Estamos más que contentos tras ver todas las novedades que nos han traído el iPhone 8 y el iPhone X, pero eso no evita que más se uno se haya hecho una pregunta: ¿por qué Apple "se ha saltado" el nombre de iPhone 7s? ¿No habría sido lógico llamar 7s al 8 por su gran parecido?
Podemos utilizar también el salto del iPhone 6s al 7 para hablar sobre cómo a veces la nomenclatura de las generaciones del iPhone provoca debates. Pero más que diferencias entre potencia y diseño, la razón por la que el iPhone 8 tiene ese nombre se puede apoyar en el márketing.
¿Samsung tiene un ocho? Pues yo voy a por el diez
Samsung ha ido sumando cifras directamente mientras Apple alternaba eso a sus generaciones "S", lo que ha hecho que los Galaxy se hayan "adelantado". Y puede que te parezca una tontería, pero el que el último Galaxy sea el S8 y lo que tocaba ahora era el iPhone 7s influye. El 7, en el subconsciente, acaba siendo menos que el 8.
Así que Apple no se ha cortado un pelo y ha alterado la evolución de su nomenclatura para pasar directamente del 7 al 8. Así parece que los iPhone 8 y el Galaxy S8 estén a la par. Y no sólo eso: ha aprovechado el décimo aniversario del iPhone para pasar directamente del 8 al 10 con el iPhone X. El iPhone 9 se queda en el limbo.
Eso tiene un precio a largo plazo, y es que a lo mejor toca hacer retoques en los nombres de los iPhone el año que viene después de forzar tanto los números. Puede que se arregle tranquilamente con un "iPhone XI" pronunciado como "iPhone once", pero tengo esperanzas con los nombres que mi compañero Javier Lacort tenía pensados.
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