Hay momentos en la historia de la tecnología en los que decisiones inesperadas marcan tendencia, aunque en un principio parezca lo opuesto a la innovación. Y ningún otro dispositivo de Apple representa mejor esa paradoja que el icónico iPhone SE. Desde su debut en 2016 hasta su prematuro final en 2025, este "pequeño gigante" puso patas arriba las reglas del diseño de Jony Ive y se convirtió en un fenómeno incomprendido. Ahora que el flamante iPhone 16e toma su lugar como la "opción asequible" de Apple, es momento de rendir homenaje al teléfono que desafiaba las normas y conquistó corazones (y bolsillos).
El iPhone SE: el guerrero que lideró una rebelión contra los gigantes
Corría 2016. Los iPhone habían iniciado su escalada hacia pantallas cada vez más grandes. Bajo la visión artística de Jony Ive llegaron diseños minimalistas que dieron forma al iPhone 6 y 6s: delgados, curvilíneos... En ese contexto, el lanzamiento del iPhone SE era prácticamente un acto de rebeldía.

Un diseño idéntico al del iPhone 5s, con su pantalla compacta de 4 pulgadas y bordes rectos, pero relleno con todo lo que tenía el iPhone 6s. Era un anacronismo tecnológico en toda regla. Sin embargo, este teléfono tocó un nervio especial. Su tamaño lo hacía cómodo, manejable y, sobre todo, diferente. Mientras otros smartphones competían por ser lo más grandes y vistosos posible, el iPhone SE navegaba a contracorriente. Y lo mejor: funcionó. El iPhone SE fue un éxito rotundo, algo que pocos habrían anticipado. Era un teléfono que no intentaba encajar en las tendencias porque sabía que había personas que preferían "pensar diferente".

Del diseño cuadrado al renacimiento del SE
Tras su exitoso debut, Apple se tomó su tiempo con el iPhone SE. Tanto que parecía que se habían olvidado de él. Cuatro años después llegó la segunda generación del iPhone SE. Nos encontrábamos en 2020 y estaba claro que el pequeño rebelde había madurado. El rediseño adoptó la estética del iPhone 8, con bordes redondeados y una pantalla más grande de 4,7 pulgadas. Sí, seguía siendo "pequeño" comparado con los gigantes de la época, pero el SE había cambiado de esencia.
La segunda y tercera generaciones (2020 y 2022, respectivamente) eran, en realidad, versiones basadas en el iPhone 8. ¿El resultado? Un teléfono que seguía siendo asequible y funcional, pero que había perdido un poco de esa chispa desafiante de su predecesor. Aunque cumplió con su cometido comercial, no logró el mismo impacto cultural que el modelo original. Sobre todo, porque durante esos años Apple tenía en su catálogo el iPhone 12 mini y el iPhone 13 mini, por lo que esa esencia "transgresora" de un iPhone pequeño ya estaba cubierta con otros modelos mejores que el propio iPhone SE y con un precio no muy superior.

En 2025, el destino del SE quedó sellado. Apple decidió que era hora de avanzar y terminar con la línea. "Señores, el iPhone SE ha muerto", pero su legado de funcionalidad y diseño accesible dejó una marca que no se puede borrar y continúa.
El iPhone 16e: ¿un sucesor espiritual o el fin del trayecto?
Con la llegada del iPhone 16e en 2025, Apple parece haber encontrado una nueva fórmula. Este modelo, técnicamente un iPhone 14 con "toques" del más reciente iPhone 16, marca el futuro de los dispositivos económicos de Apple. Pero aquí está la pregunta importante: ¿es el 16e un sucesor del iPhone SE u otro iPhone completamente diferente en la familia?

Al contrario de lo que representaba el iPhone SE en sus días de gloria, el 16e no busca diferenciarse, sino integrarse. Su diseño, aunque impecable, no tiene nada de nostálgico ni rebelde. Es un iPhone para todos, sin las características que hacían del SE un teléfono tan querido por unos pocos. Eso no lo convierte en un mal producto, ni mucho menos, pero revela que Apple ha dejado atrás la idea de romper las reglas para satisfacer un nicho específico. En palabras simples: el iPhone 16e es el futuro de Apple en la gama media, pero el iPhone SE siempre será recordado como un verdadero rockstar.

El iPhone SE no fue solo un dispositivo; fue una declaración de principios. Resistió tendencias, cerró brechas entre generaciones y demostró que, a veces, la innovación no está en lo nuevo, sino en perfeccionar lo conocido. Muchos se aferraban al Touch ID, a un modelo realmente más pequeño. Porque, en un mercado donde los teléfonos crecían y crecían, el SE fue un recordatorio de que "pequeño" no significa "menos". Ahora que el SE ha pasado al salón de la fama de los dispositivos discontinuados, su impacto sigue vivo en la memoria de quienes lo amaron. Porque, a pesar de su tamaño compacto, el iPhone SE fue, es y siempre será un gigante.
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awsomo
Guille, creo que te has venido muy arriba al escribir el artículo 😄
No deja de ser un teléfono de precio comedido que aprovecha el diseño de un producto descatalogado y, me atrevería a decir, superado por propuestas más recientes.
Hablar de impacto cultural cuando eran móviles prácticamente indistinguibles de los de generaciones anteriores con los que compartían diseño, no sé…
fatmac
Desde mi primer fat Mac siempre he tenido macs y en las empresas que he creado se ha usado principalmente Macintosh y desde el primer iPhone que me compré en USA porque aquí todavía no se vendía siempre he tenido iPhone, pero creo que mi actual Mac va a ser el último, ya no se puede ni expandir la RAM y los precios de la memoria de apple siguen siendo disparatados y mi actual iPhone SE será el último, lo del reconocimiento facial no me gusta y los tamaños son demasiado grandes, en fin es un fin de ciclo.
ninovegetal
Bueno, creo que conociendo cómo se maneja el bueno de Tim Cook; en su momento se "inventó" la propuesta del SE para seguir usando toda la infraestructura de producción del iPhone que ya tenían, hay que ver que este señor tiene una afinidad por maximizar las ganancias.
Luego vino el cambio a los todo pantalla y claro, de nueva cuenta el señor vio la posibilidad de usar aquel método y en las dos siguientes generaciones del SE, emplear la infraestructura de los iPhones de sus versiones 6 al 8 (modelos ya descontinuados para ese entonces), y punto importante; quienes compran las generaciones nuevas lo hacen por sus innovaciones físicas, así que en este sentido el SE nunca ha entrado en igualdad de condiciones respecto a los modelos nuevos.
Así que aquí estamos en el 2025, donde se especula que el iPhone 16e es la actualización del SE y no creo que sea así, es más una movida interesante de Apple por ofrecer equipos al consumidor para capitalizar lo más posible al Apple Intelligence, que llegue a más personas, para que sus números sean lo mejor posible ante el mercado y los inversionistas, no importa que aquí sí, el 16e pueda "canibalizar" un poco el mercado de sus hermanos mayores.
Así que por eso creo que el nuevo SE saldrá luego de que Apple tenga un atractivo catálogo de productos con los que se pueda usar Apple Intelligence y muchas personas se hayan subido a ese barco. Cuando sea así, finalmente veremos el SE 4 y señoras y señores, si se escandalizaban de que el 16e no permita magsafe (entre otras cosas), la que les dará cuando salga el modelo SE 4.
fanboy
En mi opinión, el diseño del iPhone 4, del iPhone 5S (del que “bebió” el primer SE), el iPhone 7 Plus en Jet Black y el iPhone X y XS, este último en oro, fueron icónicos. En cambio, los modelos más recientes, aunque son mucho más avanzados, resultan tremendamente sosos a nivel de diseño; no tienen ese punto especial que tenían los mencionados.
Y eso que tengo un iPhone 15 Pro, con el cual estoy encantado, ya que me va de fábula. Sin embargo, cuando veo mi antiguo iPhone X, sigo pensando que su diseño es mucho más imponente y bonito que el del 15 Pro. Tiene por así decirlo una mayor imagen de exclusividad, de vanguardia.
Lo tengo más que claro, hasta que Apple no presente un iPhone con un diseño tan icónico como lo fue el iPhone X, no pienso cambiar el actual.