Ya se veían muchas señales de ello en primavera, pero el responsable de Windows Joe Belfiore ha confirmado hoy lo fatídico. Windows Phone seguirá manteniéndose para que siga siendo seguro, pero ya no se están preparando novedades. Y eso deja clínicamente muerta la plataforma móvil de Windows.
Y con esta muerte, el intento de construir un tercer gran competidor en el mercado móvil vuelve a fracasar. Quedan, definitivamente, dos grandes plataformas como las grandes campeonas: iOS y Android. Puedes considerar que un rival menos para iOS es una buena noticia, una "victoria" de Apple, pero nada puede quedar más lejos de la realidad. La muerte de Windows Phone es una mala noticia para Cupertino y para todos.
Tres frentes son siempre mejor que dos
iOS y Android, los dos frentes que quedan en pie, tienen diferencias muy claras. iOS está altamente controlado, sólo puedes instalar aplicaciones desde su catálogo y su software está optimizado para funcionar en unos pocos terminales de la misma marca. Android es más permisivo con las aplicaciones, pero su desarrollo es más complicado porque tiene que estar en terminales de muchas marcas que son muy diferentes entre sí.
Los desarrolladores saben perfectamente todo esto. Android es el más utilizado, por lo tanto a priori la prioridad es lanzar las aplicaciones ahí. Pero el problema de la piratería que tiene Android no existe (al menos a ese nivel) en iOS, de modo que las ganancias reales están en la plataforma móvil de Apple.
Windows Phone aportaba otra plataforma parecida a iOS, cerrada, controlada, y hecha por un mastodonte como Microsoft. Un competidor perfecto, que habría dado la talla con toda la potencia de los centenares de millones de usuarios de Windows detrás. Y esa competencia habría comportado un reto a Apple, que habría tenido que encontrar la forma de contrarrestarla.
Y es en ese mismo intento de contrarrestarlo donde se encuentra lo que todos queremos: mejoras. Nuevas formas de atraer a los desarrolladores para que publiquen sus aplicaciones antes en la App Store que en otras tiendas. Nuevos modos de pago, expansiones internacionales más rápidas para competir en condiciones... la batalla habría sido más cruda para las empresas pero los consumidores nos habríamos visto tremendamente beneficiados.
Pero lamentablemente, Microsoft no ha sabido aprovechar bien el potencial de Windows Mobile. No han conseguido atraer la atención de suficientes desarrolladores, incluso pagándoles altas sumas de dinero:
We have tried VERY HARD to incent app devs. Paid money.. wrote apps 4 them.. but volume of users is too low for most companies to invest. ☹️ https://t.co/ePsySxR3LB
— Joe Belfiore (@joebelfiore) 8 de octubre de 2017
Y sin base de usuarios, nunca se consigue nada. Así que desde Microsoft animan a los usuarios a que elijan iOS o Android como plataformas móviles, desde las que se intentará ganar ingresos a partir de sus aplicaciones y servicios. Hasta planean accesorios para dispositivos de Apple, nada menos.
En Redmond podrían haber influenciado la evolución no sólo de Windows, sino de todas las plataformas móviles en general. iOS y Android habrían tenido que cambiar su agenda para poder competir, y habríamos visto cosas que ahora mismo ni nos imaginamos con una competencia que dominan sólo dos compañías. No dudo en que el futuro de iOS es interesantísimo, pero con un Windows Mobile fuerte podría haberlo sido aún más.
Imagen | Janitors
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