Empezamos marzo, el mes en el que Apple ha prometido el iPad (al menos el modelo sin conectividad 3G). Desde su lanzamiento no hemos hecho más que ver opiniones y exponer las nuestras acerca de si el dispositivo es adecuado, si lo hemos visto todo de él o de qué sectores son los apropiados para la compra del tablet.
Personalmente la llegada del iPad ha hecho que me replantee mi filosofía de tener un sólo ordenador portátil y tener todos mis datos allá donde vaya (antes tenía un sobremesa y un portátil, pero por motivos que no vienen al caso prefiero la comodidad de un sólo ordenador). ¿Es el iPad una solución perfecta a mis quejas acerca del peso de mi MacBook Pro?
Pocos días tardé en averiguar que no, al menos a corto plazo sin ver el software que crearán los desarrolladores de terceros. Las funcionalidades del iPad son muy limitadas como para llegar a reemplazar mi Mac OS X al completo (lo que no significa que lo haga en usuarios que sólo necesiten las tareas básicas). Pero poco a poco, a medida que enumeraba lo que le faltaba al iPad, iba pensando en un ordenador que sí podría cubrir todas mis necesidades: algo que se pudiera usar como un portátil y como un tablet al mismo tiempo.
Empecemos imaginándonos un MacBook Pro de 13 pulgadas como el modelo actual, como el de la imagen superior. Ahora quitémosle la unidad Superdrive, el teclado, el trackpad y todo su hardware necesario (desde que tengo el MacBook Pro sólo he insertado dos DVD), con lo que si redistribuimos la circuitería del portátil podríamos llegar a tener algo aún más delgado.
Siguiente paso: movemos todo el hardware restante y lo colocamos detrás de la pantalla, con lo que tenemos ya algo con la forma de un tablet. Y por supuesto, dotamos a la pantalla de un buen sensor multitáctil y añadimos acelerómetros y sensores donde haga falta. El resultado, según mis pésimos conocimientos de Photoshop, sería algo parecido a esto:
Obviamente no podríamos dejarlo así. Tal y como opiné en otro artículo acerca de la adaptación de la web a la pantalla y la interfaz táctil del iPad, el dispositivo tendría que tener el software preparado para usarlo con nuestros dedos. Sin embargo, y como no pasa con el iPad, eso tendría que ser opcional.
Me explico: mi portátil ideal sería el que se pudiera usar con un Mac OS X completo en una mesa de trabajo (con la ayuda de un dock y un juego de teclado y ratón bluetooth), para después poder llevárselo y usarlo desde cualquier sitio como un iPad. Una fusión entre el iPad y el MacBook Pro de 13 pulgadas actual que lleve una fusión entre Mac OS X y el iPhone OS, de la forma que sea (capas de software, o el iPhone OS como una aplicación más, por ejemplo).
Sí, sé que mi imaginación es muy grande. Pero este tipo de ordenador podría, sencillamente, acabar con el concepto del MacBook Air y podría marcar una evolución de los portátiles. No en vano Steve Jobs dijo que “los próximos modelos de sus ordenadores llevarían a Apple a un nuevo nivel“. El dispositivo sería, definitivamente, un auténtico todo-terreno y llevaría la App Store a todavía más personas.
Ignoro si la tecnología actual es capaz de crear algo así. Apple cerraría el sistema lo máximo que pudiera, no creo que pusiera todos los puertos de entrada y salida que llevan los portátiles actuales, incorporar un buen procesador y buena memoria RAM sería un problema y puede que la ventilación del tablet sea un grave problema (no me imagino un iPad de 13 pulgadas convirtiendo un MKV de alta definición a otro formato con Handbrake sin incendiarse).
El futuro nos dirá que camino tomará Apple, pero no dudo en creer que estamos en el inicio de un cambio de hábitos, donde la interfaz multitáctil le irá robando lentamente el terreno al ratón. En Cupertino, ahora mismo, tienes todo lo necesario para marcar el camino de esa evolución.
Ver 67 comentarios