El Samsung Galaxy 9 fue anunciado oficialmente el pasado jueves, y tal y como vimos en su momento, la compañía surcoreana se ha asegurado de meterle especificaciones de gran nivel para aumentar su rendimiento. Sin embargo, parece ser que aún así sigue sin hacer frente al iPhone X en cuanto a rendimiento.
Según recogen las primeras pruebas de rendimiento que se han realizado, el procesador del Samsung Galaxy Note 9 no consigue una puntuación tan alta como el iPhone X. A veces incluso se ve superado por otro teléfono Android, el OnePlus 6. Samsung le ha colocado a su teléfono estrella un procesador Snapdragon 845, el más potente de los existentes en el mercado Android en 2018. Un A11 Bionic de 2017 parece ser mejor.
Si miramos las pruebas en Geekbench que se le han realizado, el Samsung Galaxy Note 9 consigue una puntuación en single-core de 2.406 puntos y en multi-core de 8.809 puntos. Parece mucho, ¿verdad? El problema es que OnePlus a mitad de precio se acerca con 2.345 puntos en single-core y llega a 9.013 puntos en multi-core. Y por encima de los dos, se encuentra el iPhone X presentado hace casi un año, con 4.262 puntos en single-core y 10.476 puntos en multi-core.
Con un sistema operativo del año pasado y superado por un móvil del año pasado
¿Cómo es posible que un móvil de hace un año sea tan superior con mucha menos RAM y un procesador más antiguo? La respuesta está en la integración que hace Apple al fabricar su propio sistema operativo y su propio chip especialmente diseñado para dicho sistema operativo. En el caso del A11 Bionic del iPhone X también tenemos computación heterogénea, que le permite al procesador decidir qué tarea enviar a cada núcleo del procesador para optimizar su rendimiento y velocidad.
Pero el problema no es que el iPhone X saque unos puntos de más, sino que un teléfono que venía a hacerle frente de pleno no sea capaz de conseguirlo. Especificaciones a la altura, precio similar y anuncios innecesarios han sido las armas de Samsung, pero no le ha bastado. Sin mencionar que el dispositivo viene con Android Oreo, una versión de Android que ya va con un año de retraso. Como si ahora llegase el próximo iPhone con iOS 11 y no con iOS 12.
No está mal recordar que las pruebas de rendimiento son simplemente eso, pruebas de rendimiento. En el día a día influyen muchos otros factores para la experiencia de usuario, como pueden ser las necesidades del usuario, el precio del dispositivo, los datos y apps instaladas... No obstante, sigue siendo curioso ver cómo la optimización de hardware y software que hace Apple no tiene rival alguno.
Más información | Geekbench
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