El iPad Pro de 9,7 pulgadas, que sale pasado mañana en España, ha pasado por lo que pasan todos los nuevos dispositivos de Apple: el despiece de iFixit. No es una tableta que se pueda desmontar en casa (y eso no es una novedad), pero con los cambios en las especificaciones vale la pena comprobar qué ha cambiado.
Los ingenieros de Apple han tenido que hacer hueco en ese iPad para los cuatro altavoces de la gama "Pro", y eso se ha notado en el tamaño de la batería que pasa de los 7340 mAh del iPad Air 2 a los 7306 mAh del iPad Pro de 9,7 pulgadas. De todos modos, la eficiencia del procesador y esa diferencia demasiado pequeña hacen que la diferencia sea despreciable.
Otro punto curioso es que el sensor TouchID que llevan este iPad Pro y su hermano mayor de 12,9 pulgadas es el de primera generación, no el más rápido que llevan los iPhone 6s. Apple ha decidido ahorrar en ese sentido, de la misma forma con que lo ha hecho con el iPhone 6s. Y cómo no, se advierten los doss ensores de luz que hacen que la pantalla del iPad Pro de 9,7 pulgadas sea True Tone y su temperatura de color se adapte al ambiente.
Por supuesto, os advertimos que desmontar un iPad no es algo que deberíais hacer en casa. De hecho, en iFixit ya dicen que el adhesivo que usan en Apple hace que ensamblar todas las piezas de nuevo sea mucho más difícil.
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