El iPhone 5 se presentaba al mundo el día 12 de septiembre de 2012, hace casi cinco años. En Applesfera lo analizamos unas semanas después, con especial interés puesto que traía una apariencia exterior nueva. El verano pasado, el iPhone 5 cerraba uno de los capítulos de su historia con el lanzamiento de iOS 10.3.3, una actualización que fue la última. Y de todos los dispositivos similares: el iPhone 5c y el iPad de cuarta generación.
Ese mismo verano de 2017 rendimos homenaje a este terminal, por todo lo que nos trajo a sus usuarios y todas las propuestas que puso encima de la mesa.
iPhone 5, el primero en crecer de tamaño
Ahora nos parece diminuta, pero cuando Steve Jobs presentó el iPhone Edge en 2007, su pantalla era algo gigantesco. Sus 3,5 pulgadas eran motivo de sorpresa, cautela y ridículo al mismo tiempo. Pero necesaria para realizar todos los trucos de magia que trajo iPhone OS. Como su teclado virtual en vertical y horizontal.
Cinco años y seis generaciones después, Apple procedía a modificar el único aspecto que aún no había tocado en su terminal estrella: la pantalla. De 3,5 pulgadas pasamos a 4, añadiendo una fila de iconos por el camino. En aquellos momentos, la competencia ya estaba dando el salto hacia pantallas aún más grandes con éxito, pero Apple decidió posponer la tendencia un par de años.
Las 4 pulgadas demostraron ser el tamaño favorito de decenas de millones de usuarios. No se quedaron encerradas en ese dispositivo sino que continuaron con el iPhone 5s, el iPhone 5c y, años después, en el iPhone SE.
Sin embargo, crecer en tamaño y añadir una nueva fila de iconos no fue el único paso adelante del iPhone 5. La pantalla también ganó en brillo, mejor consumo, cámaras de mayor calidad, un conector Lightning preparado para el futuro y el ya tradicional procesador A6 desarrollado in-house.
A pesar de que todo esto jugó un papel importante en el éxito del terminal no hay que olvidar que también fue el primer modelo en cuestionarse el jack de audio. Seguramente, en las charlas sobre diseño se habló en algún momento de eliminarlo por completo. Al final y como sabemos, la tecnología y el mercado no estaban preparados aún para este acto de fe y Apple se conformó con colocarlo en la parte inferior.
La compañía aprovechó además para renovar los auriculares y presentar los EarPods. Los precursores con cable y diseño externo de los AirPods. Curiosamente, esta fue una de las mejoras que más me acabaron gustando: por fin se podía escuchar música de manera cómoda tanto con el iPhone 5 encima de la mesa como en el bolsillo.
iOS 6: un trocito de la historia de Apple
Hasta ahora sólo hemos hablado de los cambios de hardware sin mencionar las mejoras de software. iOS 6 no fue una actualización valiente, de hecho, no contenía ninguna característica exclusiva al iPhone 5. Pero sí que trajo pequeñas mejoras y añadidos que hacían más redonda la experiencia.
iOS 6 introdujo un nuevo modo panorámico de fotos, la nueva app Passbook (ahora Wallet), pantalla completa en Safari, una app de Podcasts y la posibilidad de llamar por FaceTime con conectividad celular, entre otras novedades. Sin embargo, lo que acabó por llamar la atención durante los primeros meses fue lo que desapareció más que lo que se añadió. Una historia que ahora podemos ver con el beneficio de quien hace una quiniela los lunes, cuando todos los resultados se conocen.
Estamos hablando del fiasco inicial de Apple Maps, consecuencia de la Lucha de Gigantes que mantenían Google y Apple por aquel entonces y que la compañía sigue trabajando para mejorar. Siendo breves, Google estaba retrasando el desarrollo de Google Maps en iOS a posta para darle una ventaja competitiva a Android. Y eso no le gustó un pelo a Apple que comenzó a trabajar en su propia solución. Varios años después del drama, la situación se ha solucionado de forma satisfactoria para los usuarios, con una solución de serie muy competitiva y otra opcional mucho mejor que la que tenía Google en 2012.
YouTube también dejó de venir de serie en iOS 6, pero fue una decisión exclusiva de la subsidiaria de Google. Ambos servicios debían renovarse ese año y ambas compañías, con sus propias razones, decidieron no continuar con los acuerdos.
El fiasco de los mapas de Apple no se redujo a una metedura de pata. Rodaron cabezas. En concreto, la de Scott Forstall. Tras el fallecimiento de Steve Jobs un año antes, Apple necesitaba una mayor colaboración entre ejecutivos. Y Forstall era famoso por enfrentarse directamente con sus compañeros. Hasta el punto de que Jony Ive y otros pedían a Cook que estuviera presente siempre que Forstall se encontrara en la sala para mediar.
El iPhone 5 fue el último en tener un sistema operativo de corte skeumorfista. También fue el último en tener un chip Ax de 32bits. Con este dispositivo, se cierran muchos capítulos de la historia de Apple. Pero dio paso a otros nuevos y mejores, como el iPhone 5s que ha confirmado su soporte de iOS 12 convirtiéndose en el terminal soportado más longevo de Apple.
Adiós, iPhone 5.
En Applesfera | Análisis del iPhone 5: Más rápido, más alto, más fuerte.
Imágenes | Sean MacEntee.
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