La ciencia demuestra que pegar imanes en la nevera es más perjudicial de lo que creíamos. Y yo llevaba años con un iPad viejo imantado al frigorífico

Poner imanes en la nevera puede ser perjudicial. Así de contundente es la conclusión de un reciente estudio hecho por expertos. Aunque hay matices, ya que no es malo para los alimentos o el frigorífico en sí, sino más bien para aquellas neveras que cuenten con algún tipo de pantalla.

Precisamente en virtud de ello me he acordado de que durante mucho tiempo usé un viejo iPad como pizarra digital imantada a la puerta de la nevera. No es que sea lo más común del mundo, pero conozco varios casos similares y creo que es importante conocer lo que puede ocurrir en virtud de lo que el citado estudio concluye.

En qué afectan los imanes al refrigerador:

La mismísima OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) es la que habló sobre este asunto para desvelar el misterio de los imanes en el refrigerador, una costumbre muy arraigada en gran parte del mundo. Que si el típico imán que te traen de recuerdo unos familiares que viajaron a una isla paradisíaca, que sí un imán personalizado con fotos de la familia… En fin, que hay hogares que tienen un auténtico museo en la puerta de su nevera.

Pues bien, lo más importante es lo que ya adelantábamos anteriormente. Y es que no afecta a la conservación de los alimentos. No sucede nada con ellos debido a que el campo magnético que generan los imanes de nevera son muy pequeños e incluso en refrigeradores que estén llenos de imanes sigue siendo un campo magnético pequeño.

Sin embargo, sí que hay problemas con los dispositivos inteligentes. De la misma forma que no se recomiendan poner al lado de microondas y otros electrodomésticos similares, tampoco en la nevera si la forma de pegarlo a ella es mediante un sistema de imanes.

De hecho, para refrigeradores modernos con pantalla, recomiendan consultar al fabricante para saber hasta qué punto puede ser problemático tener imanes cerca, ya que en algunos casos podrían generar problemas en el panel táctil, así como pérdida de color y deterioro completo. Y ya no sólo por el campo magnético, sino también por el material de los imanes, que a menudo pueden estar construidos con acero inoxidable, hierro o cualquier otro material que no es demasiado amigo de componentes como las pantallas electrónicas.

Un iPad en la nevera no es definitivamente la mejor idea

Ni dentro, ni fuera. El iPad debe estar lejos de la nevera en virtud de todo lo que hemos ido comentando. En lo personal, ya advertía que hace tiempo me hice con una serie de pegatinas magnéticas de gran tamaño para pegar al iPad y a la puerta del refrigerador y que de esa forma pudiese unirlo y tener una pizarra digital.

No negaré su utilidad. Desde poner vídeos de recetas mientras cocino hasta tener a mano una lista de la compra que rellenaba con un Apple Pencil y se sincronizaba al instante con mi iPhone. Sin embargo, aparte de que a menudo había riesgo de que se cayese, veo ahora que tampoco es lo más recomendable para su pantalla.

Imagen de portada | Generada con DALL-E 3 y Photoshop

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