Qué curioso. El 4 de octubre de 2016, Google presentaba los smartphones Pixel y Pixel XL. Justo un año después, la compañía más conocida por su buscador y Android ha lanzado la segunda generación de ambos terminales. Entre ambas generaciones tenemos el habitual incremento y mejora de especificaciones, software e Inteligencia Artificial. ¿Es eso todo? Claro que no.
Los nuevos Pixel 2 y Pixel 2 XL, con todo lo bueno que traen se han olvidado de un elemento al que Google dio especial protagonismo en 2016: el jack de audio.
Donde dije digo, digo Diego
Que la compañía libre de cambios de opinión de 180 grados tire la primera piedra. Apple no es precisamente inocente de este tipo de cosas. Pero después del lío en el que se metió por eliminar un conector de más de 100 años de antigüedad, es llamativo la escasa atención que ha despertado el mismo movimiento por parte de Google.
Ahí lo tenemos, minuto 0:46 del anuncio del Pixel original. "Jack de audio de 3,5mm, satisfactoriamente no nuevo". Una puya clara hacia el iPhone 7 y 7 Plus presentados casi un mes antes. Google también hizo hincapié en el hecho de que sus Pixel no tenían una protuberancia en la cámara. Otra cualidad que han tirado por la ventana en la nueva generación, aunque esa es una historia para otro día.
Qué maravilloso silencio con los 959 € del Pixel 2 XL y con que no tenga jack de 3.5 mm.
— Javier Lacort (@jlacort) 5 de octubre de 2017
La presentación de ayer estuvo repleta de indirectas y directas hacia Apple. Pero en Mountain View se olvidaron de mencionar que al final ellos también se subían al tren de la eliminación de puertos de audio dedicados.
Al final, esto viene a demostrar que Apple tenía razón. Hemos sobrevivido a la hecatombe de la ausencia del jack de audio sin pestañear. El adaptador y auriculares Lightning que incorporaba el iPhone 7 y 7 Plus han sido suficientes para capear la transición satisfactoriamente. Y al discusión ensordecedora se ha convertido en un susurro inaudible.
Un movimiento necesario que requería coraje
Cuando Phil Schiller indicó que Apple había eliminado el jack de audio por simple coraje tecnológico, muchos no quisieron reconocerlo entonces, pero era cierto. Apple reunió el coraje necesario para hacer un movimiento que en aquel entonces era incomprensible y nadie le había pedido. Hizo de tripas corazón y eliminó el jack de audio de todas formas.
Apple sabía que muchos usuarios se enfadarían. Que muchas publicaciones les ridiculizarían. Y de hecho así fue. En EEUU llegaron a calificar el movimiento de hostil al usuario y estúpido. La compañía se convirtió en el blanco de críticas que entonces y ahora no tienen sentido. La compañía, como suele suceder, no dio su brazo a torcer y aguantó el chaparrón estoicamente.
Esto me recuerda a una película de guerra que vi hace años. Una compañía estaba atascada en un callejón por una ametralladora enemiga. La única manera de salir con vida es acabando con ella, por lo que ordena a un soldado llamado Feldman para que le lanzase una granada. Cumplió su orden, pero al lanzar la granada los enemigos le acribillan. El resto de compañeros pueden continuar su camino sin que les llenen de plomo.
Algo similar (y menos trágico) es lo que ha sucedido en esta ocasión. Los de Cupertino no fueron los primeros en eliminar el jack de audio, pero sí la primera compañía importante en hacerlo. Apple dio el paso al frente, mordió la bala y continuó su camino mientras el resto de compañías han comenzado a seguirle.
En Applesfera | Así quedan los Google Pixel 2 y Pixel 2 XL frente a los iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X.
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