Algo extraño está ocurriendo con la rumorología del próximo iPhone, que nos dice que como mínimo los tiempos están cambiando. Los primeros detalles del iPhone 7 aparecieron muy pronto, y por más detalles que aparezcan a medida que se acerca la fecha de presentación no parece que haya tanto entusiasmo por su lanzamiento que con otros modelos del teléfono.
Es más: hay varias señales concretas de que Apple podría encontrarse con un cambio de ritmo en las ventas de los futuros iPhone. Y casi todas son externas a la compañía, de modo que desde Cupertino no pueden hacer nada para evitarlo. Excepto algunos puntos importantes que supongo (y espero) que Tim Cook y los suyos ya tienen en cuenta.
El ritmo cambiará, y la estrategia tabién
En primer lugar, tenemos el cambio de los mercados. Casi todo el mundo que quiere un iPhone en occidente ya lo tiene, el acelerón de ventas que ofrecía China ya ha dado de sí, y la gran oportunidad que ofrece India está obligando a Apple a rebajar precios de sus dispositivos para poder lidiar con la competencia. En Japón, aunque puede que por otros motivos, ya se ha reducido el precio un 10%. En otras palabras: la oportunidad para seguir creciendo al mismo ritmo con el que se ha crecido hasta ahora en cuanto a ventas del iPhone se ha acabado.
Eso da lugar a un cambio de estrategia en Apple que podemos ver por ejemplo en el lanzamiento del iPhone SE: se recicla un diseño antiguo pero que sigue teniendo éxito, se le colocan los componentes internos más potentes, y lanzamos un teléfono a un precio relativamente bajo para lo que es un iPhone. Es la primera vez que desde Cupertino se hace algo así (el iPhone 5c no se lanzó con lo último en chips), y los primeros datos oficiales de si ha dado resultado o no podemos escucharlos mañana por la noche durante los resultados trimestrales de Apple.
Pero aún con estos cambios, sigue siendo indudable que el pilar central de las ventas e ingresos que consigue ahora mismo Apple residen en el iPhone. Y por lo tanto, la compañía va a depender mucho del éxito que consiga ese iPhone cuando se lance a mediados de año. Y volvemos al dilema inicial: lo que de momento se prevé que será el iPhone 7 no parece atraer el entusiasmo de los inversores. De hecho el analista especializado en Apple Ming-Chi Kuo de KGI securities afirma que las ventas de ese iPhone 7 llegarían a ser más bajas que las del iPhone 6 en 2014 en el peor de los casos.
Eso, a su vez, haría que Apple se viese resentida en el mercado de los smartphones. Todo un toque de atención que haría que los cambios de estrategia que ya hemos visto en ejemplos como el del iPhone SE puedan ser sólo el principio.
El mismo Walt Mossberg, desde The Verge, nos da otra señal afirmando que más le vale a Apple sorprender a todo el mundo con el iPhone 7 si no quiere perder ese factor wow con el que suele convertirse en titulares de todo el mundo. Menciona también los avances de otros fabricantes como la carga rápida del dispositivo, los primeros intentos de cargas por inducción, y los "encasillamientos" de algunas aplicaciones de iOS como Mail.
Por eso, el futuro dependerá muchísimo de ese iPhone 7, de iOS 10, y de cómo reacciona Apple ante un mercado donde un crecimiento en ventas como el que ha habido hasta ahora ya no es posible. Tengamos en cuenta que nos estamos basando en predicciones, así que también hay que dejar hueco a alguna noticia sorprendente del iPhone 7 que nos deje a todos sin palabras. Estamos hablando de Apple, una compañía especializada en hacer precisamente esto. Pero todo a su alrededor, incluidos los consumidores, estamos cambiando.
Imagen | William Hook, bike
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