Hagamos un ejercicio de memoria. Cierra los ojos y piensa en el último móvil no-smartphone que tuviste. Sí, ese. Probablemente fuera un Nokia, un Siemens o un Alcatel. Lo que sí es seguro es que si lo compraste a través de tu operadora, tu terminal contaría con su logo tanto en la carcasa como al encenderlo. Vodafone, Movistar, Orange o quien fuera.
Eso, cambió con el iPhone en 2007. Para entender el cómo y el porqué debemos retroceder hasta antes de la presentación del iPhone original ese mismo año. Una lucha épica entre compañías con consecuencias hasta nuestros días.
Las operadoras en la era pre-iPhone

Antes de que el iPhone entrara en escena, las operadoras contaban con poder absoluto sobre los fabricantes de teléfonos móviles. Tanto, que daba la sensación de que actuaban como meros fabricantes de marca blanca. La operadora descolgaba el teléfono, llamaba al fabricante y le decía: "necesitamos tal y cual teléfono, con estas características y este precio para cubrir esta posición en el mercado. Hazme 10.000 unidades a este coste".
E iba el fabricante y hacía lo que le decían.
Por supuesto, es una simplificación de una situación más compleja. Fabricantes como Nokia tenían cierto poder de negociación, pero nada del otro mundo. Si un fabricante de smartphones quería hacer negocio, necesitaba contar con una cadena de distribución. Y salvo que se dedicaran a hacerlo ellos mismos, con el enorme coste y riesgos que ello supone, no tenían más remedio que recurrir a las operadoras.
Porque a fin de cuentas, eran (y son) las que tienen miles de tiendas repartidas a pie de calle. Ya sean propias o mediante franquicia.

Todo esto implicaba, por supuesto, que la operadora quería tener presencia en los terminales que vendía subvencionados (eso ahora se acabó). Su marca debía estar en todas partes del teléfono: en el exterior, ya sea en el frontal o la trasera; al encenderse el móvil (porque los apagábamos por la noche); y, cómo olvidarlo, a través de las "apps" o servicios preinstalados (similar a las que aún padecen los usuarios de Android hoy en día).
Eran otros tiempos, donde tenían la sartén por el mango. Hasta que una compañía que no tenía nada que ver con teléfonos móviles llamó a la puerta de la operadora Cingular, ahora AT&T.
"No te vamos a mostrar el teléfono hasta el final"

A cualquiera que conozca mínimamente la trayectoria de Steve Jobs, se habrá dado cuenta de que nunca habría pasado por el aro de las operadoras (no lo hizo con Intel, desde luego). No iba a permitir que le dictaran los términos y condiciones de su producto. Mucho menos colocarle un logo extraño a un producto tan importante para él como el iPhone.
De los años previos al lanzamiento del iPhone original, Apple aprendió a moverse por las oscuras aguas de las operadoras gracias al ROKR. Un terminal desarrollado en conjunto con Motorola y que acabó conociéndose como el "móvil con iTunes". Pero fue un fracaso.

Jobs consiguió convencer a los ejecutivos de Cingular de que le cedieran el control del producto. Iba a ser un teléfono tan revolucionario que los clientes se pelearían por tenerlo. Y sería exclusivo de Cingular / AT&T durante 4 largos años, durante los cuales la operadora se hizo de oro con las portabilidades. Firmar ese trato mereció mucho la pena.
Verizon y compañía tuvieron que recurrir a BlackBerry (RIM) primero, pero fracasó. Entonces, se fijaron en Motorola y el RAZR con Android que acababa de desarrollar. Este fue el punto de inflexión para la plataforma móvil de Google, aunque eso es ya otra historia.
Apple trasladó el esquema a otros países, de la forma progresiva que se muestra en la tabla superior. Una única operadora de telefonía de cada país tenía el privilegio de comercializar el iPhone. No sólo tuvieron que renunciar a su marca en el terminal, sino que además debían comprometer un presupuesto concreto para el marketing así como adquirir los dispositivos up-front.
Por supuesto, Cingular y las demás no sólo ganarían clientes nuevos. El negocio de la voz estaba de capa caída por las constantes guerras de precio y necesitaban una nueva y mejor vía de ingresos. Apple prometió que el iPhone sería el responsable de ella, gracias al consumo de datos para ver vídeos y navegar por internet. Cosa que efectivamente fue así.

Aún así, el control cedido a Apple era del todo inusual. Tanto, que los ejecutivos de Cingular vieron el aspecto del iPhone y su funcionamiento la misma mañana en que se presentó al mundo en la conferencia MacWorld de enero de 2007. Hasta ese momento, apenas 30 personas dentro de Apple conocían el terminal al completo.
El resto, es historia.
En Applesfera | Si tu Mac no tiene pegatinas de Intel Inside es gracias a Steve Jobs.
Imágenes | William Hook, Alan Levine.
Ver 27 comentarios
27 comentarios
reisa
Hoy día hemos naturalizado tanto el iPhone en nuestras vidas (lo tengamos o no) que se nos olvida que cuando Apple lo lanzó, era la primera vez que tocaba ese sector. Se enfrento a los más grandes fabricantes. Muchos de ellos se casi exhalaron alivio cuando vieron el terminal, aludiendo que sería un fracaso. Steve Jobs dijo que venderían 10 millones de unidades en el primer año, y eso provocó carcajadas y mofas por todos los lados. Nadie era capaz de vender tal ingente número. De hecho, no llegó a 7 millones, que aún y todo superaba con creces a cualquiera de los más grandes de aquella época. Pero es que del iPhone 3G/3GS se vendieron unos 62 millones!!
Con estos números cambiaron el paradigma.Efectivamente ya no eran las operadoras las que ponían las normas. Si querían ese terminal que se vendía a espuertas debían de pasar por el aro. Tal es así, qué gracias al iPhone que aún no estaba disponible en algunas operadoras, se empezó una práctica hoy habitual pero que por entonces era absolutamente inexistente. Contratar con la operadora el plan que más se ajustaba a nuestras necesidades, y el terminal lo comprábamos libre. A pesar de que había que desembolsar muchísimo dinero, las cuentas en un plazo de dos años salían positivas.
Hoy Apple tiene en su competencia más directa a Samsung, LG, Google, Huawei... Pero en el fondo todos sabemos que después de que los grandes han ido cayendo por el camino, solo han quedado dos bandos. Los iPhone con IOS y el resto de fabricantes con Android.
Apple tocó un sector nuevo para el, y lo hizo suyo, y con esto, doblegó a las prepotentes operadoras.
Uti
Un artículo muy ameno Eduardo, no sabía esa parte de la historia y me ha resultado muy aleccionadora. Todo lo que cuentas ahora veo la lógica que tenía y tiene, cómo fue el cambio de ser las operadoras las que imponían su ley, y cómo pasaron a ser los fabricantes de smartphones los que terminaron imponiendo la suya.
Al leerlo he caido en la cuenta de que es verdad, ya hace mucho que no aparece el logo de las operadoras en los móviles.
jac06
no entiendo el motivo de citar las apps preinstaladas en android cuando en ios también hay muchas apps que no se pueden desinstalar. en mi motorola tengo la misma cantidad de apps que en mi iphone se que no puedo desinstalar. no es necesario nombrar a android en todo momento y más generalizando.
carlosmontoya
No se si ha sido una excepcion a la regla, pero en Chile jamas tuve un logo de ningun operador... Lo que si recuerdo que el packaging parecia una pieza de marketing de movistar o entel 😂
albertoringomartinez
LA VERDAD ES QUE APPLE ES UNCA COMPAÑIA ADMIRABLE, SOLO HAY QUE VER COMO TODOS HAN COPIADO SUS TERMINALES, Y COMO TODOS HAN INTENTADO ACABAR CON APPLE Y NO HAN PODIDO... AMO A APPLE