Parece que Apple se está tomando bastante en serio que, además de ofrecer el iPhone 3G subvencionado, los planes que estén ligados al teléfono sean relativamente asequibles en cada país.
En el caso de Canadá, la operadora Rogers ha estado recibiendo enérgicas quejas por parte de los futuros clientes del iPhone, que ven las tarifas demasiado caras por lo que ofrecen. Y como Rogers no ha hecho caso a nadie, Apple lo ha tenido claro: Canadá recibirá menos iPhones de lo previsto como castigo por esas altas tarifas.
De modo que Rogers ha declarado que despedirá a los empleados que fueron contratados especialmente para la campaña del iPhone, y anuncia que habrá en cada tienda unos 10 o 20 teléfonos disponibles para los clientes. Con esa cantidad de teléfonos, los canadienses lo tendrán bastante complicado para conseguir uno...
Vía | Appleinsider
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