo de Gmail, pero nadie todavía llegaba a imaginarse que se iba a convertir algo permanentemente presente en nuestras vidas. Y por supuesto, no había webs móviles de nada. Todo lo que cargábamos eran webs de escritorio o versiones WAP de webs con sólo texto. Casi no se consideraba internet, y navegar con el móvil costaba muchísimo dinero.

Éstas fueron las impresiones de Pedro Aznar al usar por primera vez un iPhone:
Interfaz El punto que diferencia el iPhone de todo lo que existe en el mercado es el extraordinario sistema operativo y el nivel que Apple ha conseguido en el producto. OS X corre con absoluta soltura, se carga muy rápido y el tiempo de respuesta es instantáneo.
Aún llamábamos OS X al sistema operativo del iPhone, ya que Steve Jobs defendía al nuevo terminal como un dispositivo capaz de ejecutar el núcleo de ese sistema operativo. Con el tiempo pasaría a llamarse iPhone OS, y luego acabaría como iOS. Vimos al iPhone como algo capaz de aguantar tareas de sobremesa, no como algo que podría generar un nuevo formato de contenido por sí solo.
De un móvil muy caro al centro de nuestras vidas

Miremos todo lo que, gracias al iPhone, podemos hacer ahora. No concebimos desconectarnos de la red en ningún momento. Usamos el móvil para enviar dinero a personas, para pagar en tiendas, para encargar productos y servicios. Para ver películas, para hacer transferencias bancarias, para controlar la contabilidad personal. Tenemos nuestra agenda y calendario y toda la mensajería instantánea. Los SMS casi ni existen.
Tenemos todos los datos que queremos en la nube, disponibles desde cualquier terminal. Tenemos decenas de miles de fotografías en una fototeca que se puede consultar metiendo la mano en el bolsillo. Y toda esta enorme marea de información que se actualiza en tiempo real desde nuestros bolsillos se sincroniza sin ningún cable. Lo único que necesitamos es poder cargarlo de vez en cuando.
Probar un iPhone ahora significa identificarnos en todos los servicios que usamos con él, probar aplicaciones y juegos, gestionar nuestros archivos y datos... todo lo que podías hacer en un Mac, puedes hacerlo en tu iPhone. Probamos el teléfono no como un accesorio, sino como el centro de nuestra vida digital. Antes era normal no tener un iPhone. Ahora lo normal es no tener un Mac, porque a lo mejor no te hace ni falta.
Reflejo otro extracto de las primeras impresiones de Pedro con su primer iPhone:
Vivir con un iPhone es no querer volver atrás. Pueden faltar más o menos cosas, pero es realmente una evolución en el campo de la tecnología móvil: dá la sensación de llevar un Mac en el bolsillo. [...]
Lo que Apple está vendiendo hoy no es el iPhone, es un aviso: la revolución ha comenzado, y sólo es cuestión de tiempo de que sea perfecto. Tiempo que otros marcas no han sabido aprovechar creando más de lo mismo, y estancando un mercado que hacía años que no se movía.
No iba mal encaminado, ¿verdad? El iPhone ha pasado a ser la piedra angular de Apple. Sin el iPhone, Apple ahora mismo no sería nada de lo que es.
En Applesfera | Los últimos rumores del iPhone 8
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rustyco
Yo aún recuerdo la primera vez que vi uno, era un iphone original y cuando empezó a mover la pantalla con los dedos, a ampliar fotos, me pareció que estaba a años luz de todo lo que había visto y sólo pensaba que quería uno de ellos, tuve que esperar al año siguiente al iphone 3g, pero desde entonces no he tenido otro tipo de teléfonos y estoy encantado con él, ahora a esperar al iphone 8 para jubilar mi 6plus.
fulldie
Recuerdo el primer iPhone que vi, lo trajo mi primo de Canada en el verano del 2008. Tenía que hacer una suma la cual iba a hacer con mi flamante Nokia e65 y su calculadora, cuando me dijo mi primo que ya usábamos la de su móvil.
Veo que saca un móvil sin botones, completamente táctil y que encima cuando abrió la aplicación de la calculadora al girarla se convertía en científica.
Desde entonces quise un iPhone, y después de 9 años aun no tengo ninguno, pero ese ya es otro tema.
kane74
Sigue siendo el mejor smartphone del mundo. Pero seamos honestos: es el que menos ha cambiado.
argenos
Yo lo tengo aún, lo compré con una persona que vivía en USA, y al llegar aquí (México) lo desbloquee (aún recuerdo que tenias que hacer llamada y otras parafernalias para ello, y solo quedó como iPod, a los 4 meses ya podía ser celular), se lo heredé a mi hija aunque ella misma lo ha dejado por no tener redes sociales (WhatsApp, telegram, mas que nada para comunicarnos) carecer de mensajes multimedia, tener navegación lenta; pero yo aún lo uso para satisfacer "necesidades retro" que me encantan, además que para las necesidades de llamar, mensajes de texto funciona. Hoy en día tengo el iPhone 7 y puedo decir que no estoy tan emocionado como lo fui el día que adquirí el iPhone 2G (las innovaciones de hoy en día son esperadas pero no rompedoras como han sido las primeras 4 generaciones y no se diga de la primera).
Huesi
Yo recuerdo que me dejaron probar uno que trajeron de Estados Unidos, lo único que realmente te me impresionó fue el pinch to zoom, en ese momento creo que estaba usando una Qteq 9000 que le daba unas cuantas vueltas al IPhone, recuerdo que conectaba por ejemplo por terminal a los servidores, sincronizaba con Exchange y eso por ejemplo desde el iPhone ni se soñaba, Apple ha ido evolucionando y ahora me parece un teléfono bastante redondo, hace unas semanas cambie el iPhone 6s por un IPhone 7, se puede decir que hasta que no presentó Apple el IPhone 6 no ha estado en mi punto de mira, más bien todo lo contrario. Para mí el secreto ha sido ir mejorando poco a poco en lugar de cambiar de forma radical todo como hacen otras marcas o sistemas.
hizkersa
Aún conservo un iPhone 3G (está como nuevo, soy cuidadoso). Al encenderlo me encanta. Tuve una amiga que tenía el iPhone original, se lo habían traído de USA, lástima que lo perdió, si no ya lo tendría en mi poder. Un gran recuerdo de teléfonos para la época!
juatmac
Cuando salió el iPhone dejo en pañales a la competencia. Estaba a años luz de lo que había en el mercado, yo recuerdo pasar de una Qtek S200 y la diferencia era abismal. El salto de las pantallas "pulsactiles" + Windows de PDA a una autentica pantalla táctil con una respuesta fuera de lo común y un sistema operativo intuitivo y eficiente fue increíble.
kiskillas
Me traje uno original de EEUU y en ese momento, te dabas cuenta de que estaba a años luz del resto. Primero, su enorme pantalla de alta resolución comparado con los Nokia que reinaban en solitario en cuanto a terminales de gama ultra alta. Segundo, su forma de manejarse, girabas el teléfono y se giraba la foto (nada de opciones, rotar, 90, ok.... y a esperar unos segundos: un infierno) el zoom con los dedos (lo mismo) o los desplazamientos táctiles por páginas web que en Nokia era infernal. Tercero, su memoria. Hasta 8GB (mi unidad) donde cabía todo y muchísimo más, mientras los otros teléfonos si llegaban a 1GB era a costa de comprar tarjetas de memoria carísimas, y lentisimas. Y por último, el rendimiento. Era una bala, todo iba fluido y era instantáneo.
Para mí fue un shock tremendo, era otro nivel, otra liga. No se podía comparar con nada (salvo la cámara, MUY mejorable). Por eso, cuando sale un nuevo terminal ahora, con el iPhone Pro (el 8 que llamáis algunos) a punto de salir, esperáis una revolución. Eso es imposible hoy día, sin cambiar todo el concepto.
Cuando salió el iPhone original, estaba a años luz del resto en todo. La mejor pantalla, el mejor rendimiento, la mayor capacidad de memoria del mercado.... y todo a un precio como un Nokia N95 (del mismo año que el iPhone).
Fue un auténtico golpe sobre la mesa. Un terremoto. Un tsunami que arrasó con todo. Ahora dar un salto tan enorme respecto al resto parece imposible.