Cinco millones de unidades vendidas en el primer fin de semana del iPhone 5 en nueve países frente a los 4 millones de unidades del iPhone 4S y los 1,7 millones del iPhone 4 en el mismo período en siete y cinco países respectivamente. ¿Qué significa esto? ¿Son muchos o pocos? ¿Apple ha vendido más o menos proporcionalmente hablando? ¿Es de verdad un nuevo récord de la compañía?
Si atendemos a las expectativas de Wall Street, que manejaban cifras de hasta diez millones de unidades, definitivamente el lanzamiento del iPhone 5 no ha cumplido con el crecimiento esperado. Y no solo eso; si dividimos los cinco millones vendidos en los primeros tres días entre los nueve países en los que se ha producido el lanzamiento inicial, el resultado es que el estreno del iPhone 4S sigue proporcionalmente por encima. ¿Qué ha pasado?
Podríamos pensar que quizás se debe a un “pinchazo” en el éxito del iPhone e incluso buscar al culpable en la polémica con los mapas de Apple o la (por otro lado clásica) decepción de algunos usuarios, pero probablemente estaríamos mirando en el lugar equivocado. Los dos millones de reservas de la tienda online registrados en tan solo 24 horas (aquí sí, el doble de las del iPhone 4S) y la positiva acogida de los medios invitaban a pensar que los 10 millones eran una cifra alcanzable, pero quizás estábamos olvidando poner los pies en la tierra ante algo importante: la capacidad de producción.
Muchas Apple Store colgaron el cartel de “Agotado” tras las primeras horas, la tienda online pasó a tener tiempos de envío de entre tres y cuatro semanas, y las grandes superficies como Walmart, Best Buy o Target ni tan siquiera llegaron a recibir el número de unidades que esperaban. Y es que, no puedes vender más unidades de algo de lo que sencillamente aún no tienes más unidades.
¿Ha alcanzado Apple el límite de la capacidad de producción de sus socios? No lo sabemos, lo que sí sabemos es que Sharp no pudo unirse a LG y Japan Display Inc en la producción de pantallas para el iPhone 5 hasta una semana antes de su lanzamiento, y que estos tampoco lo están teniendo fácil para superar los retos que implica la fabricación en masa de la primera pantalla Retina con tecnología táctil integrada (in-cell touch).
¿Qué significa esto? Que en lugar de poner electrodos táctiles entre los píxeles de la pantalla, estos realizan una doble función: actúan como electrodos sensibles al tacto y muestran la imagen. Una capa menos te separa de tu iPhone 5 para que lo veas todo más claro en una pantalla un 30% más fina.
Poniendo las cosas en perspectiva
Cuando la Wii de Nintendo, ejemplo sin igual de consola superventas, se lanzó en noviembre de 2006, vendió 600.000 unidades en los primeros ocho días. Cinco días después se lanzaba en Japón, agotándose también tras vender “tan solo” 400.000 unidades. A Europa, toda Europa, llegó una semana después, y de nuevo, el cartel de “Agotado” fue el protagonista tras vender las primeras 325.000 unidades. Al final, a Nintendo le llevó siete meses lograr vender sus primeros cinco millones de Wiis, y no precisamente por falta de demanda, sino por su capacidad de producción.
Kinect de Microsoft entró en el Libro Guinness de los Records como el “aparato de consumo electrónico más rápido vendido” con 2,5 millones de unidades en 25 días… un récord que fue holgadamente superado por el iPhone 4S, pero que nos ofrece otro ejemplo de los retos de la fabricación en masa. Los cinco millones de Kinect llegaron dos meses después.
Para terminar, otro superventas, y esta vez en el mismo campo que el iPhone: el Samsung Galaxy S III. Desconocemos cuanto tardó Samsung en producir sus primeros 5 millones, pero sí tenemos un dato igualmente significativo: 10 millones en 50 días de uno de los pocos fabricantes que pueden presumir de ser notablemente autosuficientes en lo que a proveedores se refiere.
Entonces, ¿éxito o fracaso?
Bueno, partiendo de la base de que 5 millones vendidos en un solo fin de semana (más los 2 que pudieron reservarse online y que según Bloomberg no están incluidos en la suma) por cualquier producto de electrónica de consumo del planeta difícilmente podría definirse como fracaso, mi opinión al respecto es que de existir un problema probablemente lo encontremos en las fábricas más que en las tiendas.
Apple no suele empezar a producir sus productos hasta un mes antes de los lanzamientos para minimizar (sin éxito) las filtraciones y es importante señalar que estamos ante el calendario más agresivo que la compañía se ha propuesto jamás. A los nueve países iniciales se le sumarán otros 22 este mismo viernes, tan solo una semana después y no dos como el año anterior. Para diciembre, serán 100 países frente a los 70 del iPhone 4S. Y todos ellos necesitan unidades que vender.
Sabremos más conforme pasen las semanas, pero la auténtica prueba de fuego llegará en enero tras la temporada navideña con el anuncio de los resultados del primer trimestre de 2013. En el del año 2012 lograron vender 37 millones de iPhones durante aquél período y otros 61 millones en los dos trimestres siguientes. ¿Qué cifra alcanzarán esta vez?
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