¿Marginarán los desarrolladores al iPhone 3G?

Todo el mundo está, de una manera u otra, entusiasmado con el lanzamiento del nuevo iPhone 3GS del iPhone. Unos opinan que los propietarios de un iPhone 3G no necesitan comprarse el nuevo teléfono, y otros argumentan que el cambio es necesario ya que mejora mucho la experiencia de uso.

Al margen de todas estas opiniones, el iPhone 3GS tiene el doble de memoria RAM que su antecesor, más frecuencia en su procesador, compatibilidad con OpenGL ES 2.0… características mejoradas que hacen del iPhone un teléfono mucho más cómodo y veloz. Al mismo tiempo, Apple garantiza que el modelo 3G seguirá siendo un iPhone competente, pero… ¿qué harán los desarrolladores?

Desde el punto de vista de un desarrollador, éste tiene en sus manos un teléfono más potente, compatible con tecnologías de renderizado en tres dimensiones más modernas. Sobre éste iPhone podrá pues, crear juegos más grandes y potentes. No hay duda, además, que el SDK del iPhone OS 3.0 ofrece soporte para que esos juegos puedan ejecutarse en el iPhone 3G.

¿Pero a qué precio? Un juego que se haya programado enfocándose en el iPhone 3GS no tendrá la velocidad esperada en su predecesor, incluso usando OpenGL ES 2.0 podríamos encontrarnos con un bonito letrero en nuestro teléfono con el mensaje “esta aplicación no es compatible con el iPhone 3G”.

Apple no ha introducido muchos avances en el iPhone 3GS para que el 3G siga estando activo. Sin embargo, usando las pocas diferencias implementadas los desarrolladores (y no la propia Apple) pueden provocar, con el rendimiento de sus futuras aplicaciones, que el iPhone 3G no pueda ejecutar la mayoría de los juegos o programas que aparezcan en la AppStore, provocando una especie de “exclusión”.

Así pues, a partir de ahora creo que los desarrolladores deben mejorar sus aplicaciones y hacerlas más potentes, pero al mismo tiempo cuidar que éstas también puedan ejecutarse en un iPhone 3G. Mandando como manda siempre el beneficio económico no creo que se haga, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Imagen | christyxcore