iPad Pro M4 (2024), análisis: liderando la tecnología hacia lo imposible

La puesta al día del nuevo iPad es pura esencia Apple. Es también un producto complicado, porque es probablemente el dispositivo más redondo de la marca: la competencia - si es que se le puede llamara así cuando nos referimos al mercado de las tabletas - está a años luz en todos los sentidos de lo que ofrecen desde Cupertino. No tienen rival.

El iPad nació en 2010 como una alternativa a ciertas tareas que antes hacíamos con los ordenadores tradicionales, y que por la naturaleza del dispositivo es mejor hacerlas sosteniendo esta ligerísima pantalla en la mano. Creció y pasó de ser un producto para consumir contenido a crearlo, viajando desde la dirección opuesta a lo que hacía Microsoft: creando un sistema operativo a medida, en lugar de aprovechar el de escritorio (que no estaba pensado para la interacción táctil).

El crecimiento también le ha dado vida propia, como pasa cuando un dispositivo se aleja del uso inicial (le pasó al Apple Watch también) y adquiere un compromiso diferente. Esto ha permitido al iPad integrar los mismos procesadores que estaban pensados para el Mac, convirtiéndose una carrera paralela con cada vez más posibilidades… justo hasta este nuevo modelo. Por primera vez, un iPad Pro adelanta al Mac en potencia y en estrenar nuevo procesador, precisamente porque únicamente su concepción es la que hace posible la creación de esta nueva generación.

Ficha técnica del iPad Pro M4 de 2024

Diseño cada vez más cerca de la utopía

El resultado de todas la innovaciones tecnológicas que incluye este dispositivo es lo que lo convierte en el dispositivo más fino que ha creado Apple. Fue sorprendente verlo por primera vez tras el Apple Event en las oficinas de Apple en Battersea Power Station. Las primeras impresiones del iPad Pro M4 tras verlo por primera vez es que tiene un diseño imposible.

El iPad Pro M4 de 13” tiene un grosor de 0,51 cm, es más delgado que un AirTag, el mando del último Apple TV 4K o incluso el mítico iPod nano, tal como vimos en la keynote. Recuerdo aquel análisis de ese iPod nano, donde hace más de 12 años ya destacaba la increíble delgadez del dispositivo.

No sólo es más fino, también pesa menos. De hecho, pesa menos que el mismísimo iPad Air de última generación que también se presentó en el evento (llegados a este punto, Apple debería repensarse los apellidos que le pone a sus dispositivos).

Se nota nada más sacarlo de la caja: es complicado no lanzar un WOW al sostenerlo con una sola mano por primera vez, incluso en el modelo de 13” pulgadas como es el del análisis. El concepto de “ventana digital” reducido a la mínima expresión y que podría denominarse más que nunca como “papel digital”.

Me dio algo de tranquilidad la sensación de firmeza del producto. A pesar de su delgadez, no parece endeble o que se pueda doblar con facilidad (aunque estoy convencido de que alguien lo intentará). Incluso sosteniéndolo con los dedos, desde una de sus puntas, toda la estructura se mantiene firme, recta y bien pensada. En el Apple Event, el propio John Ternus ya advertía de que aunque fuera más fino, la estructura tan resistente como la del modelo anterior.

El tamaño y la envergadura mínima permiten que el uso en el día a día sea muy cómodo, sobre todo al no incorporar mucho peso en un maletín o mochila. Para viajar esto es un factor claro, más si decidimos en igualdad de usos  sobre un Mac. Que sea tan ligero también es clave para utilizarlo sentados cómodamente en el sofá, o en un tren en marcha.

La carcasa es de aluminio 100% reciclado y sólo podemos comprarlo en dos colores: plata y negro espacial. La combinación del material, con el nuevo diseño mínimo y la bajada de peso lo convierten probablemente en el iPad más redondo en términos de diseño que existe hasta hoy, más cerca que nunca de la metáfora “papel digital”.

Tecnología con intenciones

Probar este iPad me ha recordado mucho al iMac. Ocurrió con la llegada del iMac G3 pero sobre todo se hizo más acuciante cuando los modelos posteriores comenzaron a integrar las pantallas planas: la evolución desde el iMac G3 hasta el rediseño del iMac 2021 demostró los avances en miniaturización y la importancia de que Apple pudiera diseñar sus propios procesadores.

Tener un iPad imposiblemente delgado como este iPad Pro no es un capricho de Apple, una característica más o algo que se deba tomar a la ligera. Buscar estos límites físicos es parte del empuje necesario para potenciar la innovación, que en el futuro dará lugar a dispositivos aún más sorprendentes. No es una compañía de conformistas, más bien lo contrario: el proceso de diseño busca un dispositivo complejo en ese camino hacia “lo imposible” y es ingeniería quien afronta los retos para conseguir hacerlo realidad.

Sin embargo, esta ruta hacia conseguirlo está plagada de descubrimientos: la creación del chip M4 y que se use por primera vez en un iPad Pro es una declaración de intenciones, tal como Ternus dijo “el M4 existe para poder hacer realidad este iPad Pro”. Es el primer paso de un proceso que no se queda sólo en la consecución de este dispositivo.

Crear un iPad Pro como este no es fruto de una decisión de una tarde, porque conseguirlo no es fácil. Puede parecerlo - gracias a la forma en la que nos los presenta la compañía - pero este logro tecnológico no se va a quedar en este iPad y hay que entenderlo. ¿Necesitábamos un iPad Pro más delgado? Probablemente no. Pero investigar y luchar para conseguirlo es lo que nos traerá en el futuro tecnología para tener nuevos productos increíbles, Macs y iPhones más delgados, potentes, eficientes o incluso una nueva generación de Apple Vision Pro.

Digo que me recordaba al iMac porque el iMac siempre ha ido acompañado de la frase “¿Donde está el ordenador?”, cuando los ordenadores eran torres sobre una mesa. Luego todo el mundo lo confundía con un monitor, mucha gente no se creía que detrás de aquella pantalla hubiese un ordenador completo, como comentaba en mi análisis del iMac 27” (2012).

En aquel artículo mencionaba una cita de la segunda ley del popular escritor de ciencia ficción británico Arthur C. Clarke, basados en sus extensos escritos sobre el futuro. La segunda de ellas, aplica perfectamente en este nuevo iPad Pro: “La única forma de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más de ellos, hacia lo imposible”.

La nueva pantalla OLED como centro de todo

Sin duda la parte más importante de un iPad es la pantalla. Apple lo sabe, y en esta generación han incluido por primera vez la tecnología OLED, que consiste en que los píxeles generan tanto la luz como el color. Sin embargo, el brillo resultante con un panel OLED tradicional no satisfacía los requerimientos XDR de Apple, así que han superpuesto dos paneles OLED para maximizar el brillo y el color - a lo que han llamado Tandem OLED.

Gracias a ello, la nueva pantalla alcanzar hasta 1000 nits de brillo para ver contenido (SDR o HDR) en pantalla completa, pero que puede alcanzar hasta 1600 nits de brillo como pico máximo en contenidos HDR. La combinación de las tecnologías que lo han hecho posible se ha bautizado como Ultra Retina XDR.

En la práctica, esta tecnología permite ver los negros perfectos (ya que esos píxeles realmente no se están iluminando), con un contraste increíble entre las zonas de luz y sombras, también incluso en vídeos en movimiento o en herramientas de trabajo. La definición de los contenidos en HDR es perfecta incluso para consumirlos en situaciones de iluminación complicada, como trenes o aviones.

Sostener una pantalla tan grande como esta, con esta calidad y con el mínimo tamaño del iPad Pro le da otra dimensión a este nuevo iPad Pro. La tecnología OLED ya la conocíamos del iPhone, pero en una pantalla con este tamaño es realmente otro nivel. En mi opinión, esta pantalla debería ser el factor decisivo de compra de este iPad Pro, respecto a otros de la gama - sobre todo si lo queremos utilizar para trabajar y necesitamos precisión en colorimetría.

Es una de las mejores pantallas que he visto, y es perfecta para todo tipo de tareas, incluso en imágenes en movimiento en juegos o vídeos. El detalle, contraste y definición nos darán la sensación de que sostenemos en nuestras manos una pantalla de cine en miniatura. Pero no sólo eso, esta fidelidad de color y su diseño extremadamente ligero nos permiten trabajar cómodamente desde cualquier parte: como editar un video en Final Cut Pro, procesar fotos con Lightroom, o retocar un modelo con Octane X - desde el sofá, o en pleno vuelo.

Se ofrece una versión de la pantalla con vidrio nanotexturizado, el mismo que ya tiene el Pro Display XDR - el monitor más avanzado de Apple para profesionales. Esta capa proporciona una capa mate de reflectividad muy baja. La tecnología detrás de esta capa trata de mantener el contraste pero dispersa la luz para que no entorpezca el contenido.

El iPad Pro cedido por Apple para hacer este análisis no viene equipado con esta opción nanotexturizada, pero en la zona de pruebas tras el Apple Event pude ver y probar de primera mano esta nueva característica. A diferencia de las pantallas mate convencionales, la solución de la marca concentra algo más la definición y el color (incluso en las condiciones de luz complicadas de la zona demo tras la keynote) difuminando los reflejos. Siguen estando presentes, pero no son tan visibles de forma que se confundan con el contenido, sino que se muestran en cierta forma “translúcidos” respecto a lo que vemos en la pantalla.

No consideraría esta opción como objetivo de compra excepto bajo ciertas condiciones - que básicamente se resumen en espacios donde no podamos controlar la luz ambiental o artificial. Para la gran mayoría de usuarios - incluso profesionales - la versión de pantalla estándar le funcionará en la mayoría de los casos. Esta versión nanotexturizada sólo está disponible a partir del iPad Pro de 1TB, por lo que la compañía deja claro que está reservada a profesionales que necesiten explícitamente esta característica.

En resumen, estamos probablemente ante la mejor pantalla que Apple ha puesto en un dispositivo de este tipo, rivalizando con su propia Pro Display XDR en ciertas características e igualando los nits que puede lograr tanto de brillo sostenido a pantalla completa, como alcanzando el pico de brillo. Un logro tecnológico esencial para un producto que básicamente es “todo pantalla” que define muy bien la ambición de Apple y su confianza en este nuevo iPad Pro.

El as en la manga: nuevo chip Apple Silicon M4

Apple dejó claro en el Apple Event que con este iPad Pro iba muy en serio, tanto que han hecho una “apuesta” inusual: han integrado una nueva generación de procesadores Apple Silicon saltándose el M3 y pasando directamente al nuevo M4. La tecnología detrás de ambos procesadores es muy parecida, pero el cambio con el M4 es notable: construido en un nuevo proceso de fabricación de 3nm, es increíblemente eficiente - y esta es la clave de por qué lo han usado por primera vez en un iPad Pro.

La eficiencia en potencia también impacta en el calor que produces. Esta nueva fabricación de 3nm contiene mucho más la temperatura pero es aún más potente. La forma más sencilla de ver esto es que un M4 trabajando al 50% es igual de potente que un M2. Este incremento de potencia y eficiencia es esencial para lograr un dispositivo tan delgado como éste.

En términos de potencia gráfica, se han mejorado las mejoras que ya presentaba el M3, como Dynamic Caching, aceleración de trazado de rayos y el tratamiento de mallas en escenas 3D bajo demanda para eficientar la potencia bruta de renderización. Esto se utiliza en cualquier aplicación que necesite potencia extra para representación de los gráficos, tanto en la apps de representación de objetos 3D, como en videojuegos.

La potencia del nuevo M4 en el iPad nos trae algo insólito: por primera vez, un iPad Pro es el dispositivo más potente a nivel mononúcleo de toda la gama de productos Apple. Usando Geekbench 6 para analizar el comportamiento en esta popular prueba de rendimiento sintética, el resultado es asombroso: 3634 puntos en single-core y 14407 puntos en multi-core.

Si lo comparamos con el resto de resultados de otros dispositivos de la tabla, vemos la increíble posición de este iPad Pro con respecto a competidores tan solventes como el M3 Max o el M2 Ultra - que sólo lo superan al incrementar el número de núcleos (16 y 24 contra 10 de este iPad Pro).

Por si sólo, supera al MacBook Pro M2 Max (2023) incluso en la puntuación multi-core, cuando ambos dispositivos apenas tienen un año de diferencia entre ellos.

En capacidades gráficas, el nuevo iPad Pro es sorprendente. Cuesta pensar en ese primer iPad de 2010 pensado para consumir contenidos cuando hoy en día - y sobre todo con este modelo en el que tanto ha apostado Apple. Aplicaciones profesionales como Octane X son capaces de renderizar escenas con trazado de rayos con resultados que tradicionalmente esperaríamos de aplicaciones de escritorio: una escena con más de 766.000 primitivas de renderiza al completo en  menos de un minuto, y es navegable en tiempo real.

Con Final Cut Pro, el uso de la potencia del procesador M4 y las capacidades ampliadas en la IA, es posible extraer una figura del fondo de forma inmediata, o por ejemplo exportar un vídeo 4K a 3840 x 2160 (con un ratio 16:9) con contenido HDR en menos de 16 segundos.

En videojuegos, esperamos al espectacular Assasin’s Creed Mirage que aparecerá a principios de junio en iOS y iPadOS para los dispositivos con Apple Silicon M y que en este iPad Pro debe lucir espectacular. Las otras versiones disponibles son para consolas de nueva generación como PlayStation 5 y Xbox, así como PC - lo cual da una aproximación de las posibilidades de los nuevos chips de Apple.

Para probar las posibilidades gráficas de este iPad Pro, jugué a Death Stranding Director’s Cut - el juegazo de Hideo Kojima que este iPad mueve sin despeinarse. Efectos gráficos de primer nivel, pantalla completa, uso con un mando de consola externo... igual de disfrutable que en cualquier consola de sobremesa, sólo que un dispositivo imposiblemente delgado y que por cierto, apenas se calentaba durante el juego.

Otro ejemplo de un juego de última generación, funcionando a máxima calidad en este iPad: Resident Evil Village. Dentro de la configuración del juego, he podido activar la resolución mayor (2752x2064 píxeles), fijar la tasa de imágenes a 120hz y activar todos los efectos gráficos avanzados como MetalFX Upscaling a calidad “notable”. El resultado es un juego suave, sin tirones, funcionando perfectamente en la espectacular nueva pantalla Ultra Retina XDR del nuevo iPad. Eso sí, para juegos “AAA” es mejor jugar con un mando de consola conectado por Bluetooth, para tener la experiencia completa.

La importancia de la IA y la potencia del iPad Pro

¿Cuál es la razón de Apple haya saltado el M3 y haya pasado al M4 directamente? Sin duda, es el propio diseño del M4 que mejora en dos factores clave: tiene un nuevo controlador de vídeo, más potente y necesario para que este iPad gestione la pantalla Tandem OLED. Por otro lado, se aprovecha la mayor potencia en la nueva fabricación de 3nm para potenciar algo esencial en el corto plazo: la inteligencia artificial.

No recuerdo una keynote donde Apple haya mencionado tantas veces la palabra “IA” como en el Apple Event del pasado 7 de mayo. Sin duda, es el campo de batalla de la próxima generación de dispositivos - y Apple quiere ganarla de forma distinta. Mientras la mayoría de los players utilizan el cloud-computing para procesar los resultados, los de Cupertino llevan apostando por el cálculo en local dentro del propio dispositivo desde el chip A11 Bionic - el primero en incorporar un Neural Engine.

Y lo quieren hacer a lo grande. La batalla del proceso en local de la IA se basa en NPUs (unidad de procesamiento de redes neuronales), así que Apple ha incorporado en este M4 el Neural Engine (NPU de Apple) más potente que jamás ha creado: es 60 veces más rápido que el Bionic Engine original - capaz de procesar más de 30 mil millones de operaciones por segundo por si sólo. El resultado son posibilidades que preparan el iPad para algo más grande que sin lugar a dudas llegará en la WWDC24.

He probado las posibilidades de la inteligencia artificial en este iPad Pro y son sorprendentes. La primera de ellas, es con Final Cut Pro 2: he tenido acceso anticipado a esta versión que hoy mismo sale a la venta públicamente (a un precio de 4,99€ en la suscripción del mes, o 49€ al año) y las posibilidades de la IA con esta nueva versión impresionan.

Hay varias características nuevas interesantes: por ejemplo, Session Player permite crear una banda de acompañamiento generada completamente por IA que podemos gestionar instrumento por instrumento. Es muy similar al Drummer que ya existía desde hace más de diez años, sólo que mucho más avanzados. Es tan fácil como añadir un nuevo instrumento de este tipo y se configurará automáticamente, para que podamos personalizarlo posteriormente. ChromaGlow utiliza la potencia del procesador para lograr cierta calidez analógica a las grabaciones digitales.

La característica que más me ha impresionado es el “divisor de Stems”. Utiliza la IA para separar de una grabación de audio las pistas que componen la grabación. En el Apple Event pude comprobar con una demo como se separaban los distintos instrumentos y la voz del cantante de una canción. Pensaba que la canción debería tener algunas condiciones para que funcionara perfectamente, pero no ha sido así.

En casa, he convertido en MP3 desde un viejo CD la popular canción de Queen “Bohemian Rhapsody”. La he enviado a un proyecto vacío de Logic Pro 2 y he activado el divisor de Stems. En cuestión de segundos la IA “desarma” esta canción que no es nada corta (5:56 minutos) y nos presenta las nuevas pistas dentro del mismo proyecto.

Quedé literalmente con la boca abierta con el resultado: Final Cut Pro 2 separa un audio en lo que él reconoce entre voces, batería, graves y “otros”. En este ejemplo, ha aislado perfectamente la voy de Freddy Mercury en una pista independiente, así como el resto de instrumentos. Con una calidad de estudio. El piano, la guitarra, el bajo... sorprendente que un iPad Pro con esta extrema delgadez tenga la potencia necesaria para procesar todo de esta forma... siempre en el dispositivo, sin enviar ningún dato ni análisis por internet, en cuestión de segundos - y con una calidad extraordinaria. Sin duda esta versión e Final Cut Pro 2 apoyada por IA es un avance increíble para los creadores que lo necesiten.

En los análisis de los últimos Macs he incorporado una nueva prueba que creo que va a tener mucha relevancia próximamente: el proceso de los aceleradores de la IA en local, como vimos en el análisis del MacBook Pro M3 Max. Como ya he comentado antes, Apple lleva dándole relevancia a esto desde el chip A11 Bionic cuando incorporó el primer Neural Engine, pero me gusta evaluar como funciona también un LLM instalado en el propio dispositivo sin soporte de cloud-computing.

En este iPad Pro, he instalado el modelo LLM de Mistral, la versión Q5.K.M que incluye más de siete mil millones de parámetros destilados de un proceso mayor y más complejo. Es un modelo incluso más avanzado del que uso para medir la velocidad de respuesta de un chatbot por IA en local en los MacBook Pro.

Los resultados de la prueba con el iPad Pro mejoran a los del MacBook Pro M3 Max en la respuesta medida en tokens por segundo, pasando de los 19 tok/s del primero a los 13-16 tok/s de este nuevo dispositivo. Esto quiere decir que sólo contando con el procesamiento local del nuevo M4, este iPad Pro está más que preparado para no depender de una conexión a internet para mover complejos cálculos de inteligencia artificial - algo de lo que Apple, sin ninguna duda, nos dará más información en la WWDC24.

Toda esta descomunal capacidad de proceso, gestión de gráficos y cálculos están gestionados de forma extremadamente eficiente, de forma que no impactan en ninguna forma en las 10 horas de uso “normal” en las que podemos utilizar este dispositivo de forma continuada. En el caso del M4, me atrevería a decir que alguna más, ya que no se pone nunca al 100% excepto en casos de extrema demanda de cálculo - con lo que la contención energética es aún mejor. Perfecto para llevárnoslo de viaje y no preocuparnos demasiado por buscar un punto de carga.

Reajustes en las cámaras

A Apple no le tiembla el pulso a la hora de ajustar aspectos de un dispositivo que no considera esenciales para los usuarios. El primero y más evidente es la - por fin - puesta de la cámara FaceTime en horizontal, cambio que ya incluía curiosamente el iPad básico (2022). Un pequeño cambio de posición que hará más “naturales” las videoconferencias que hagamos desde el dispositivo.

Incluye la misma cámara frontal TrueDepth de 12 Mpx (ultra gran angular) se utiliza también para el encuadre centrado, que de nuevo hace uso de la inteligencia artificial para detectar formas humanas y encajarlos en el plano de forma inteligente. Este cambio de posición de esta cámara, según mis pruebas, no afecta a la detección del FaceID de ninguna forma, pudiendo desbloquear tanto en vertical como en horizontal el dispositivo sin ninguna dificultad.

En la parte trasera, desaparece la cámara ultra gran angular y sólo se mantiene la cámara de 12 Max, pero mejorada con un nuevo flash True Tone adaptativo para mejorar el escaneado de documentos - uno de los usos que según Apple es muy común dentro de los usuarios de iPad Pro. Todo se combina en un nuevo proceso increíblemente rápido que - por supuesto - también utiliza IA para identificar las sombras del documento haciendo de forma automática varias fotos para superponerlas de forma inteligente.

Puede parecer un cambio trivial para la mejora es evidente en mis pruebas: no es necesario ni siquiera apretar ningún botón, abrimos la app de Notas para capturar un documento y automáticamente en cuestión de segundos comienza la captura. El uso del nuevo flash True Tone es inmediato también y automático, dando como resultado escaneaos de alta calidad incluso aunque tengamos mal pulso, el documento tenga sombras o hagamos la captura algo inclinados.

La calidad del sonido sigue estando asegurada, sin cambios desde la generación anterior donde ya era excelente. Incluso al aire libre, el sonido es claro, definido, potente en bajos y si hacemos un FaceTime, los cuatro micrófonos de alta calidad utilizarán la IA (de nuevo) para aislar de forma automática la voz del ruido de nuestro alrededor.

Apple Pencil Pro, la nueva varita mágica

Y nunca mejor dicho. El Apple Pencil ha atravesado por diversas encarnaciones, algunas de ellas algo confusas con diferentes modelos de distintas generaciones y un sistema de carga actualizado con la llegada del Apple Pencil USB-C a mediados de octubre.

El rediseño que mencionaba antes para posicionar las cámaras TrueDepth en el lado más largo del iPad Pro ha cambiado la forma de carga que tradicionalmente hemos tenido en generaciones pasadas desde el lanzamiento del iPad Pro (2018). Esto implica que en este nuevo iPad Pro, sólo hay dos modelos de Apple Pencil compatibles: el Apple Pencil USB-C antes mencionado y el nuevo Apple Pencil Pro.

Esto es debido a que el sistema de carga magnética del lado ahora es diferente y por tanto incompatible con el tradicional Apple Pencil de segunda generación. Al revés también ocurre: el Apple Pencil Pro es sólo compatible con este iPad Pro y el nuevo iPad Air M2 que le acompañaba en el lanzamiento.

Aunque Apple hubiera conseguido una forma de enlazar vía Bluetooth el Apple Pencil normal con el nuevo iPad Pro M4, el problema es que no hay forma de cargarlo sin un iPad Pro compatible. Lanzar una “base de carga” externa es enredar aún más el problema - añadiendo otro accesorio extra al usuario - así que confiemos en que no habrán más cambios en este sentido.

El Apple Pencil Pro es un dispositivo muy muy maduro. Utiliza la tecnología háptica de una forma similar al gesto de “apretar con los dedos” de los últimos AirPods 3 y AirPods Pro 2 para darnos la sensación de que realmente estamos haciéndolo (es sorprendente probar ésto) cuando la realidad es que estamos pulsando sobre una superficie inmóvil.

Este gesto se puede configurar para mostrar diversas paletas de herramientas que además los desarrolladores pueden personalizar por aplicación. En Freeform nos muestra las herramientas, lineas, grosor y colores. En Pixelmator, veremos una selección de las herramientas más usadas, rodeando nuestro Apple Pencil Pro. Es como tener una “TouchBar” en el Apple Pencil Pro, muy útil para no desconectar del trabajo que estamos haciendo para volver a la interfaz de la aplicación.

Quizás uno de los usos inesperados de esta característica sea “lanzar un atajo”, para llevar lo de la “varita mágica” a otro nivel: por poner un ejemplo, se puede asignar un atajo al gesto de “apretar” y que nos encienda o apague las luces de una habitación mediante HomeKit. Este nuevo modelo también aparece dentro de la app “Buscar”, pero inexplicablemente Apple no lo ha dotado de chip de banda ultraancha, por lo tanto no tiene búsqueda precisa: sólo nos dirá la dirección donde se ha desacoplado, no el cojín del sofá por el cual se ha deslizado.

Lo mejor de este Apple Pencil Pro es la absoluta precisión sin latencia cuando dibujamos con él encima de una pantalla: la sensación de escritura “real” se siente más viva que nunca, aunque hubiera sido una buena idea aprovechar el nuevo motor háptico para transmitirnos ciertas sensaciones de textura al pasar por determinadas zonas de la pantalla.

Por otro lado, el inteligentísimo uso del giroscopio aumenta el uso de precisión a un nuevo nivel: podemos rotar el lápiz encima de la pantalla y veremos como la herramienta seleccionada también lo hace, incluso antes de tocar la pantalla mediante la técnica de puntero flotante. Punto extra para un detalle absolutamente “made in Apple”: sobre el lienzo digital se proyecta una “sombra” virtual de la inclinación de nuestro Apple Pencil Pro según la herramienta utilizada, como si proviniera de una luz física. Es tan real, que me costó darme cuenta de que esto era un efecto digital de la pantalla.

Sin ninguna duda, para los creativos o quienes necesiten precisión absoluta al trabajar con el nuevo iPad, el Apple Pencil Pro es una compra recomendadísima por 149€. En esta generación los cambios mejoran un producto muy maduro, con más posibilidades que nunca que ya era bastante redondo y que los desarrolladores pueden personalizar aún más.

Nuevo Magic Keyboard: aprendiendo del Mac

Acompañando al lanzamiento del nuevo iPad, también tenemos este nuevo Magic Keyboard, que ha cogido muchas de las buenas ideas de los propios teclados en los MacBooks. Ahora es más robusto, siendo la superficie de uso ahora de aluminio y más resistente a manchas. También es más agradable y proporciona cierta sensación de firmeza que le hacía falta al modelo anterior, por ejemplo, para escribir sobre las rodillas en el sofá de casa o en un asiento del aeropuerto mientras esperamos un vuelo.

Las teclas mantienen la fabricación del modelo anterior, y siguen siendo un teclado ganador para todos los que apreciamos los teclados de corto recorrido. En este modelo, parece que tiene algo más de contención al golpe, lo cual lo hace más cómodo al teclear rápido - y por supuesto mantiene la esencial iluminación externa para poder utilizarlo en cualquier tipo de condiciones. Ojalá estos detalles llegasen al Magic Keyboard externo de Apple que necesita un actualización y puesta al día urgente desde hace varios años.

El trackpad también ha sido rediseñado, y a lo grande. Ahora tiene más superficie de uso, lo cual lo hace más cómodo, y ha ganado algo importante también: el feedback háptico que simulará un “click” cuando lo pulsemos, aunque en realidad el panel es fijo. El uso de este nuevo trackpad justifica por si solo la compra de este nuevo modelo, sobre todo si usáis mucho un teclado con vuestro iPad.

Los ángulos de inclinación se mantienen, ya que la rotación de la bisagra es la misma a la del modelo que conocemos aunque el eje donde reposa el teclado y la tapa magnética ha sido muy reforzado en esta generación. Ahora tiene una apariencia más plana, y la carga mediante el puerto USB-C del teclado proporciona al Smart Connector del iPad Pro aún más potencia también que en la versión anterior, llegando a casi 40W en mis pruebas. Con esto conseguiremos que se cargue más rápido sólo por tenerlo acoplado, disponiendo el conector USB-C del propio dispositivo para periféricos o lo que necesitemos.

Comentaba los ángulos de inclinación del Magic Keyboard porque en las nuevas fundas Smart Folio sí que podemos utilizar nuevas inclinaciones cuando plegamos la portada de la misma tras el iPad Pro. Esto es utilísimo cuando queremos ver la pantalla pero necesitamos un ángulo concreto que verla bien. En mis pruebas, la sujeción es muy robusta incluso en vehículos en movimiento.

Versiones y precios de los iPad Pro M4 2024

Un iPad Pro que pone el listón demasiado alto

Todo lo que Apple no ha mejorado en este iPad Pro es porque ya era tecnología puntera: la conectividad Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.3 o el uso de Thunderbolt / USB 4 a una velocidad de 40 Gbps para utilizar dispositivos es perfecto para el día a día incluso en entornos profesionales, donde podemos conectar incluso una Pro Display XDR a resolución 6K completa. El único cambio en conectividad es el abandono de las SIM físicas y el cambio al eSIM que tenía que llegar de un momento a otro.

Esta maravilla tecnológica en hardware también necesita software, y iPadOS 17 tiene que evolucionar para ponerse a la altura de esta máquina. Aún con la llegada de juegos “triple A” o de aplicaciones profesionales, el sistema operativo dedicado para un dispositivo de este tipo tiene que especializarse - mejorando aspectos esenciales para el profesional como una multitarea real o un sistema de archivos más versátil. Estaremos muy atentos a todo lo que Apple presente en la WWDC24, momento clave donde pienso que veremos sorpresas en este sentido - dada la cercanía de apenas un mes entre ambas presentaciones, que los de Cupertino no creo que hayan dejado al azar.

Este iPad Pro es el iPad del sobresaliente. No tiene ningún punto débil en hardware y está tan bien diseñado y pensado que si tuviera que confiar todo mi trabajo a un dispositivo, sería a éste. La calidad de la pantalla, la portabilidad, la potencia, la eficiencia... todo es superlativo en un producto que no se ha dejado nada a medias. Si vuestro ámbito de trabajo admite un iPad Pro en vuestro flujo, el nuevo iPad Pro M4 es el modelo que estabais esperando: probablemente, no exista un dispositivo mejor para hacer lo que hace éste.

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