Con iOS 15, Apple ha introducido uno de los cambios más radicales en Safari para iOS que se recuerdan en sus 14 años de historia. Uno con el que la compañía corre muchos riesgos, pues supone alterar los hábitos de los más de mil millones de personas que utilizan el iPhone en todo el mundo. Veamos en qué consiste, qué aporta y dónde están los problemas.
Adaptando Safari a las pantallas grandes del iPhone
Con la llegada del iPhone XS Max de 2018, Apple rompió la barrera de las seis pulgadas. Ese mismo año, el modelo de gama de entrada era el iPhone XR, que también las superaba con sus 6,1 pulgadas. Pero Apple no se conformó con las 6,5 pulgadas y el año pasado, el iPhone 12 Pro Max se estiró un poquito más hasta las 6,7 pulgadas. Si unimos esto a las noticias que aseguran que el iPhone 12 mini no se está vendiendo tan bien como se pensaba, llegamos a una conclusión clara: los usuarios quieren teléfonos más grandes que antes.
Esto implica cambios en la usabilidad. Y Apple ha pensado que Safari podría beneficiarse adaptándose a la nueva realidad de las pantallas. Por eso, con iOS 15 vemos cómo la barra de dirección se mueve desde la parte superior a la inferior, transformándose en el camino. Ahora, Safari en iOS 15 luce de esta manera:
Además de ganar los grupos de pestañas de Safari y la nueva página de inicio en iPad y Mac, el reposicionamiento de la barra de direcciones supone la fusión con la barra inferior. Así, se unifican varias funciones en una, despejando la pantalla y liberándola para dar más espacio al contenido. También ganamos estas tres funciones:
- Si deslizamos hacia arriba de la barra, se abrirá la vista con todas las pestañas que tengamos abiertas.
- Podemos deslizar entre pestañas si hacemos el gesto sobre esta barra, similar al de cambiar de app con la barra horizontal inferior.
- Al llegar al final de nuestras pestañas, podemos seguir deslizando para crear una nueva automáticamente.
Son mejoras interesantes, todas ellas se pueden hacer con el pulgar y con una sola mano. Esta es una de las mejoras más importantes del cambio, donde se busca la manejabilidad con cualquiera de las manos. El mayor tamaño de las pantallas hace que tendamos a utilizar el iPhone con dos manos, reduciendo las oportunidades de usarlo. Con este cambio, Apple aspira a mejorar la experiencia global de uso. Sin embargo, cambios así de radicales suelen enfrentarse a una enorme resistencia al cambio.
La resistencia al cambio a la que se enfrentará Safari
Es fácil entrever qué pasará cuando iOS 15 se lance al público el próximo mes de septiembre. Con una base tan amplia de usuarios de todo tipo, desde los avanzados a los casuales, pasando por personas mayores y usuarios que ven el iPhone como una simple herramienta, el aterrizaje va a estar lleno de baches.
Modificar hábitos que se han construido durante diez años no va a ser fácil. Siempre hemos pulsado en la barra de direcciones superior para movernos por Safari y recargar una página. Y la inferior para compartir, ir adelante y atrás, abrir pestañas y el historial. Ahora, varias de estas funciones están ocultas y queda de la siguiente forma:
- Botones adelante y atrás en la parte de la izquierda.
- Buscar y URL en el centro. Aquí también está escondido el historial.
- Menú con las opciones del lector, leer más tarde, recargar página y compartir, así como favoritos, marcador y más.
- Si mantenemos pulsado el botón de menú, activaremos la vista del lector si estuviera disponible.
- A la derecha del todo, el botón de pestañas.
Estas funciones se añaden a las de usabilidad que veíamos en el apartado anterior. Pero es sencillo ver cómo las de recargar web y compartir son las que más problemas nos pueden traer. Porque no resulta obvio dónde vamos a encontrarlas, a pesar de que al pulsar en el menú tienen un sitio preferente. Y cuando el usuario sepa dónde están, verá que las opciones a las que antes podía acceder con un toque, ahora requieren dos pasos.
La intención de Apple con estos cambios es clara. Está priorizando el consumo de contenido en mayor espacio, así como la usabilidad de pantallas grandes con una sola mano. Pero viene con un coste al esconder funciones e intentar cambiar hábitos anclados en nuestro día a día. En mi caso, llevo casi un mes utilizando la beta de iOS 15 en un iPhone 12 Pro Max. No negaré que las primeras semanas se me hicieron cuesta arriba, viendo el aluvión de críticas que le vendrán a la manzana en septiembre. Pero conforme han pasado los días, me he ido acostumbrando y ahora veo sus ventajas. Más espacio, más comodidad.
Sigo pensando que hace falta un botón de recarga y compartir, pero no veo dónde podrían incorporarse al ser el espacio tan escaso. De momento, no hay forma de volver al Safari "antiguo". No hay botón para desactivar esta interfaz y nuestro compañero Miguel ya avisó de otras ocasiones en que se ha intentado repensar el navegador y han fracasado. Veremos qué sucede en septiembre y si Apple es capaz de mantener el rumbo sin mirar de reojo a las inevitables protestas iniciales.
Ver 34 comentarios